Ley de Emergencia Nacional de Indexación del salario mínimo integral

(…) Juan XXIII, optó por la opción hacia los pobres.

Darle al César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios.

 

INTRODUCCIÓN

La variación del dólar paralelo de estos últimos siete años es producto de la manipulación cambiaria con fines políticos electorales. Siempre ha sido el arma predilecta de guerra no convencional de la oposición empresarial y política que busca motivar la implosión social, y en épocas electorales, que el votante vaya y castigue al Gobierno revolucionario.

A continuación se presenta la justificación histórica y validación empírica de la necesidad nacional de aprobar una "Ley Constitucional de Indexación del Salario Mínimo Integral con base en las variaciones del tipo de cambio", en el marco de la "Ley Constitucional Antibloqueo, de desarrollo nacional y garantía de los Derechos Humanos", que la pudo aprobar la Asamblea Nacional Constituyente saliente, y quedará como una propuesta de carácter urgente para la nueva Asamblea Nacional que se instala el 5 de enero 2021.

LA INFLUENCIA POLÍTICA DEL DÓLAR PARALELO EN VENEZUELA

Está altamente comprobado que el comportamiento del dólar paralelo en Venezuela está movido por su capacidad de influir políticamente en la sociedad. Cuantificar su influencia política es un tanto compleja, pero hay elementos que indican que este indicador de la economía subterránea ha jugado un rol importante en el nivel de aceptación o rechazo del Gobierno y la oposición política nacional.

Fue el arma estratégica usada por la oposición en las parlamentarias del 2015, siendo infalible contra los candidatos de la revolución, que le dio el triunfo mayoritario a la derecha en la Asamblea Nacional. Ese hecho concreto y determinante para el país, incidió en la decisión de casi 2 millones de chavistas que dejaron de votar en las parlamentarias del 2015. Cinco años después, hemos visto como ese hecho económico cambió el clima político en Venezuela.

El 16 de enero de 2016, el presidente del Banco Central de Venezuela, Nelsón Merentes, no tuvo otra salida que presentar un informe donde reconocía que la inflación del año 2015, que generó descontento en la población electoral, fue explicada en un 60% por las constantes variaciones del tipo de cambio paralelo. Las consecuencias de esta perturbación económica recurrente las sienten los trabajadores en sus salarios, pensiones, cajas de ahorros y jubilaciones.

Cinco años después, la alta abstención alcanzada en las recientes parlamentarias del 6 de diciembre del 2020, ubicada en 69,5%, también es un reflejo fiel de las consecuencias de una economía en guerra, hiperinflacionaria, inducida por las constantes variaciones del dólar paralelo, de la dolarización forzada del comercio nacional y de la constante pérdida del poder adquisitivo del trabajador venezolano que aún sigue con un salario referenciado en bolívares que se devalúan diariamente.

CINCO FACTORES QUE IMPIDEN SALIR DE LA RECESIÓN

A Finales del 2020, Venezuela sigue presentando una situación de hiperinflación con recesión forzada, primero, por la debacle de la industria petrolera (histórico y natural fuente de apalancamiento interna); segundo, por la crisis económica mundial continuada; tercero, por el bloqueo y sanciones de Estados Unidos; cuarto, por la pandemia global; y, quinto, por los efectos de la manipulación cambiaria del dólar paralelo.

Esos cinco factores son determinantes en la crisis económica y financiera venezolana que no permite enrumbarla hacia el crecimiento y a las sendas del desarrollo. Es un cóctel maléfico difícil de superar en el corto plazo.

En términos generales, el diagnóstico macroeconómico se resume en la presencia de una acelerada inflación (Pi) y su efecto inmediato en la pérdida del poder adquisitivo del salario (w), con tasas de desempleo elevadas (9%), el estancamiento de la capacidad de crédito monetario, expectativas negativas, una caída en la producción y un elevado nivel de importaciones con respecto al comportamiento proporcional (tradicional) del PIB. Una situación que en el argot económico se conoce como estanflación. Es un fenómeno tendencial por comportamientos agregados, complejos y multivariantes.

Desde una perspectiva racional sería lógico pensar que en tiempos de una guerra no convencional como la aplicada por Estados Unidos contra Venezuela, el ritmo de crecimiento de la inflación no debería ser un problema, porque la crisis es un estado normal, dada las perturbaciones, ataques hacia el sistema económico con fines políticos, lo que le dificulta a los planificadores económicos alcanzar una normalidad macroeconómica y la aplicación de políticas y medidas que contribuyan hacerla disminuir.

Realmente, el problema es el hambre que se genera en la población más vulnerable y la pérdida de calidad de vida en la clase media profesional como consecuencia de la acelerada pérdida del poder adquisitivo de los asalariados. Todo esto impacta en los niveles de desigualdad que tienden al crecimiento. He insistido, que en época de hiperinflación, da lo mismo que el cartón de huevos cueste BS. 80, 100, 1.000, 10.000 o 10 millones, si el poder de compra del consumidor le da para comprar la misma cantidad de huevos todos los meses.

Por ejemplo, el 01 de septiembre de 2018, el presidente Nicolás Maduro, en el marco de proceso de reconversión monetaria (20 de agosto), decidió "resetear la economía" y aumentar el salario mínimo integral (con cesta tickets) en 3.767% o en 38,7 veces, al pasarlo de 5.129.000 a 198.000.000 (reconvertido quedaba en BS. 1.980). En ese momento, con ese monto, un trabajador si quería podía gastarlo todo en la adquisición de 24 cartones de huevo que costaba Bs. 82,5 cada uno. No obstante, con el proceso de la devaluación continua del dólar paralelo, en menos de tres meses ese salario podría comprar tan sólo 1,8 cartones de huevos (Bs. 1.100 c/u). (Cuadro N° 1).

Al 18 de diciembre de 2020, el salario mínimo integral decretado en Bs. 2,4 millones con cesta tickets incluido podría comprar tan sólo medio cartón de huevo (0,6 unidades). Ese es un fiel reflejo de la realidad económica del trabajador venezolano y nadie lo puede ocultar.

CUADRO N° 1:

Como vemos, las continuas confrontaciones nacionales e internacionales presentadas por la sociedad económica venezolana desde 1999, han tenido sus consecuencias palpables en su sociedad civil, donde la inflación, el termómetro de la economía, inducida por factores externos han hecho añicos el salario del trabajador desde el año 2013 sin cesar. (CUADRO N° 2).

CUADRO N° 2:

A finales del 2020, transcurridos ya siete años pareciera que los expertos y asesores económicos del Gobierno no han encontrado una solución a esa problemática del dólar paralelo y sus efectos económicos y políticos en la sociedad. Sobre esa realidad es que deben planificarse las estrategias gubernamentales, sobre todo para detener la continua entrada y salida de la pobreza de los asalariados venezolanos.

EL DÓLAR PARALELO CAUSANTE DE LA HIPERINFLACIÓN VENEZOLANA

Es común escuchar en las calles a la población quejándose por el disparo del dólar paralelo. "Me siento frustrada" (….) "No puedo comprarme nada" (…) "si quiero comerme algo en la calle no puedo porque la plata no me alcanza" (…) "Y eso que no tengo hijos….", son quejas y quejas por doquier. "No veo futuro aquí." (…) "Lo que hago es trabajar para medio comer e igualmente no me alcanza el dinero" (…) "Uno va a trabajar para una miseria de sueldo" (…) "Uno no puede darse el gusto que quiera" (…) "¿Estamos estudiando para qué, para tener un título guardado?

El empresariado agremiado en Venezuela aduce el incremento de los precios de los bienes y servicios a la escasez de divisas y a los continuos aumentos salariales del Gobierno. Algunos economistas opositores y otros vinculados al gabinete económico del Gobierno argumentan que la caída de la producción e ingresos petroleros no permiten inyectarles dólares a la economía y esto fue generando un déficit fiscal que el Gobierno lo ha cubierto inyectando dinero inorgánico a la economía.

Otros argumentan que es a causa del bloqueo, las medidas coercitivas unilaterales o por la devaluación del dólar paralelo y oficial. En fin, hay muchos argumentos, pero no se plantea una solución definitiva y cónsona en función de detener los efectos del dólar paralelo en la inflación y, por ende, en la pérdida del poder adquisitivo del trabajador.

Como solución a la crisis económica y financiera venezolana algunos economistas plantean que la única vía es recuperar la industria petrolera, esperando nuevamente el boom petrolero o la "lámpara de Aladino". Unos creen que hay que terminar de dolarizar la economía porque ya el 60% de los pagos se realizan en dólares. Otros dicen que es la hora de reducir el Estado e ir al Fondo Monetario Internacional a pedir financiamiento y aplicar sus condiciones neoliberales. Algunos todavía insisten en el anclaje del Bolívar al criptoactivo "el petro", al anclaje del Bolívar al Oro, y otros se atreven a proponer que hay que implementar otra moneda y sacar el bolívar de circulación.

Desde mi perspectiva, más allá que Estados Unidos ha venido librando una política de agresiones contra Venezuela con fines políticos, basada en sanciones y otras medidas económicas, que se caracterizan por ser multidimensional, multifactorial, multilateral, además de injerencista y violatoria de los tratados internacionales, cuyas consecuencias económicas y sociales ya alcanzan los niveles de agresión calificados como crímenes de lesa humanidad de acuerdo con el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, INSISTIMOS, LA PRINCIPAL CAUSANTE DE LA HIPERINFLACIÓN VENEZOLANA son las variaciones del dólar paralelo. También, lo consideramos un factor externo y no interno como lo hacen ver algunos estudiosos de la materia.

A causa de este instrumento de guerra económica no convencional, los asalariados venezolanos han vivido estos últimos siete años entrando y saliendo de la pobreza cada cierto tiempo. Es una situación que fue finalmente develada por el Ejecutivo Nacional y reconocido por el propio Banco Central de Venezuela (BCV) el 16/01/2016, luego de la derrota parlamentaria del 6D de 2015, donde la economía venezolana realmente había sido afectada por los efectos de la cotización del dólar paralelo y explicaba la inflación venezolana en un 60%. Hoy, a finales del 2020 ya se aproxima cerca del 80%.

Las secuelas que han generado son la pérdida del poder adquisitivo del trabajador, y por ende, la pérdida de la calidad de vida; quiebra de pequeñas y medianas empresas, estímulo a la pobreza colectiva y la salida masiva de venezolanos al exterior buscando alternativas donde el salario les alcance para una mejor calidad de vida, afectando las relaciones comerciales y familiares de muchos venezolanos. Como vemos, se ha afectado directamente al consumidor final, al que mueve la economía doméstica, al que hace crecer la Demanda Agregada Interna (Consumo + Inversión + Gastos Público), y por ende, al Producto Interno Bruto.

CONCEPTUALIZACIÓN NECESARIA

Entendemos como factor capital (Ki) a todos aquellos costos de producción relacionados con la erogación de dinero dentro de una empresa, por ejemplo, para pagar materia prima, insumos, herramientas, alquileres, equipamiento, activos tangibles, pago de servicios, mantenimientos, préstamos recibidos y pago de intereses, adquisición de tecnología, inversión en infraestructuras, edificios o terrenos, etc. Por lo general, el K es considerado bienes intermedios necesarios como factores para elaborar otros bienes o prestar servicios.

El factor trabajo o laboral (Li) se refiere a todos los pagos y erogaciones realizadas a la mano de obra por participar en la producción de esos bienes y servicios, tales como, salario, bonificaciones, seguro, aguinaldos o prestaciones, entre otros. En este factor se incluye las horas de trabajo físico como intelectual de una persona que contribuye para la elaboración del bien o la prestación del servicio y contribuir a generar riqueza dentro de una organización pública o pública. Se incluye lo que algunos estudiosos de la sociedad del conocimiento conocen como el "conocimiento".

DINÁMICA ECONÓMICA DE LOS EFECTOS DEL DÓLAR PARALELO

En la realidad venezolana se dan varios escenarios por el cual los empresarios tienden a aumentar los precios de los bienes y servicios (Pi). Primero, porque les suben los costos del factor capital (K) inducido por factores exógenos como el incremento del dólar paralelo (Dolartoday entre otros) y, que el mismo tiempo induce a otros factores endógenos como la inyección de dinero inorgánico por el BCV. Todo esto afecta los costos de producción. Como consecuencia, los beneficios (Bi) en términos nominales y reales se ajustan de manera proporcional. El empresario aumenta Pi para no descapitalizarse. Lo único que no se ha ajustado de manera inmediata y proporcional ha sido el costo del factor trabajo o laboral (L), que se mantiene fijo a corto plazo.

En 2017, la variación del dólar paralelo fue del 3.430%, en 2018 fue 72.602%, en 2019 fue de 6.567%, y a noviembre del año 2020 ha sido del 1.815%. (Ver Cuadro N° 2). Cuando aumenta el dólar paralelo afecta directamente el factor capital Ki y el beneficio empresarial Bi, que es la garantía de la capitalización en más o menos la misma proporción. Si el BCV demostró que más o menos el 70% de la inflación la explica el dólar paralelo, entonces la lógica dicta que se debió incrementar en la misma proporción el costo del factor laboral (Li) para no dejar rezagado o empobrecido al asalariado que también es parte importante de la producción de bienes y servicios.

El segundo escenario, es que el empresario aumenta los Pi por medio de la manipulación o ambición individual (usura) o gremial (fines políticos), aumentando sus Beneficios (Bi), sin aumentarse los factores Ki y Li.

El tercer escenario, es cuando el Gobierno decide incrementar el salario mínimo integral (L) para compensar la pérdida del poder adquisitivo del consumidor (PAC). En términos contable, estas subidas de salario también aumentan los costos de producción; no obstante, sus variaciones siempre son menores a las del Ki y Bi de los escenarios anteriores; y por ende, son menores al Pi final.

El aumento salarial integral en 2017 cerró en diciembre ubicado en 456 mil (incluye cesta tickets), incrementándose 403% con respecto al año anterior. En 2018 aumentó en 108.332%, en 2019 de 5.961% y a noviembre del año 2020 sólo ha aumentado en 700%. En el Cuadro N° 3 puede compararse las variaciones del tipo de cambio y del salario en Venezuela.

CUADRO N° 3

PROPUESTA DE LA LEY DE INDEXACIÓN DEL SALARIO

La propuesta de indexación del salario mínimo integral en Venezuela persigue detener el empobrecimiento colectivo con fines político que ocasiona el incremento continuado del dólar paralelo. El valor del factor L debe incrementarse en la misma proporción que se incrementa el factor K, manteniendo los Bi contemplados en la Ley de Precios Justos (proporcional). Los precios se incrementarán en un primer momento, pero luego, el mercado irá ajustándolos en su dinámica propia. De esa forma la inflación inducida por el dólar paralelo no afectará en términos reales a ninguno de los actores económicos: ni a los empresarios, al Gobierno ni a los trabajadores.

En el caso del Gobierno, no se verá afectado porque la devaluación monetaria multiplica por más bolívares los dólares que ingresan por concepto de exportaciones estatales y los ahorrados en las reservas internacionales, forzándolos a incrementar la emisión monetaria (OM) a la economía para mantener un equilibrio relativo entre la oferta o liquidez monetaria y la demanda de dinero (bolívares y divisas).

Recordemos que según la teoría cuantitativa del dinero la cantidad de dinero (liquidez monetaria) que circula en la economía debe tener su respaldo en las reservas internacionales, que se determina a su vez por la paridad cambiaria diaria. Según los economistas monetaristas, esta relación es determinante del nivel de inflación, por cuanto el dinero es el medio de pago e intercambio de nuestros tiempos. Nuestra economía se rige por este patrón económico y cultural.

El Gobierno es el agente responsable de normar y regular esas prácticas monetarias, no obstante, en los últimos años no podido contener las afectaciones y distorsiones que las variaciones del dólar paralelo han generado en el mercado cambiario y sus efectos inmediatos en los mercados monetarios, de bienes y servicios, laboral, de valores, de crédito, desarrollándose una especie de ambiente de libertinaje e impunidad económica en el país, ocasionando una sensación de malestar general.

JUSTIFICACIÓN ECONÓMICA

Mientras dure la guerra económica, la Asamblea Nacional Constituyente debe aprobar una "LEY CONSTITUCIONAL DE INDEXACIÓN DE LOS SALARIOS CON BASE AL MOVIMIENTO INFLACIONARIO INDUCIDO POR PORTALES WEB QUE AFECTAN EL SISTEMA CAMBIARIO NACIONAL", que obligue al empresariado a ajustar los salarios de los trabajadores en la misma proporción que varía el factor capital (k). Esa es la verdadera revolución socialista y la justicia social que esperan los trabajadores.

Perspectiva Macroeconómica

Las teorías económicas keynesianas y postkeynesianas (contrarias a la teoría monetarista) plantean que los Gobiernos deben tomar medidas macroeconómicas que tiendan a mantener una especie de "equilibrio" entre las variaciones de la Oferta Agregada (OA) y la Demanda Agregada (DA). Entendiendo la OA como la sumatoria agregada (nacional) de todos los factores de producción Capital (Kn) y Mano de Obra (Ln) más el beneficio empresarial (Bn).

Y = f (Kn + Ln + Bn)

Nomenclatura:

Y = Y(K, L) + Bi = Pi = C(y)

Y = Ingreso

Yn = Ingreso nacional

Ki = Capital (Factor Prod.)

Li = Trabajo (Factor Prod.)

Bi = Beneficio

Pi = Precio de venta

C(y) = Consumo ó D (y)

En otras palabras, la OA es igual a la sumatoria del valor total (nacional) de todos los bienes y servicios producidos por una economía en un período determinado, que es lo que se conoce como Producto Interno Bruto (PIB) o Ingreso Nacional (Yn).

En un hipotético equilibrio, el Y (OA) debe ser igual a la Sumatoria de todos los Precio (Pin) de venta de la economía, que a su vez es la sumatoria de todos los ingresos de esas ventas, por eso en economía se dice, que el Producto Interno Bruto (PIB) es igual al Ingreso Nacional (Yn).

PIB = Yn = OA

Desde una perspectiva contable, lo que representa una venta para alguien es a su vez un ingreso. Como contrapartida contable, lo que representa una venta para alguien a un precio determinado (Pi) representa un gasto para otro, que es lo que se conoce como demanda o consumo (D).

Lo ideal sería que la producción nacional o agregada (OA) sea igual (relativamente) a la demanda nacional o agregada (DA),

OA = DA.

Pero, la demanda depende de los niveles de ingresos de los actores económicos (Gobierno, empresarios y trabajadores).

Según la teoría Keynesiana, a mayor ingreso individual mayor capacidad de compra, por tanto, a mayor ingreso Nacional (Yn) mayor Demanda Agregada (DA).

No obstante, en Venezuela, en los últimos años, esa capacidad de compra ha estado condicionada por los vaivenes de la inflación inducida por internos de la economía y factores externos, entre ellos por el dólar paralelo (+/- 75%). A mayor nivel de precios (Pi) disminuye el Poder Adquisitivo de los consumidores (PAC).

En la medida que los niveles de inflación se acentúan, o son inducidos de diversas formas, la población consume menos, un elemento que determina la pérdida de la calidad de vida, los niveles de pobreza y la desigualdad de las sociedades. En el caso extremo, en la medida que la gente compra menos alimentos, menos se alimenta, está propenso a enflaquecer, enfermarse y a disminuir su esperanza de vida (secuelas sociales).

Perspectiva microeconómica

Desde una perspectiva microeconómica, esto puede comprenderse de la siguiente forma: la sumatoria de los factores de producción (Ki + Li) y los beneficios (Bi) es igual al precio de venta del bien o servicio (Pi).

Pi = f(Ki + Li + Bi)

En Venezuela, la Ley de Precios Justo establece el margen de ganancia por sectores en un máximo de 30%. Valga decir, 30% de los costos de la sumatoria de los factores Ki + Li.

La experiencia empírica nos demuestra que en la medida que se incrementan los costos de los factores de producción (Ki y Li) incrementan los precios. A un nivel de ganancia fija por Ley, los beneficios (Bi) se incrementarán proporcionalmente con base en los Costos Totales (CT) de los factores. Por esta vía esa forma el "espiral inflacionario".

La experiencia inflacionaria venezolana nos ha demostrado que en la medida que se incrementan los costos del factor Ki por el incremento del dólar paralelo, manteniendo el factor Li constante, se incrementan los beneficios empresariales (Bi) por ley, por ende, los precios (Pi) aumentan, pero el Poder Adquisitivo de los Consumidores (PAC) se rezaga, generando un menor consumo social, que macroeconómicamente se conoce como la caída Demanda Agregada (DA).

El Gobierno no ha podido contener la ola especulativa y de usura inducida por el dólar paralelo, donde se ha visto que los empresarios intentan no descapitalizarse ajustando casi a diario los precios de los bienes o servicios al mismo ritmo del dólar paralelo, hasta llegar a un punto de ofrecerlos dolarizados. En ese contexto, los trabajadores venezolanos pierden al no verse indexados sus salarios al mismo ritmo que incrementas los precios y/o el dólar.

La experiencia de estos últimos años nos muestra que el Gobierno venezolano ha intentado sopesar la pérdida del PAC con incrementos salariales (> L), que son menores al ritmo del crecimiento del Ki y del Bi, que a largo plazo va aumentando los niveles de pobreza social y desigualdad.

En un escenario inflacionario como el nuestro, donde la inflación es inducida por factores externos como dólar paralelo y sus aliados internos (actores que le siguen el juego a las variaciones del dólar paralelo que ellos publican) la única manera de no generar pobreza y miseria en el mediano y largo plazo es aplicando LA "INDEXACIÓN DE LOS SALARIOS" EN LA MISMA PROPORCIÓN DE LA VARIACIÓN DEL FACTOR CAPITAL KI.

Eso significa, que el valor del trabajo Li debe incrementarse en la misma proporción que se incrementan los costos del factor Ki, manteniendo constante los Bi contemplados en la Ley de Precios Justos. Los precios seguirán aumentando, pero luego, el mercado se ajustará por dinámica propia. De esa forma, la inflación inducida no afectará a ninguno de los actores y se resuelve el problema del empobrecimiento colectivo existente en nuestra sociedad.

 

VALIDACIÓN CONTABLE DE LA APLICACIÓN DE LA LEY DE INDEXACIÓN SALARIAL

Escenario hipotético inicial:

Supongamos una empresa con 5 trabajadores, que para elaborar una unidad de un bien o servicio tiene un costo del Factor Capital (Ki) de Bs. 100, que la mano de obra (Li) representa el 30% de los costos del Ki, y que los beneficios es del 30% de costos totales (según Ley de Precios Acordados). El precio final (Pi) de ese bien o servicios es de Bs. 169 con impuesto incluido. Si la empresa produce y vende un total de 1.000 unidades de su bien o servicio al mes le ingresaría Bs. 169.000.

En este caso por 1.000 unidades el costo total de mano de obra mensual sería de Bs. 30.000, divididos entre 5 trabajadores, daría un total de Bs. 6.000 cada uno. Si los trabajadores deciden consumir todo su salario en el mismo producto que elabora su empresa entonces cada uno consumiría mensualmente 35,5 unidades de ese bien o servicio.

El gobierno por concepto de recaudación fiscal (IVA 16%) recibe de esa empresa un total de Bs. 27.040. Supongamos que ese monto el Gobierno lo destina para pagar nómina a un mismo salario de Bs. 6.000 mensual. Con el dinero recaudado podía pagarles a 4,5 trabajadores.

 

CUADRO N° 4

Escenario 1: Si el Dólar paralelo se incrementa en 10% y NO se indexa salario:

Supongamos que el dólar paralelo aumenta en 10% en un mes y el gobierno no decide incrementar o indexar el salario de los trabajadores públicos y privado en la misma proporción.

En el Cuadro N° 4, puede observarse como se incrementan los costos del factor capital a Bs. 110 (10%), el costo del factor trabajo por unidad de producto se mantiene constante en Bs. 30 (0%), no varía; los beneficios aumentan a Bs. 42, y como consecuencia , el precio (Pi) aumenta a Bs. 182 (8%).

Como vemos, el salario nominal del trabajador no se incrementó en el mes, porque sigue cobrando lo mismo que el mes anterior, y con ese mismo salario (Bs. 6.000) ahora puede comprar cada vez menos del mismo producto (33 unidades) que aumentó su valor (inflación inducida por el dólar paralelo). El trabajador-consumidor disminuye su Poder Adquisitivo (PAC) en 7%.

Esto es lo que ha ocurrido con el poder de compra del trabajador, pensionado y jubilados venezolanos en los últimos 7 años: ir consumiendo cada vez menos y perdiendo calidad de vida.

Finalmente, gracias al aumento del precio (Pi) a Bs. 182 (8%), las ventas mensuales de la empresa también se incrementó a Bs. 182.000 (8%), y como consecuencia, el Gobierno recauda nominalmente más impuestos al mes: 29.120 (8%). Con lo recaudado, el Gobierno al no haber indexado el salario al mismo ritmo del incremento del factor capital o del dólar paralelo, ahora recibe más y tiene para pagar más nómina (4,9 trabajadores), pero es una fuerza laboral más empobrecida realmente, que consume menos, incrementándose los niveles de desigualdad social.

En términos generales, el no haberse indexado el salario al mismo ritmo del dólar paralelo el empresario ha tendido a capitalizarse, aumentar sus beneficios, el Estado recibe más impuesto pero el gran perdedor ha sido el trabajador, el pensionado y jubilado venezolano.

Escenario 2: Si el Dólar paralelo incrementa en 10% y se indexa salario:

Supongamos que se aprueba la "Ley Constitucional de Indexación del Salario Mínimo Integral con base en las variaciones del tipo de cambio", esto en el marco de la "Ley Constitucional Antibloqueo, de desarrollo nacional y garantía de los Derechos Humanos", veamos cómo se estaría garantizando la protección del Poder Adquisitivo de los Consumidores (PAC) en Venezuela.

Supongamos que el dólar paralelo aumenta en un 10%, y por ende los empresarios aumentan (como siempre lo hacen) todos los costos vinculados al factor capital en la misma proporción. Pero en este caso la ley los obligado a indexar el salario mínimo también en la misma proporción del 10%.

En el Cuadro N° 4, vemos como en el costo unitario del bien o servicio aumenta el factor K aumenta a Bs. 110 (10%), el costo laboral aumenta a Bs. 33 (10%), y la ganancia empresarial incrementa igualmente a 10% (Bs. 43). El precio de venta finalmente se incrementa en 10% al ubicarse en Bs. 186. Si se producen y venden 1.000 unidades al mes representa un incremento en el ingreso de Bs. 185.900 (10%).

En el caso de los trabajadores, el salario mensula aumentó de Bs. 6.000 a 6.600 (10%), y ahora puede comprar las misma cantidad de producto del mes pasado (4,5 unidades de ese bien) a pesar del incremento de los precios (inflación inducida), manteniendo su capacidad de comprar o PAC. Es decir, el trabajador ni se empobrece ni se enriquece, mantiene su nivel de vida en el tiempo, hasta que haya mejores condiciones macroeconómicas.

En cuanto al Gobierno, por aumentar los ingresos empresariales en 10%, recauda ahora un monto superior del 29.744, que ahora le garantiza seguir pagando la misma nómina del estado, no se despide a nadie, se mantiene el nivel de empleo en la economía, y se la calidad de vida del empleado público se mantiene en el tiempo.

En este último, nadie pierde: los empresarios se mantienen abiertos, los trabajadores no pierde poder adquisitivo, el Gobierno recauda más, se mantiene el nivel de empleo, neutraliza los efectos nocivos del dólar paralelo en la economía venezolana y su inflación inducida.

SINTESIS DE LA PROPUESTAS LEY CONSTITUCIONAL DE INDEXACIÓN DE LOS SALARIOS EN TIEMPOS DE GUERRA ECONÓMICA

Con este método de ajuste inflacionario del salario mínimo mensual se garantiza que el trabajador-consumidor no pierda su Poder Adquisitivo.

1) Está demostrado que el dólar paralelo ataca directamente al factor capital (K), que obliga al empresario a ajustar sus costos, sus beneficios y finalmente los precios, dejando constante el valor nominal del factor trabajo (L), que ha venido rezagando en el tiempo.

2) Se recomiendo indexar mensualmente el salario mínimo integral (factor laboral L) al mismo ritmo que varía o se incrementa el factor capital (K) inducido por el dólar paralelo. En este caso, el beneficio se mantiene constante según lo estipulado por la Ley de Precio Justo (30%).

3) De esta forma el Estado le estaría recuperando a la sociedad, al factor trabajo (L), sus trabajadores, pensionados, etc., valga decir, a los consumidores, lo robado por los especuladores y seguidores del dólar paralelo. Sería el mecanismo idóneo para recuperar mensualmente el Poder Adquisitivo del Consumidor (PAC).

4) El Estado recaudaría mensualmente por concepto de impuestos (IVA, ISRL, etc.) la misma proporción de dinero real con base en el incremento del dólar paralelo, que le garantizaría el ingreso suficiente para incrementar el salario mes por mes a los trabajadores públicos y a su vez obtener el dinero (nominal y real) para pagar la nómina estadal incrementada. De esta forma se evitaría la pérdida del poder adquisitivo de los servidores público.

5) Por su parte, el BCV deberá ajustar mensualmente la oferta de dinero (liquidez monetaria) en bolívares con base en las variaciones del tipo de cambio (oficial y paralelo), manteniendo la relación de paridad cambiaria de equilibrio entre las reservas internacionales (RI) y las oferta de dinero (OD/RI), que establece la teoría del dinero para contener la inflación real.

6) La indexación mensual del salario mínimo integral eliminaría el efecto empobrecedor de la sociedad que persigue el dólar paralelo entre otros con fines políticos-desestabilizador. Porque creemos, que los trabajadores no se pueden seguir viviendo entrando y saliendo de la pobreza cada cierto tiempo.



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Andrés Giussepe

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

 agiussepe@gmail.com

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