La clase que ejerce el poder dominante en la sociedad -dijo Marx- es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones dominantes concebidas como ideas; por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante son también las que confieren el papel dominante a sus ideas. Los individuos que forman la clase dominante…se comprende de suyo que lo hagan en toda su extensión… como pensadores, como productores de ideas, que regulen la producción y distribución de las ideas de su tiempo; y que esas ideas sean, por ello mismo, las ideas dominantes de su tiempo…
Esta larga cita de Marx me vino a la memoria, luego de leer la importante nota escrita por Diego Silva en este mismo medio, sobre la desagradable asociación hecha por el Maestro Abreu entre las Sinfónicas Juveniles y los infames mercenarios Juanes y Bosé. Yo pienso que la idea de convertir la música en un componente de la vida cotidiana de un pueblo es una iniciativa laudable; participo también del pensamiento de Diego, extraordinario músico y amigo, de que la música es y debe ser medio para la expresión de la cultura del ser social venezolano.
Una extraordinaria cantautora venezolana del siglo XX, Cony Méndez, cuyas bellas composiciones nacionalistas pareciera que han sido olvidadas, escribió un poema con ritmo de joropo intitulado Venezuela habla cantando, algunos de cuyos versos dicen más o menos: hay una punt’e ganao que viene desde la sabana, el llanero encapotao cantando la va llevando/ porque hasta el buey te lo entiende si se lo dices cantando../La lavandera en el río y el jardinero regando/el albañil en su andamio todos cantan trabajando/los muchachos de mi pueblo todo el día andan silbando/ Ya por el mundo se dice Venezuela Habla Cantando…
La música, el ritmo, la poética, han sido y son las maneras que utiliza nuestro pueblo para comunicar sus angustias, sus alegrías, sus dolores, sus esperanzas. Por eso nos conmueve hasta el alma la expresión musical de Gino Gonzáles y su grupo Nosotros Con Chávez, conjunto de mujeres y hombres de raigambre genuinamente popular que nos dan con su música y su poetica una extraordinaria clase de filosofía política y de ideología revolucionaria.
El extraordinario acto de masas del 10 de Octubre pasado, cuando el Poder Popular, que es como decir Chávez, se juramentó en Miraflores como Presidente de Venezuela y delegó su representación política en el camarada obrero Nicolás Maduro constituye, a mi humilde parecer, el acta de nacimiento de la hegemonía cultural chavista en Venezuela. Y esa hegemonía ya se expresa en el canto, la música, la danza, el cine, la literatura, en la educación, el pensamiento científico y tecnológico, en el nuevo pensamiento que mueve la doctrina castrense de los militares bolivarianos, en la acción política revolucionaria que impulsa cotidianamente nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez. Ahora debemos concretarla en una Política Cultural de Estado que esté coherentemente representada en todas las dimensiones y acciones del Estado Bolivariano.
Esa cultura chavista revolucionaria debe terminar por imponerse y dominar finalmente la ideología neocolonial que nos legó la vieja cultura burguesa venezolana. Los revolucionarios no podemos aceptar que Juanes y Bosé armen en Venezuela una guarimba cultural fascista ¡financiada por el Estado Bolivariano!., lo cual contradice de manera grosera los principios eticos de nuestra Revolución . Es preciso que la Revolución Bolivariana construya una cultura verdaderamente revolucionaria. No nos faltan los hombres y mujeres que se encarguen de llevar a término esa obra. Y Diego Silva es uno de ellos. Viviremos y Venceremos. ¡Viva Chavez, Carajo!
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