La respuesta de Colombia será enfática dentro de diez años para exigirles a los países del Cono Sur que se unan para sacar las bases militares de Estados Unidos en la región andina. Ahora se encuentran de oídos sordos por los dólares que reciben y buscan hablar de las bondades del Plan Colombia. Son siete bases donde las fuerzas norteñas asentaran su infraestructura militar para el abastecimiento de agua, plantas, minerales y drogas, para así mantener estables a la soldadesca que son enviadas al Oriente medio. Algún día reventará todo y veremos la gran traición del presidente Álvaro Uribe al altiplano andino y amazónico.
Precisamente, cuando se busca garantizar la democracia participativa con la ingerencia del pueblo, la surge la voz de éste colombiano para inquietar la estabilidad de la zona y romper con el pacto social de algunos presidentes para aminorar la pobreza y hacer menos gravosa la creación de empleo. Es un gravísimo error y, la población colombiana empezara a sentirla presencia militarista interna, cuando se originen distorsiones sociales y conatos destabilizadores en la zona. Así, no podemos avanzar en la hegemonía ideológica del Cono Sur bajo las premisas de nuestros libertadores.
Uribe, le esta sembrando fuego a la zona y no visualiza las terribles consecuencias, por esto, viene provocando malestar y criticas, sintiendo que los vecinos colombianos de las zonas donde serán asentadas estas bases se encuentran intranquilos porque están en juego sus bienes, salud e incluso sus vidas porque los norteños no tienen piedad con el continente latino.
La relación Colombia- USA no será un camino de rosas, ella se cimentará a expensas de la democracia y de los ideales que se confirmó con Samper, que, fue acusado de traficante para sacarlo del juego. Lo que viene es una batalla política no cifrada, donde el primer blanco será Venezuela y cuya propaganda sería motorizada por un conocido medio televisivo que adversa los ideales del presidente bolivariano, Chávez Frías.
El Plan Colombia sigue cumpliéndose a cabalidad con el fin de activar los mecanismos para expulsar del poder al presidente venezolano y acabar con el proceso ideológico que él tanto preconiza en estos últimos diez años. En base a esta teoría deben crearse los movimientos populares de prevención o patrullas teniendo en cuenta el gran número de paramilitares que hacen vida activa en el país.
Esta grave amenaza no es solamente contra Venezuela, sino va dirigida a todas las islas caribeñas, los Estados liberados por Simón Bolívar y Antonio José de Sucre como a la vecina isla hermana, Cuba.
Washington necesita con urgencia agua dulce y productos derivados del petróleo. El corazón amazónico es vital para Obama y sus aliados. A Uribe – lo sabemos- nunca le ha interesado Bogota, mucho menos la vecindad. Los ataques seran frontales y asimétricos contra Ecuador, Bolivia y Venezuela utilizando un nombre llamado terrorismo. Una gran falsa que detewriora la conciliación del Continente Sureño.
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