El próximo 29 de Marzo los sindicatos convocan a la Huelga General contra la reforma laboral y a favor de los servicios públicos. El gobierno del Partido Popular, secundado por CiU, e incluso alentado para ir más allá por UPyD, pretende imponer la mayor agresión laboral que se recuerda en mucho tiempo. Con ella se busca pulverizar el modelo relaciones laborales vigente hasta ahora y hacerlo semejante al desregulado ya existente en el ámbito anglosajón. Se trata de una guerra social declarada que atenta contra los derechos fundamentales del mundo del trabajo y contra los instrumentos básicos de defensa de los mismos.
Frente a aquellos que plantean una Huelga General con un mero propósito electoral (para influir en las elecciones andaluza y asturiana) creemos que hay que mirar con más perspectiva, teniendo como objetivo un cambio radical de política, que sea favorable a la clase trabajadora. Frente a aquellos que durante tiempo han hecho dejación de su iniciativa y responsabilidad, para sólo moverse ahora arrastrados por las circunstancias, limitando su horizonte a la convocatoria de un día y buscando en lo inmediato pactos imposibles, hay que decir que es preciso dar continuidad y profundidad a la lucha que se inicia.
La Huelga General ni es un fin en sí mismo, ni es el final del camino. Justo lo contrario, ha de ser el inicio de una larga y dura batalla que se ha de mantener hasta derribar esta reforma laboral y que ha de tener el propósito de desautorizar al gobierno tanto en su política de eliminación de los derechos sociales y de deterioro y privatización de los servicios públicos; como en la de rescate al sector bancario, secundando la política orquestada por la burguesía europea en toda la UE.
Debemos hacer públicas de la manera más amplia posible las razones que justifican la lucha contra esta histórica agresión, y preparar las condiciones para levantar alternativas en ruptura con las políticas de ajuste.
La HG debe ser un éxito, golpeando donde más les duele, parando la producción y alterando de manera muy visible la normalidad cotidiana. Ésta no ha de ser una Huelga de “aquí no pasa nada, mañana será otro día”. Hay que darles entender que “aquí está pasando mucho” y que el “día después” de la Huelga va a ser distinto, porque habrán perdido una parte de su poder y de su legitimidad.
La HG es fundamental para poner en jaque la involución conservadora del sindicalismo mayoritario, cuestionar a sus pasivas y desorientadas direcciones y empujar a sus estructuras a ponerse al servicio del movimiento obrero, acabando así con un sindicalismo que sólo persigue salvar a su aparato. Debe ser un buen momento para constituir y asentar comités de apoyo, asambleas y grupos que se organicen para preparar las barricadas de la lucha: en la calle, contra el gobierno y la patronal y en los sindicatos, para desalojar a las direcciones no consecuentes con esta línea de combate.
Para que esta HG no sea la mera antesala de cualquier fantasmagórica negociación, hay que reclamar que se vaya definiendo ya, para después de ella, un calendario de combate que impulse movilizaciones sostenidas en el tiempo, que se concentren en los sectores estratégicos y que de forma rotatoria paren los sectores de transporte, energéticos, de comunicaciones, industriales, etc... La HG ha de ser un inicio, y como tal ha de ser presentada, ya que de esa forma se estimulará mucho más la participación de la clase trabajadora y se eliminarán justificadas desconfianzas sobre futuros y frustrantes pactos, como el producido tras la HG del 29-S.
Si esta batalla que hay que mantener ahora no se libra de manera consecuente, cada vez será más difícil defenderse y nuestros derechos desaparecerán. ¡Organicemos pues la lucha y pongamos fin a una Reforma Laboral que sólo sirve a los banqueros, grandes empresarios y políticos corruptos!.
Esta Huelga General del 29M, que Izquierda Anticapitalista impulsará con vocación unitaria con todas sus fuerzas... ¡¡Será sólo el principio!!