El caso más insólito es del presidente, B. Husseim Obama, quien le clama a los estadounidense un tiempo de gracia para ir a una reforma fiscal y del Estado, para hacerlo más ágil en cuanto a la documentación pública, proyecto que busco invalidar en Venezuela hace años atrás y donde logró quebrantar el avance del país acorde con los planes del presidente bolivariano, Hugo Chávez Frías. Una mínima porción de venezolanos, se equivocó en el voto por La Reforma, ya que de haberse cubierto esa fase histórica, nuestra economía fuese perfecta ante el ojo mundial de los mejores economistas del imperio. Angela Merkel, recomienda fijarse en nuestros índice de valores y en la Bolsa de Caracas, no se puede negar una realidad ante una diversidad de colectivos nacionales y extranjeros. Obama, busca una tendencia económica para mejorar el destino de su país. El otro candidato, Mitt Romney busca solo fortalecer el ejército para el predominio del liderazgo estadounidense en el mundo al lado de países de arraigo religioso.
Sin duda, en el transcurrir de éste nuevo paso histórico se impondrá en el mundo, un sistema de truque financiero entre las regiones extra o intra fronteras para beneficiar a las comunidades, que, deben definirse territorialmente para tener la oportunidad de fortalecerse. Estas ideas, vienen siendo definidas por el presidente Chávez Frías desde 2002, cuando en el espectro interno de nuestro país hubo dos hechos que impactaron su sistema financiero y de recaudación de impuestos: el paro petrolero y la intromisión ilegal del hoy candidato opositor, Enrique Capriles Randoski, en la Embajada de Cuba, un territorio netamente diplomático, agregándose la detención del ministro de interior y justicia, Rodríguez Chacin y del dirigente Tarek William Saab.
La campaña opositora tiene un perfil de comedia, porque sus tramas son falsas y solo buscan boicotear los avances bursátiles de nuestro crecimiento a nivel mundial, dándole seguridad social a nuestros jubilados y el fortalecimiento de nuestro sistema sanitario. El asunto no es de recorrido, sino de números y aceptabilidad social Hay una propuesta firme y coherente de país para implementar verdaderos programas sociales en toda su magnitud.
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