Si los que abrazamos la Revolución
creemos que el sistema de cosas vigente debe ser superado, ha sido muy
costoso comprender y asumir la unidad para cabalgar ese camino.
¿Qué posiciones reflejan el quebranto de la unidad revolucionaria?:
1. Aquella
élite local que siendo perjudicada por el sistema capitalista, piensan
que suavizando o disfrazando mecanismos de explotación, podrán sobrevivir
con “estabilidad” y “paz”.
2. Los
que enfrentan este sistema mientras no vean perjudicados sus cuotas de
poder, y de suceder retoman todos los valores del capitalismo “mientras
se acomodan las cosas”.
3. Los
que creen tener la razón sobre cómo hacer la revolución a tal punto, que
en las contradicciones del mapa político, atacan con furia por percibir
de contrarrevolucionarias (distinto a criticar constructivamente) aquellas
directrices del Gobierno Bolivariano que en el contexto geopolítico buscan
canalizar el Poder Constituyente.
Tales factores hablan de Socialismo,
pero se esquiva con explicaciones y consignas rimbombantes el afianzar
seriamente situaciones claves como:
1. Gestión
de gobierno basada en todo el poder para el pueblo, tomando en cuenta
sus capacidades.
2. Distribución
de los recursos, y específicamente la renta, enfocada en darle
a cada quien según su necesidad.
3. Democratización
del saber, apoyándose en el análisis marxista sobre las condiciones
de la revolución.
4. Coherencia
entre el discurso revolucionario y ejemplo éticamente revolucionario,
más aún: socialista y comunista.
Una figura atacada por distintos
lados son los Consejos de Trabajador@s (CT), tales argumentos demuestran
qué posición juega el sindicalismo vigente. También nos da una seña por
dónde no debe ir la construcción de los CT:
“Son herramientas del
gobierno para arrebatarle la autonomía a la clase trabajadora o reemplazar
a los sindicatos”: (Esgrimido por la denominada extrema izquierda)
¿Cuál es la autonomía reclamada en estos momentos? ¿Puede el proletariado
distanciarse de las tareas del pueblo y del gobierno en la lucha por la
soberanía popular?
Su distanciamiento como clase de
las tareas que asume el pueblo es evidente, así como la intención de algun@s
dirigentes de hacer “tienda aparte” de aquellas propuestas de
gobierno que encauzan en un eje común de acción a tod@s l@s trabajador@s.
Dicho proceder ha traído su gran dispersión y poca movilización.
Triste es que esta dirigencia tradicional
trata dirigir la atención de tales consecuencias como responsabilidad exclusiva
del gobierno, mostrando poca capacidad de análisis, cuando menos. ¿Por
cuántos Ministerios han pasado sindicalistas de izquierda con altos niveles
de autoridad para ejecutar acciones para profundizar la revolución? ¿Hasta
dónde han llegado las fuerzas sindicales del proceso bolivariano para proponer
o avanzar en bloque hacia objetivos políticos legítimos y concretos? ¿Qué
hay de la unificación sindical decretada en PDVSA? ¿Cuántos dirigentes
gozan de comprobada legitimidad en sindicatos y federaciones en instituciones
públicas? ¿Cuán reducido es el porcentaje de afiliación sindical en Venezuela?
Respuestas que llevarán a más inquietudes.
Solo aprendiendo las lecciones y haciendo (más que decir) de lo extraordinario
algo cotidiano demostremos que el mundo será diferente.
A CONSTRUIR LA PATRIA SOCIALISTA
O LA MUERTE LLEGARÁ A NUESTRA PUERTA
cilibertoo@pdvsa.com