Entrevista con el camillero anónimo

Descosidas las bocas a medio coser, finalizadas las huelgas de hambres ricas en proteínas y carbohidratos a medianoche, los aumentos salariales dejaron una estela combinada de satisfacciones y rechazos, dependiendo del peldaño en la escalera del poder adquisitivo en el cual se encuentre cada quién.

Un elemento se repitió  en todas las bocas, luego de anunciado el tabulador para el sector salud, un sujeto que alcanzó proporciones míticas en cuestión de horas: el camillero y su sueldo superior al de doctores y otras profesiones supuestamente privilegiadas.

Como practicamos el periodismo serio, decidimos darle oportunidad al vilipendiado camillero de asumir su propia defensa. Lo conseguimos en un pasillo de un hospital cualquiera, recostado a medias sobre su instrumento de trabajo, una camilla plateada de verdes sábanas y engrasadas ruedas.

-El gremio de profesores universitarios se queja de que ellos, teniendo más estudios, ganan menos que ustedes…

-Bueno, déjeme decirle que está es una profesión seria. Tenemos colegas que han estudiado medicina y son doctores, pero decidieron seguir como camilleros y ejecutar el fino arte de recorrer pasillos empujando pacientes. Incluso piensan jubilarse como tales.

Además, nosotros también  debemos formarnos para ejercer este oficio…

-¿Cómo así?

-Claro, esto no solo requiere buenas piernas y un mínimo sentido de la orientación. Recibimos talleres en distintas áreas. Se los puedo enumerar…

-Adelante

-1.-Taller de correcto deslizamiento para detener ascensores con el pié.

2.-Armado y desarmado de camillas

3.-Cálculo de tiempo máximo que se puede dejar abandonado un paciente en el pasillo de acuerdo a su diagnóstico

4.-Aprovechamiento al máximo de los descansos para tomar café

5.-Búsqueda rápida de doctores y/o enfermeras

6.-Frenado de camillas en situación de desplazamiento acelerado

7.-Taller sobre ubicación por GPS

-¿Ubicación por GPS?

-Claro, en ocasiones, dado el abarrotamiento de hospitales, dejamos pacientes en los pasillos y no podemos localizarlos, pero con esa tecnología no hay problema. Además, quiero decirle que esta es una profesión de alto riesgo.

-¿Para los pacientes?

-No, para nosotros, que podemos contraer muchas enfermedades, no solo aquellas que nos pueden transmitir los pacientes, sino las relacionadas con nuestro esfuerzo.

-¿Cómo cuáles?

-Várices en las piernas, mareos por las curvas, desorientación, fracturas en pies y manos por puertas y otras. En cambio esos señores docentes no tienen riesgo de adquirir enfermedades, excepto quizás Alzheimer por leer tantos libros viejos, afonía de tanto protestar y el síndrome de túnel carpiano de tanto usar la calculadora para sacar las cuentas de la homologación que nunca les pagan.

-¿Qué  mensaje le envía a sus detractores?

-Que dejen la envidia, y que aquí en estos pasillos los esperamos si se quieren unir al maravilloso mundo del camillerismo. Somos un gremio que sufre persecuciones, vivimos perseguidos por doctores y enfermeras para que hagamos nuestro trabajo, y nadie nos ha dedicado una canción, como esa que le canta a los pescadores Cecilia Todd.

-¿Constancia de un pescador?

-Exacto. De hecho, en mis tiempos libres he compuesto una letra que puede ir con la misma melodía. Se la recito:

-Viví en las caminerías

desde mis primeros años;

Mi oficio fue lavar baños

cerca de la enfermería./

En el pasillo veía

la camilla que esperaba

por mi para ser usada

trasladando enfermitos 

y asi supe no era un mito

lo de la camillería./

Entonces yo decidí

dejar lo demás atrás,

sin estudios, pa’ que más

si así se puede vivir.

No hay razón para sufrir

estudiando en todos lados

maestría y doctorados,

si con este sueldo mío

yo dejo pasando frío

al más grande encopetado./

Me alejo del hospital

Y me subo en mi carrito,

No es iraní, es gringuito

y del último modelo.

Le pido no tenga celo

y levante aquí  su voz,

si queréis ganar como yo

al cielo dale plegarias

o convoca una plenaria

para que juntos decidan

que la que llevan no es vida

y el conocimiento es paria. 

-Por último, hay quienes dicen que el socialismo es trabajar cada vez más por menos, ¿qué piensa usted de ello?

-Que es la misma definición de capitalismo…

Corriendo con su camilla, se aleja el héroe de la clase trabajadora, aquel que venció con el trabajo físico al pretencioso trabajo intelectual. En la camilla lleva a un profesor universitario, de diagnóstico reservado. 


*Periodista/Docente universitario

boscan2007@gmail.com 


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Rafael Boscán Arrieta*

Periodista y Docente universitario

 boscan2007@gmail.com      @raboscandanga

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