Es una gran realidad el deseo de un necesitado cambio en el gabinete ministerial del Gobierno Bolivariano, comienzan los rumores, los desaciertos y aciertos, cruces de dedos, concentración en un fulano postulado desde los chismes de pasillos, el descredito de los que se van, de lo que llegan y la decepción de chocar de frente con lo que ni te imaginabas, unos han dicho “ en sus casas los conocen” otros solo dicen: esto es más de lo mismo, ¿no hay más gente capaz de asumir y fortalecer las políticas de estado q no sean los mismos equipos de siempre?
Confiar y desconfiar de una persona establece en choque emocional con los sentimientos de afecto y estima que le tenemos a un individuo en particular, más esto no quiere decir que dentro del campo laboral prevalezcan estos sentimientos para tolerar los errores recurrentes de algunas gestiones que claramente han interrumpido el buen desarrollo de la revolución bolivariana, claro, pudiera ser este nuestro caso, pero también pudiera no serlo.
De cualquier forma y en cada artículo que intento escribir y sobre todo hacer entender, solo veo que el error fundamental sigue siendo el mismo, no pensar en el porqué de las cosas y en entender el motivo de dicho cambio, obviamente parte de la clase obrera acostumbra en estos cambios a salir cada vez que llegue un nuevo cacique y a donde se te antoje seguir trabajando seguramente te preguntan, ¿con quién has trabajado? ¿Con que equipo has trabajado? Y otras absurdas preguntas que solo nos llevan al mismo hueco de donde vemos a la revolución conformada por varios equipos y sub equipos todos de caciques por supuesto y no como cuadros y jugadores titulares de un único equipo llamado revolución y que se juega día a día el partido de su vida para salir victorioso con gran premio, como lo es el socialismo.
6 años más con Chávez al frente, significa más precisión, significa empezar a ser justos y coherentes con nuestro discurso en el accionar, Chávez representa la voluntad del pueblo y su equipo de trabajo todos los brazos ejecutores para la solución de los pequeños, medianos y grandes problemas que afecten al pueblo que gobernamos, tomando en cuenta siempre, que también venimos del pueblo y por ende debemos ser más eficientes, efectivos y eficaces.
Uno de los ministerios que mas carga de responsabilidad tiene, es el MINCI, quien tiene la tarea de mostrar al mundo la cara y corazón de estas tierras agrestes, tiene el deber de hacernos ver y entender que los logros de la revolución bolivariana son algo cotidiano y que por ello sabemos entonces que estamos viviendo una revolución, me atrevería a decir que esta ha sido una de sus principales carencias, estamos acostumbrados a mostrar solo el 10% de lo que hacemos con tanto esfuerzo, el gobierno nacional, regional, municipal y las comunidades organizadas que también han tenido valiosas conquistas en caminos y tiempos de revolución.
El Monstruo del MINCI debe pensar y reflexionar en la táctica y estrategia a utilizar de ahora en adelante, seguramente pasaran por las mismas alcabalas de trabajadores y trabajadoras con quejas y problemas, seguramente existen cosas por terminar, seguramente existen trabajadores y trabajadoras aplaudiendo la gestión saliente y jurando lealtad a la entrante, pero no nos detenemos si quiera por un momento a utilizar lo que el gran arquitecto del universo nos ha dado como don único para ser libres y auténticos, el cerebro y a su vez el pensamiento.
Pensar en que veo, porque lo veo, como lo veo y lo más difícil, hasta cuando lo veo, es la tarea del día a día, tal vez no sea yo el tipo con más experiencia, ni el mejor conocedor de las comunicaciones, pero si algo nos ha dado esta revolución, es la oportunidad de ser versátiles y proactivos en diferentes aéreas, ser críticos para mejorar y ser autocríticos para crecer, y de eso se trata, ¿cómo hacemos una comunicación, que de manos con el pueblo muestre los logros de una revolución que con Chávez al frente, ha dado un vuelco a los modelos económicos y sociales en el mundo? ¿Por qué España y otros países europeos gritan “queremos un Chávez”? y al mismo tiempo concienciar que aunque seamos un gobierno obrerista, socialista y anti imperialista, existe una clase social, a la que también es necesario llevarle el mensaje y la invitación a unirse a esta opción de vida MADE IN VENEZUELA y que cada vez más, replica en el mundo.
Las apuestas comienzan, los trabajadores rumoran, se habla del tiempo que durará, se preguntan cuánto aguantara, sin seguir pensando, que estas preguntas no han cambiado en cada gestión que por allí ha pasado.
Todo cambiaria si se preguntasen otro tipo de cosas, decírselas, seria hacerles la reflexión más fácil, pero es justo que el cambio como lo dice el comandante “sea de conciencia, de la base” con nuestras carencias, virtudes y defectos hacemos el trabajo porque somos SERVIDORES, es decir nos debemos a lo que hacemos, pregúntense compañero (a) ¿es esto lo que quiero ser, amo lo que hago? Si las respuestas son contrarias, seguramente esta solo por un salario, y no se siente servidor, el servidor público debe concienciar que su trabajo arduo y reconocible, es en pro al desarrollo de un bien colectivo o un proyecto de gobierno y en este caso nuestro único sur es Venezuela, sustentada en el plan nacional Simon Bolívar que ahora será 2013-2019, la integración de los pueblos, la preservación del planeta, la soberanía y libertad, cada quien a su modo, pero es necesario pensar, para que todas las respuestas sean positivas y de permanencia en esta opción de vida que llamamos revolución bolivariana.
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