La propuesta de Capriles Randoski a los empleados públicos: una oferta engañosa que reivindica el Estado corporativista

La propuesta del candidato Capriles Radonski a los empleados públicos trasmitida hoy por varios  canales o estaciones de Televisión (Televen, Venevisión y Globovisión), aún cuando se muestra incluyente y abierto, tal propuesta no deja de esconder los velos de un Estado corporativista y empresarial en el cual, lo prioritario son los valores de la cosmovisión neoliberal, obviamente escondidos tras una supuesta eficiencia, mística y otras variables “inocuas” que, sin duda alguna, en todo momento, buscaran privilegiar lo económico sobre lo social.

En síntesis, se trata de una propuesta disfrazada cuyo propósito es lograr la afinidad con las grandes mayorías del pueblo venezolano que día a día se benefician con las políticas incluyentes y sociales del presidente Hugo Chávez y del Gobierno bolivariano, a fin de ganarse la confianza de los funcionarios públicos incautos. Ante ello, debemos advertir que el Estado corporativista que promoverá Capriles Radonski, en el caso negado que coronara la presidencia, desmontará todo el Estado Social que la revolución ha construido en estos años.

En conclusión, el mensaje es muy claro, operar como un Estado corporativista, comprometido con una eficiencia y mística que apuntalará, en todo momento, los intereses del gran capital transnacional, obviamente en detrimento del interés nacional. Desde luego, tal situación colocará en peligro nuestras reservas petroleras y, el carácter soberano y revolucionario de nuestra política petrolera. Al punto que, sin cortapisa, enrumbará la privatización de PDVSA y tal como lo hicieron durante la apertura petrolera, volverán a plantear la salida de Venezuela de la OPEP y la inscripción del país en la Agencia Internacional de Energía que nació como un organismo antiOPEP.

Ante tal aberración, resulta imperante, una vez más, subrayar que sólo con Hugo Chávez es posible mantener la soberanía petrolera y la distribución revolucionaria de la renta petrolera y además tener una PDVSA alineada con los planes y proyectos del Ejecutivo Nacional, no se trata de magnificar y menos mistificar el liderazgo del presidente Hugo Chávez, pero sí de darle su justa dimensionalidad y más aún cuando sabemos que la Mesa de la Unidad (MUD) y sus asesores en materia económica y, más específicamente en materia petrolera lo han dejado muy claro al plantear que sus políticas se encaminarán por la autopista del libre mercado, lo cual incluye la privatización parcial de PDVSA y con toda seguridad, como ya lo he indicado, nuestra salida de la OPEP por considerarla, en nombre de la “postmodernidad” que defienden, una Organización anacrónica cuya existencia no tiene sentido en el mundo globalizado de hoy.

Y más aún debe enfatizarse y alertarse que sin soberanía y sin la propiedad pública sobre los recursos petroleros no será posible, no sólo mantener las mejoras que se han conquistado a lo largo de la Venezuela bolivariana en el seno de los empleados públicos y de todos los trabajadores, sino tampoco mantener las Misiones Sociales y las posibilidades reales para transformar nuestra sociedad y permitir el avance y consolidación del nuevo modelo socio productivo que propone el Gobierno bolivariano, es decir, el Socialismo bolivariano en el siglo XXI.

Obviamente, un aspecto fundamental de la política petrolera del Gobierno bolivariano ha sido su empeñó en la maximización del ingreso fiscal petrolero y esto ha sido una consecuencia directa de toda la estructura jurídica que se ha promulgado y que obliga a reconocer una mayor participación al Estado venezolano en el negocio petrolero, desarrollado fundamentalmente a través de la figura de las empresas mixtas, en las cuales el Estado se ha venido reservando en la practica,  por lo menos el 60% de la participación accionaría.

En correspondencia con ello, la nueva PDVSA a través de las Misiones Sociales y el Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN) apoya obras y servicios destinados al desarrollo de infraestructura, vialidad, actividades agrícolas, producción, salud, educación, así como otras  inversiones productivas.  En efecto, en el marco del proceso de transformación y cambio de la nueva PDVSA, la Corporación ha impulsado el fortalecimiento del nuevo modelo socio productivo nacional, a través de la creación de las llamadas filiales No Petroleras. Estas empresas se han constituido en el pilar clave para la construcción de un nuevo modelo  socialista de negocios,  que apalanquen  el proceso de transformación y cambio del aparato productivo nacional.

De manera que la nueva PDVSA y más ampliamente el Gobierno bolivariano  no solamente ha mejorado la contribución fiscal petrolera, sino que ahora está imbricada en los grandes problemas del pueblo y da un importante apoyo social. De allí que la contribución fiscal petrolera, PDVSA ha destinado ya 123.696 millones de dólares a un conjunto de proyectos sociales como aportes a comunidades, Misión Ribas, Misión Barrio Adentro, Misión Agro Venezuela. En tal sentido, los indicadores sociales han mejorado considerablemente. Al respecto, es importante destacar que la pobreza extrema bajo a 6%, igual suerte ha corrido la mortalidad infantil y materna, en tanto que la escolaridad ha subido y desde el año pasado -2011-, la Gran Misión Vivienda Venezuela está empujando la economía de una manera impresionante.

Sin embargo, todo estos avances serían imposible en la propuesta del Estado corporativista que Radonski bajo un discurso engañoso y mezquino ha formulado por los medios televisivos de la burguesía a los funcionarios públicos.

* Sociólogo/Profesor Universitario.

eleazarmujica14@yahoo.com



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Eleazar Mujica Sánchez


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