Hacia la misión 7 de octubre nos acercamos con el objetivo de ganar la contienda electoral, no sabemos individualmente si es posible, pero eso es lo que nos dicen y no nos detenemos a pensarlo por un momento, la tarea colectiva del chisme interminable hace que nosotros creamos cada cosa que percibimos y si no es así, por lo menos comentamos y hasta difundimos cualquier necedad que se escucha entre pasillos.
La razón se ha hecho a un lado y el instinto se apodera de la conciencia, solemos discutir de lo que no sabemos y cada vez más, es el instinto quien nos arroja al fracaso o a la mala jugada de la estrategia política que ya manejamos y que por iniciativa no se nos puede olvidar.
Solemos confundir y hasta creer que los sentimientos y las emociones forman parte de la razón y por ello, nos arriesgamos a recibir críticas y atropellos por lo pasional que suelen ser cada uno de nuestros militantes que desempeña una función dentro de la cartera comunicacional o institucional, de allí la estrategia opositora de desencajar a nuestros compañeros que más que objetividad demuestran una pasional militancia que hace que una vez más, el instinto se coloque por encima de la razón y la ética periodística.
La oposición que no cesa su campaña presidencial 2011-2012, activa sus tentáculos dentro de la administración pública y comienza el trabajo de hormiga y saboteo interno para quebrar y romper con la camaradería de muchos compañeros que son más chávistas en épocas electorales que en el transcurso del año, por eso en su discurso se les escucha diciendo “vamos por los compañeros descontentos, por esos que se sienten engañados y a los que este gobierno no les ha cumplido” y todas estas personas reciben a los escuálidos, por la falta de ideología y de profundización política por parte de los cuadros revolucionarios, los escuálidos son recibidos por una cantidad de compatriotas que actúan por instinto, por un sentimiento de ira hacia una gestión que sin darse cuenta ha hecho que se lastime la revolución.
La mesa de la ultraderecha juega con el pensamiento del pueblo bolivariano, juega a sobreponer el instinto por encima de la razón y si bien la razón es Nóesis (pensamiento puro) del ser humano, a estos compatriotas no les interesa sino los impulsos que determinan los diferentes tipos de conducta en una población y por ello el instinto juega gran parte en esta lucha de clases donde la razón es la principal perjudicada.
La preparación revolucionaria debe estar por encima de la ignorancia, debemos ser objetivos y tener un pensamiento crítico para razonar y actuar acertadamente en cada paso que demos en defensa de la revolución, si la oposición sigue jugando con los sentimientos y emociones del pueblo que por instinto y defensa tenemos, entonces no habrá diferencia alguna, entre el mundo animal y los seres humanos que nos hemos dedicado a perder la razón.
¿Y si para ustedes estoy equivocado, entonces porque EE.UU. hace las guerras, es acaso por razón?
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