EL HEROÍSMO INCONDICIONAL
El rescate
de las víctimas del avión caído en las instalaciones de SIDOR no
es un acto aislado de heroísmo. Es una muestra clara de la solidaridad
de la clase trabajadora, de cómo funciona y cuáles son sus resultados.
Oír el estruendo
y salir de inmediato, todos a una, arriesgando el pellejo y tomando
iniciativas para abrir las puertas trabadas, sacar a las personas sin
esperar trámites burocráticos y sin pensar si se les quiebran las
uñas o se les ensucia la ropa, es la manera como actúa la clase obrera
cuando tiene conciencia de la importancia de su papel.
De esa manera,
cuando los organismos de rescate, que acudieron lo más prontamente
que pudieron, llegaron con sus equipos y personal especializado, ya
estas trabajadoras y trabajadores habían iniciado, exitosamente, el
salvamento de vidas. Así es la solidaridad del pueblo. Espontánea,
inmediata, incondicional.
¿Y LOS RESCATISTAS PROFESIONALES?
Más allá
de la sospechosa casualidad que tumba un avión y un helicóptero, extravía
tres botes peñeros y ocasiona otros accidentes, todos relacionados
con la isla de Margarita, desde donde se ven los portaaviones yanquis
que están en Curazao, más allá de las dudas que esto pueda causar,
la acción de los organismos de rescate, desde el más bisoño hasta
el más experto, desde el más sencillo trabajador hasta los ministros
y otros altos funcionarios, todos dieron la talla. Se demostró que
ahora en Venezuela el pueblo no está solo.
OBREROS DEL HIERRO: TRIUNFOS Y TRAICIONES
La clase trabajadora
de Guayana, específicamente los trabajadores del hierro, han sido desde
el siglo 20 una vanguardia esclarecida que ha logrado grandes triunfos.
Fue sobre los hombros de los trabajadores que Andrés Velásquez llegó
a gobernador, y fue por el desprecio de los trabajadores, que se volvió
un cagajón de conejo cuando traicionó al pueblo, vendiéndose al imperio
y a la peor canalla. Una vez el pueblo se dio cuenta de la hipocresía
de ese sujeto, se encargó de enterrarlo bien hondo, tanto, que habiendo
ganado unas elecciones nacionales, que vendió, ahora no gana ni una
gobernación. Ni Jóvito Villalba, en su tiempo, se arrastró tanto.
Con sus luchas,
los trabajadores guayaneses fueron encontrando, a pesar de la cuarta
república, las condiciones menos malucas de trabajo.
En los tiempos del golpe de 2002 y el paro petrolero, mientras el pueblo tomaba instalaciones de gas en Carabobo, trabajadores patriotas (ingenieros, entre ellos) ponían en marcha las maquinarias, y el gobierno bolivariano contragolpeaba con todo a los escuálidos, en tiempos de los barcos con nombre de misses, los trabajadores de Guayana garantizaron el suministro de gas para la industria, utilizando sus conocimientos, su disciplina y su hábito de trabajar en equipo. Esa experiencia de acción revolucionaria del pueblo de toda Venezuela, fue coronada por la eficiencia de la clase obrera.
LA OCTAVA ESTRELLA Y EL PODER POPULAR
Con las luchas,
se revirtió la privatización de SIDOR, que el gobierno bolivariano
estatizó después de tantos esfuerzos del pueblo venezolano, sobre
todo el guayanés. Fue la clase trabajadora guayanesa la que solicitó
y logró la expropiación de Friosa, de Coma y otros negocios, garantizando
para el pueblo importantes edificaciones y equipos, tanto para la cadena
de frío como para la distribución de alimentos y otros enseres en
Guayana. En ese sentido, la octava estrella es mucho más que un símbolo
del siglo 19. En la actualidad, simboliza el poder de la clase obrera
metalúrgica organizada.
Esta capacidad
de acción organizada, con importancia estratégica, es lo que necesita
un gobierno revolucionario para impulsarlo hacia adelante, y no una
obediencia ciega, no un mirar para otro lado cuando ocurren los actos
de corrupción, no la complacencia con la burguesía, los escuálidos
y los corruptos, tan alacrana ella. Acciones más que palabras, y la
conciencia dirigiendo esas acciones.
LOS VALORES DEL PROLETARIADO
En momentos
como este, cuando vivimos una lucha ideológica interna, cuando se plantea,
con un rumor de colmena, si se mantiene un gobierno progresista pero
burgués, o se avanza hacia el socialismo, el ejemplo solidario de este
grupo de trabajadores de SIDOR es un grito del proletariado, que demuestra
la superioridad de la solidaridad socialista contra el egoísmo burgués,
que no se mueve si no es negocio, que sólo actúa cuando conviene a
sus intereses personales.
Es el proletariado,
entendido como tal todas aquellas personas que son explotados por los
dueños de los medios de producción, desde los jornaleros pico y
pala, incluidos oficinistas, hasta los ingenieros y otros profesionales
que realizan labores altamente especializadas, es la gente que está
acostumbrada a trabajar en equipo y adquiere conciencia para sí, la
que puede asumir el poder para conformar el socialismo. Y son estos
actos de heroísmo, de iniciativa popular, estas demostraciones de la
capacidad del pueblo para resolver problemas, los ejemplos que demuestran
la superioridad del sistema socialista para beneficiar a toda la humanidad.
EL SOCIALISMO: UN VECTOR VIVIENTE
No quiero que
se entienda por esto que estoy asumiendo que en Venezuela existe el
socialismo. Eso es falso. Pero el socialismo está presente como
un vector, marcando dirección y sentido al progreso económico y social
por el cual siempre hemos luchado. Ese socialismo que será posible
cuando el pueblo tome realmente el poder, se deshaga de todos los arácnidos
y camaleones infiltrados, cuando el pueblo haga caer las máscaras y
confronte a la burguesía para arrebatarle el poder.
La estatización
de Sidor, Friosa, Coma y los que vienen, son verdaderos pasos hacia
el socialismo, más allá de las frases y eufemismos de quienes
no entienden esto. Son estas bases estructurales, que van entregando
al proletariado el control de los medios de producción, las que servirán
de fundamento al socialismo.
andrea.coa@gmail.com