El Comandante eterno Hugo Chávez partía físicamente y entraba a su reposo en el Cuartel de la Montaña, el mismo lugar que lo dio a conocer ante el mundo entero con su frase firme y marcada dentro de su morral de batalla: ¡por ahora! Allí, 21 años después, Adán Chávez su hermano, con el llanto y voz quebrada ante el féretro de Hugo dijo las palabras del pacto que ambos se plantearon un día: "Si alguno de los dos, en algún momento, por alguna circunstancia, cae a la orilla del camino, es deber del otro tomar el morral y echárselo a cuestas y seguir andando", en este caso, Adán, con lágrimas en los ojos juró asumir el pacto: "Lo tomé Hugo. Aquí voy con tu morral, no joda, ¡Viva Chávez, carajo!". Este pacto se hizo también de una nación entera llorosa ante la despedida de un gigante; el morral se convertía en sueño del pueblo.
Desde el momento de la partida física del Comandante Hugo Chávez en marzo de 2013, Venezuela viene sufriendo un giro político acentuado, la percepción del pueblo podría descifrarse en una especie de nueva república, diríamos la sexta, posterior a la transición de la quinta y el morral de los sueños en el hombro del pueblo está llegando para unos y deja de llegar a otros, lo que detiene el avance socialista planteado. La revolución ante el látigo de la contrarrevolución ha sido lenta en la ofensiva para ponerse sólo de pie ante la defensiva, he allí la causa que el enemigo de la patria venezolana haya encontrado como debilidades para insistir en el ataque desmedido.
El heredero político del Comandante Chávez, el Presidente Nicolás Maduro, ha sido atacado como gobernante alguno por el fascismo y la canalla mediática en Venezuela y el mundo, sin embargo, el pueblo venezolano, también ha resistido una guerra de todo tipo que va desde lo sicológico hasta lo material, en exceso de uno y en escasez de lo otro, pero el morral se ha detenido y ha ido dejando de lado a un sector que también es pueblo, ¡otra debilidad por corregir!
"El Morral de Chávez", es una entrega escolar simbólica para nuestros niños y jóvenes venezolanos, direccionado a las escuelas y liceos públicos, pudiéramos decir que, aquí hay una exclusión no revisada porque muchas casos de los que estudian en privados no tienen poder económico y en otros, no todos los que estudian en públicos son pobres e irónicamente, en unos puede faltar el pan y en otro puede sobrar la cerveza. Los que estudian por alguna razón en privado (no necesariamente por lujo pues a veces se hace por obligación de las circunstancias y al parecer, como venezolanos no tienen derecho acceder a un morral de sueños). Se han dado el caso de familias con varios muchachos en su hogar y cada uno recibe anualmente su morral y becas de estudio porque estudian en un instituto público, que, por cierto, es justo porque ellos también son pueblo, pero, el "El Morral de Chávez" es el sueño de un pueblo entero y la inclusión debería ser para todos. Eso sería honrar el legado de Chávez…