Con el triunfo de la Revolución el domingo 26 recién pasado, podemos afirmar que La renovación de Venezuela Socialista está en marcha. Ahora comprendemos con mayor claridad, más afondo, que tanto desde el punto de vista del desarrollo interno del país, como desde el punto de vista de las condiciones externas, de la situación internacional, debemos garantizar la aceleración del desarrollo social y económico. Pero no habrá aceleración sin la renovación de los cuadros dirigentes, debemos eliminar la corrupción en las instituciones públicas, las peligrosas castas burocráticas y la traidora quinta columna interna; al igual que sin dicha renovación no se podrá transformar la vida del pueblo en todas sus esferas. Con viejos criterios no se podrán cumplir las nuevas tareas, tanto más que se trata de tareas históricas que se nos plantean hoy. La renovación no es un viaje por un camino llano, firme bien pavimentado. La renovación es una escalada que se realiza, a menudo, por senderos llenos de obstáculos. Se requerirán enormes sacrificios y esfuerzos creativos y una lucha abnegada y duradera para que la magna tarea de la renovación se vea cumplida como lo exige nuestro pueblo, como lo exige la época en que vivimos.
Nos encontramos sólo al comienzo del camino. Hay que determinarlo con claridad, puesto que el saber comprender donde nos encontramos nos ayuda a comprender qué debemos hacer y cómo hemos de actuar. Si hay quien considere que el país ya se ha transformado, hay que advertirle que sólo acabamos de emprender la tarea de la renovación. Y que el trabajo más importante aún está por hacer. Es también una de las básicas conclusiones del Comandante Presidente. Desarrollando y ampliando el proceso de renovación, no hemos de caer en extremismos al hacer valoraciones. Hay que apoyarse en la única base sólida: la realidad. La sobreestimación de nuestros logros podría tener nefastas consecuencias; pero, por otra parte, quisiéramos resaltar que debemos ver cada avance, no podemos tener clemencia con la contra-revolución, incluso el más mínimo, así como cada grano de experiencia, en el proceso de renovación. No hacerlo, sería dañino para el avance de la Revolución y eso es peligroso e inadmisible.
Nos cuesta demasiado renovar los gerentes ineficientes de la dirección pública. Nos hemos dilatado demasiado en tomar el camino socialista. Hemos sido demasiado tolerantes con la burguesía y con la especulación. Debemos empezar a desplegar el trabajo, pertrechando de concretos enfoques nuestra línea política y trazando vías para lograr los objetivos que nos hemos propuesto. Debemos poner en marcha el mecanismo y los medios de la renovación para que funcione y de rendimiento. ¿Por qué debemos iniciar este avance? Al apoyo que el pueblo está prestando al Proceso revolucionario, a la renovación y a la aceleración. La oposición, puede verlo y no verlo y considerar que nada ha pasado ni pasa. El odio los tiene ciegos y sordos.
No es revolucionario quien lanza frases revolucionarias, sino quien sabe ver la perspectiva, alzar al pueblo a una larga y tenaz lucha, notando cada paso en el avance y utilizándolo para hallar nuevos puntos de apoyo en nuestro progreso. Hoy, debemos agradecer a nuestro pueblo el haber comprendido y sentido de todo corazón, y con su intuición popular, que lo llaman a una ardua lucha por unos cambios y objetivos que darán magníficos frutos a todos los venezolanos, a cada familia y a cada persona. Por esto son tan importantes para nosotros los positivos cambios que se han operado desde 1999. Son importantes por el hecho de que en ellos se ha reflejado el poderoso apoyo de todas las colectividades a las políticas del Comandante Presidente y a la línea de aceleración de la Revolución.
Esto, camaradas, será la palanca que nos permitirá incorporarnos, como fuerza fundamental, a la renovación. Si no hacemos esto, no resolveremos los problemas de la aceleración ni aseguraremos la renovación. Al mismo tiempo, fomentando e impulsando la democracia socialista, descubriendo su potencial, creamos seguras garantías para que no se vuelvan a repetir los errores del pasado. El Líder Comandante considera que el pueblo debe saberlo todo. La transparencia informativa, la crítica y la autocrítica, así como el control ejercido por las masas, garantizan el sano desarrollo del pueblo. Si lo necesita el pueblo, lo necesitamos todos. La transparencia informativa, la crítica y la autocrítica son, para los socialistas, imprescindibles como importantísimos elementos del modo de vida socialista. Algunos revolucionarios suponen que lo necesitamos con el único propósito de someter a críticas las insuficiencias habidas, incurren en error. Sin transparencia informativa, sin la crítica, la autocrítica y la democracia no nos será posible avanzar ni cumplir la grandiosa tarea que encaramos. Sólo la enérgica participación del pueblo permitirá cumplirlas.
Sobre estas políticas y sobre nuestras reformas el pueblo va a juzgar —con criterios cada vez más rigurosos— según los resultados tangibles en el mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo de millones de personas: hasta que punto mejoró la organización de la producción; se hizo más justa la remuneración del trabajo; se intensificó la construcción de viviendas; mejoraron los servicios a la población, el funcionamiento de los hospitales; hasta qué punto se purificó el clima moral en las organizaciones públicas y en las colectividades laborales. En otros términos, debemos probar lo acertado de nuestra política y la vitalidad de la renovación. Ello presenta elevadas exigencias a los cuadros dirigentes que deben volcarse en conseguir resultados concretos. Por eso, hoy, es muy importante multiplicar los esfuerzos, trabajar con más ahínco y dedicación.
Teniendo un Partido tan fuerte, un pueblo tan patriota y tan fiel a las ideas del Líder Comandante, y de Patria, ¿no podemos, acaso, atajar los intentos —si tales aparecen— de no utilizar la información y el proceso socialista con fines egoístas y antisociales, con fines de individualismo? Permítanme, expresar la convicción de que, en estrecha y fraternal colaboración, los venezolanos y venezolanas resolveremos los problemas que se plantean en la actual etapa de desarrollo y haremos un digno aporte a la renovación y encumbramiento del socialismo en nuestro país y a la consolidación de sus posiciones. Por esto necesitamos ¡más aceleración!
¡Gringos Ho Home!
¡Libertad para Gerardo!
¡Libertad para los cinco héroes de la Humanidad!
Hasta la Victoria Siempre.
Patria Socialista o Muerte.
¡Venceremos!
manueltaibo@cantv.net