Diosdado Cabello, como Vicepresidente del PSUV, arrancó en varios Estados una campaña con mucha fuerza, en la que, entregaba una carpeta con los documentos que serian sometidos a una amplia discusión y debate por parte de las UBCH, que no son más que materiales para fortalecer la formación política e ideológica de la militancia, que buscan reencontrarse con el Legado del Comandante Supremo y su doctrina heredada de Simón Rodríguez, Bolívar y Zamora.
El Presidente Maduro, en todas sus apariciones públicas, ha destacado la necesidad de estudiar mucho, de asumir el compromiso revolucionario sobre la base de la superación; en cada una de sus intervenciones, se le percibe un cumulo de ideas y propuestas generadoras de debate, proyecta una gran angustia sobre la situación del país por la falta de confrontación de ideas creadoras de escenarios de paz, aupando la presentación de propuestas de bases militantes ante el magno evento, para que el debate creador contribuya a superar los enfrentamientos estériles y se consolide la unidad del pueblo con las opciones estratégicas de la revolución, que del Congreso deben salir.
Después de hacer mi caminata mañanera, llego al puesto de periódico al que acudo todos los días. Al cancelar los periódicos que regularmente compro y salir del puesto, me topo con destacado dirigente del PSUV y me interesó saludarlo por una razón muy sencilla. Necesitaba su impresión sobre la sequia de debate estadal en torno a las temáticas del Congreso del PSUV.
Fui directo y le dije: ¿Camarada cómo va la discusión del Congreso? Y me dio la respuesta que esperaba y sabía. Me dijo, estamos pensando en fijar unos conversatorios.
¡Maravilloso!; fue mi automática expresión, mientras me alejaba del Camarada. (Claudio Domínguez, Aporrea del 29-05-14).
El escenario expresado por Domínguez, se repite en otras partes del país a través de la pluma de otros asiduos escritores de Aporrea; lo que quiere decir, que el esfuerzo de Diosdado y Maduro, pareciera que están cayendo en el vacío.
Aquí en el Municipio Miranda y en algunos otros municipios, donde se ha podido compartir momentos, existe una queja permanente en las UBCH, que consiste en la poca atención que se les ha dado; expresan no haber recibido ningún tipo de documentos para la discusión y el debate, se están apareciendo algunos candidatos entubados con la bendición de no sabe quien, con el cuento que existen quienes quieren dividir el partido, pero la salvación son esos candidatos, inclusive, pretenden llenar unas planillas no se sabe para que, a lo que, las bases que solo son utilizadas para buscar votos se están negando; como consecuencia, aparecen las amenazas.
La imposición es el orden del día, situación que echa por tierra la Democracia Participativa y protagónica que establece el marco constitucional y que rige el Libro Rojo invisible en este proceso; al respecto, el comentario de Domínguez, expresado en su artículo, sobre lo que estaba pasando en su Estado, es muy similar a lo que estamos viendo por aquí: sigue Domínguez: para hacer uso de un lugar común o una expresión muy común, que oímos durante todo el trayecto de la cuarta, debo decir, que cualquier parecido del proceso de preparación y selección de los candidatos al Congreso del PSUV con el termino macolla, es una simple coincidencia, es una simple imaginación-ficción, que apareció en mi mente, producto de mi ociosa soledad.
Frente a esa situación, viene apareciendo una insurgencia silenciosa que reclama atención política y a los planteamientos que hacen a las diferentes instancias, sin repuestas; claman un debate como lo han planteado Diosdado y Nicolás. Un debate fructífero que contribuya a la unidad. Un debate que exprese el sentimiento del Partido como integrador de masas humanas. Un debate donde el camarada no se sienta utilizado. Un debate para construir la patria nueva, donde se respete la disidencia y cesen las expresiones despectivas de guarimbero a quien discrepe con la macolla, que tanto fué cuestionada por el Comandante supremo de la Revolución.
Ubicados en ese contexto secesionista, los verdaderos divisionistas, son los macolleros que se pusieron de espaldas a los lineamientos del gran debate y de búsqueda de las ideas que impulsan Diosdado y Nicolás. Ese pueblo que se aglutinó en el PSUV como esperanza de la organización revolucionaria, solo anda apegada al Legado de Chávez, y por ello, lucha y seguirá luchando.
El llamado a las UBCH, es para que a la hora de postular, tengan presente el refrán popular que dice: A palabras necias, oídos sordos y castiguen las posturas secesionistas que son los verdaderos divisionistas.