En la sociedad
capitalista la felicidad, entonces, se vende en las esquinas, se llama
droga, es otra mercancía, es tan sólo un momento de alteración
en la percepción producido por sustancias o actividades que obviamente
no se escapan de la ley del mercado y que producen ganancias La felicidad
es vendida, es ilegal además, lo que no impide su accesibilidad, lo
es tan sólo por dos razones, una moral y otra comercial; la moral se
basa en los conceptos descalificadores que sobre uso mantiene “la
mayoría” de la población y la comercial es que resulta mucho más
rentable siendo ilegal para quienes la trafican, que está demás recordar:
Colombia la cocaína, Afganistán y sus invasores la heroína y la mariguana
EE.UU., por recordar los mayores productores . Además de hacerla más
rentable la ilegalidad, la droga es una gran arma política usada por
los gringos, Para descalificar a países como Venezuela, aun a pesar
de que son ellos quienes mantienen el poder de los carteles y de ser
ellos quienes más la consumen. veamos este enredo con paciencia:
- Los niveles de consumo de drogas son tan altos como altos son los estimados de dólares que este negocio produce: 500.000 millones de dólares al año son cifras oficiales, probablemente sea el doble o el triple, ¿Quién saca esa cuent
- Las dopaminas son neurotransmisores que debería producir el organismo, ellas son estimuladas por los momentos placenteros, en el capitalismo esto se invierte, el consumo de sustancias que generan dopaminas son las que producen momentos placenteros.
- Se acusa que personas adictas o débiles se hacen esclavas a su consumo. Esto es falso, las personas no son adictas, se hacen adictas por consumir sustancias que son adictivas. Esta cualidad de ellas es lo que hace que todos quienes la consumen, unos antes, otros después, cada vez necesiten más dosis para producir su dopamina, la que el organismo deja de segregar mientras más sea ésta suministrada desde el exterior del cuerpo.
- Las drogas no son peligrosas porque sean ilegales, son ilegales porque son peligrosas.
- Son ilegales porque al ser prohibidas son más tentadoras y más rentables.
- Son un arma política para acusar a países como el nuestro en la complicidad de su tráfico aun cuando Venezuela, todos lo hemos visto, ha realizado la mayor cantidad de decomisos de drogas en su historia y a deportado a un gran número de “capos” solicitados por INTERPOL.
- La droga es un arma política porque envenena a nuestros jóvenes y destruye el desarrollo de sus potencialidades.
- Es ilegal para crear matrices de opinión y dañar nuestra revolución socialista, que lucha por un mundo en donde la felicidad no se jibaree, donde se sea feliz por ser, no por tener.
VENEZUELA: EL PLAN NACIONAL ANTIDROGAS 2.009 / 2.013
Aparte de
los puntos aclarados ya, Venezuela acaba de aprobar, gracias a la ONA,
cambios de fondo en sus políticas antidrogas. La nueva política dará
importancia a la atención integral a las personas que destruye
este mercado imperial en nuestro suelo. Se seguirán las políticas
de control de la oferta, (ojo: “control”, no más “reducción”)
pero toma previsión para generar la novedosa “Política nacional
de Tratamiento”, que podrá brindar una atención integral y gratuita
a todos los que son víctimas en nuestra patria por la invasión de su
oferta en nuestros mercados. A Venezuela le importará más ahora atender
el daño que la droga produce en nuestro suelo, que seguir haciéndole
el juego a los bastardos que se la pasan acusándonos de complicidades
en el tráfico, mientras que ellos no hacen nada por impedir la entrada
de estos venenos en sus fronteras.
La ONA, como
órgano desconcentrado para la supervisión de todas las políticas
públicas sobre drogas, contará, gracias a la aprobación de éste
plan por nuestro comandante presidente Hugo Chávez, con el poder de
disponer de todos los bienes y dinero incautados al narcotráfico, para
crear una respuesta contundente para la población afectada, seremos
el primer país socialista que defina una política, repito, socialista
a los daños que la droga causa en nuestra población. No sólo en clínicas
para dar tratamiento sino en esfuerzos invencibles para que quienes
sean tratados en éstas no regresen al mundo de las drogas y tengan
asegurada una vida digna donde desarrollen al máximo sus potencialidades.
La experiencia
del Convenio Integral de salud Cuba Venezuela en estos tratamientos,
que recibe una parte limitada de nuestra población afectada, será
fundamental en la creación de estos centros. Vendrán profesionales
de Cuba para brindarnos sus capacidades profesionales, así que quiero
expresarle a todo nuestro país, ante el nuevo ataque de Estados Unidos
contra nuestra revolución, que más temprano que tarde Venezuela le
dará ejemplo a todos los países del mundo y que se sepa que se hace
un enorme esfuerzo para que más allá de las palabras, en concordancia
con lo que ser socialistas implica podamos declarar a Venezuela: un
territorio libre de drogas.
Basta de las
agresiones imperialistas, en Venezuela la droga no es nombre para la
felicidad, aquí la felicidad se llama: ¡¡SOCIALISMO!!
(*)Fundación Hombre Nuevo
brachoraul@gmail.com