Nuevamente el Presidente Nicolás Maduro se refirió al MPDIN –dijo el nombre completo: Movimiento Pro Defensa de las Ideas Nacionalistas– en una reunión de la Dirección Nacional del PSUV, ante un abanico de dirigentes de varias generaciones, algunos, los adultos mayores –provenientes del PCV, del MEP, de la Liga Socialista, de la Causa R, del PPT, del MAS, Bandera Roja), seguramente conocerían su trayectoria política y revolucionaria, los más jóvenes probablemente no porque aquí se escribe poco de las ideas políticas de las últimas décadas y no tienen fuentes de información sobre el MPDIN, salvo las que, quien esto escribe, y Otto Van Der Velde hemos publicado en varias oportunidades y en diferentes medios.
En las ocasiones anteriores cuando el Presidente Maduro se refirió al MPDIN –desde el 2013, es decir durante 5 años– mencionó varios de sus dirigentes ahora, con sorma, con un dejo de burla, apenas dijo que esa organización la componían 5 personas, no las mencionó, y como Rodolfo Sanz estaba allí, lo nombró, aclaro yo que Rodolfo abandonó el MPDIN, del cual era un destacado dirigente nacional, para irse a la Causa R, tratando quizás de alcanzar la notoriedad y las posiciones que pensaba allí podía conseguir, igual los pocos que se fueron con él.
Por supuesto que el Presidente sabe que una organización que alcanzó 31 años de vida –1969/2000– rebasaba con creces los 5 militantes, sólo del grupo MOPO donde militaba Rodolfo Sanz antes de fundirse con el MPDIN tenía más de 5 militantes, igual el grupo Barricada, que dirigía Napoleón Barrios (por cierto candidato del MPDIN a la presidencia de la República el año 1988), y otros grupos que se adhirieron al MPDIN; ni se diga el MPDIN propiamente dicho que contaba con experimentados y combativos cuadros en casi todos los estados de la República, militancia activa, con trabajo de masas en zonas campesinas, fabriles, sindicatos, universidades (UCV, Unellez, Universidad de Carabobo, etc.), barriadas y comunidades. Pero no sólo eso, éramos un partido de cuadro no de masas, íbamos donde estaban las masas, el pueblo, los trabajadores, allí nos insertábamos con novedosas propuestas políticas como el nacionalismo popular, el bolivarianismo desde la visión del socialismo científico, la defensa de los intereses de los trabajadores, el antimperialismo. Si de número de activistas se trata digamos que teníamos tantos o quizás un poco más de militantes que la Liga Socialista, el GAR, el PCV y otros grupos y partidos revolucionarios. En ese período existían 22 agrupaciones de izquierda, agrupaciones marxistas de cuadros.
Por supuesto ya el MPDIN no existe pero la sorna presidencial –mal estilo político cuando se sabe que quienes allí militamos somos hoy, desde 1998, hombres y mujeres consecuentes de la Revolución, que de diversas formas aportamos y defendemos el proyecto revolucionario y al triunfo reciente del Presidente y merecemos cuando menos un tratamiento acorde con esos aportes, desprendimientos y sacrificios–. Claro que ignorarnos no disminuye su grandeza como lo intentaron no pocas veces dentro de la izquierda grupos como el MAS y otros, siempre con la intención de disminuirnos y restarle importancia histórica, política, e ideológica a nuestra trayectoria y aportes a la política –tuvimos siempre Otto, yo, Rodolfo y otros, la mala cosntumbre de escribir, teorizar, investigar y ser analistas políticos, sean, entonces, buenas las circunstancias para dar a conocer, al menos a la dirección del PSUV, algunos datos de lo que fue el MPDIN –que espero, de paso, que Rodolfo Sanz, por ética, nos haya defendido y por lo menos decir que éramos más de 5 activistas como él lo sabe muy bien.
Ya que nuevamente el Presidente Nicolás Maduro, luchador social, sindical y político de vieja data, hijo político del Comandante Supremo Hugo Chávez, por quien votamos y contribuimos a su triunfo el 14 de abril de 2013 y el 20 de mayo de 2018 (mi artículos de defensa de la Revolución Bolivariana y del Presidente Maduro pueden leerse en las páginas web: revistacaracola.com.ve, Aporrea, Ensartaos, Eco Popular, Colarebo, entre otras) y a quien conocimos en esas luchas contra los opresores y el sistema capitalista y por la redención del pueblo, se ha referido desdeñosamente y burlonamente al MPDIN, hago una pequeña lista, bastante incompleta, de sus líderes nacionales, regionales y municipales, estudiantiles y sindicales en el transcurso de sus 31 años de existencia.
Luis Beltrán Rivas, Otto Vandervelde Quijada, Humberto Gómez García, Iván Gómez García, Rodolfo Sanz, Miguel Benavides, ‘Memín’; Carlitos Mirabal (fallecido), Manuel Ureña (fallecido), Jesús González (fallecido), Luis Ramón Herrera, Jesús Belbín (fallecido), Nicolás Rivas, Wilfredo Barrios, Deyanira Vallenilla, Vilma Bustamante, William Mantilla, Carmen Ramírez, Carmen Villegas, Carlos Leal, Juan Amundaraín, Antonio Márquez (fallecido), Alberto Medina, Eugenio Farrera, Oscar Gedler, Armando Testa, Rodrigo Rivera, Alfredo Michelena, Marisol Díaz, Maritza La Cruz, Mirna Briceño; Grupo Vanguardia Estudiantil de Arquitectura VEA, de la UCV, Grupo Barricada integrado por Napoleón Barrios, Leticia Barrios, Martín Limperani. Oscar ‘Ho Chi Minh, Zona de Barlovento; Manuel ‘Cúa’ Alvarado, Enrique Carrasco, María Briceño, Maximino Rojas, Blanca Núñez Tenorio, Alí Leal, Memo José Alvarado, Roberto Infante ‘Beto’, Gelson Briceño, Juan Contreras, Bernardina Zorrilla, Héctor Obregón, Luis Alberto Rodríguez, Carmen Zamora. Un grupo de Monjas que realizaban trabajo social en Catia (Los Magallanes) se incorporó a la militancia política con nosotros.
El MPDIN tuvo importante presencia en las directivas de algunos sindicatos como Sitragastro, Sinofino, Sindicato de las Grasas (Carabobo) Los Cañizos, Yaracuy, Sindicato de la Fuller, Sindicato Laboratorios Berhens, entre otros desde donde sus líderes desplegaron lucha en pro de los intereses de la clase obrera, se organizaron movilizaciones, paros, huelgas contra los explotadores.
El MPDIN no descuidó la comunicación con las masas y en diferentes épocas los trabajos locales, regionales y nacional editaron periódicos donde se combatían la represión de las tiranías adeco copeyanas, el alto costo de la vida, la entrega de la riqueza y el patrimonio nacional. Algunos de esos periódicos fueron: El Ojo de Venezuela, Correo del JAMAS, Voz del Barrio, de El Cementerio; El Mondongo, de El Valle; La Abeja, de Chapellín; Luchas Agrarias, de Portuguesa; ABC de las Luchas Obreras, de Maracay; el periódico oficial Unidad Nacional Antimperialista estuvo saliendo como tabloide por años.
La presencia del MPDIN sólo en Caracas abarcaba las parroquias del norte de la capital. San José, La Pastora, Altagracia, El Recreo con la Junta de Ayuda Mutua para la Acción Social (JAMAS) y fuertes núcleos de cuadros en Chapellín, Sarría (quebrada El Carmen donde instalamos un dispensario y una clínica odontológica), Santa Rosalía en todas las comunidades de El Cementerio, particular fuerza en El Helicoide, centro de refugiados por las calamidades naturales. El Valle (Cañicito), Los Jardines y Coche. Las parroquias del Oeste: Antímano (con enorme fortaleza en Carapita), La Vega, San Juan, Caricuao, Catia y 23 de Enero.
Desarrollamos un fuerte trabajo social y de masas en Vargas. Fundamos en los Claveles/Algarín en Maiquetía el Comité unificado Maiquetía desde donde se impulsó el Festival ‘Los Niños nacen pata ser felices’, jornadas de participación popular, juegos tradicionales, presentación de grupos musicales, de teatro, se fundó un Cine Club, una emisora comunitaria, talleres de cerámica, teatro y otras disciplinas culturales. La comunidad se organizó para luchar por la propiedad de la tierra, anteriormente propiedad de la Iglesia de Maiquetía que se la vendió al Centro Simón Bolívar que nunca se la transfirió a la comunidad.
El MPDIN desarrolló en Vargas una intensa actividad por la autonomía, más concretamente por la creación del Estado Vargas. Fundó la Coordinadora Popular por el Estado Vargas, recogió firmas, elaboró un proyecto de ley para crear el Estado Vargas, realizó foros, concentraciones y múltiples actividades de masas. Repartió manifiestos como ‘El MPDIN pide: ¡Estado ya para La Guaira!, colocó afiches y cartelones en todas las parroquias guaireñas. Fue un verdadero trabajo social y de masas… que se lo aprovecharon los oportunistas disfrazados de izquierda. Chávez le alzó los brazos a un verdadero muerto que después, en una titánica batalla de masas logramos que ganara la primera gobernación y el flamante gobernador el día de su proclamación desconoció todo nuestro trabajo y el otros grupos políticos y sociales y le dio los méritos a un oscuro empresario que nada había hecho y se abrogaron un trabajo político que no habían hecho.
EL MPDIN, BREVE HISTORIA Y TRAYECTORIA REVOLUCIONARIA
El presidente Maduro de nuevo hace referencia al MPDIN y ya que ha traído a colación el tema, vamos a aportar algunas informaciones sobre los orígenes y la trayectoria de esta organización socialista, nacionalista, antimperialista y bolivariana que puedan servirle a él y a otros camaradas de referencia histórica y de ejemplo de constancia revolucionaria.
Cuando nace el MPDIN entre 1969 y 1970, Maduro era muy joven; él mismo cuenta que su papá lo llevaba a las reuniones del MEP del cual era militante. Eso debe ser allá por el 1978 cuando apoyamos la candidatura del maestro Prieto y logramos darle un gran impulso al MEP a tal punto que contribuimos decisivamente a la libertad de Salón Mesa Espinoza en Caracas, preso en la policía política debido en buena medida a la intensa actividad política y de masas del MPDIN que movió al pueblo caraqueño a votar por él y Prieto.
Voy a desarrollar en este trabajo algunos aspectos de la historia del MPDIN que puedan servir de referencia no sólo al presidente Maduro sino a muchos camaradas que forman parte del gobierno. La nuestra no fue una historia ni una trayectoria improvisada sino una sostenida lucha contra el imperialismo, la burguesía nacional, el reformismo y la traición de los partidos de la derecha, del centro incluso algunos que se asumían de izquierda. Hay aportes que poco se conocen o no se conocen de las luchas de aquella época.
Lo bueno del comentario del camarada Presidente Nicolás Maduro es haber traído,, en estos momentos de aguda crisis a la palestra política unas referencias a una organización que luchó denonadamente por la liberación nacional y el socialismo durante más de 30 años sin claudicar ni dar concesiones a la derecha y muchos de sus líderes y lideresas siguen en la lucha aunque se los margine y excluya del hecho político. Muchos se preguntarán ¿qué era el MPDIN? Bueno aquí algunas semblanzas.
EN 1969 SE FUNDA EL MPDIN
En 1969 se funda una agrupación revolucionaria llamada Movimiento Pro Defensa de las Ideas Nacionalistas (MPDIN); en verdad no se llamaba así, el nombre inicial era Movimiento Pro Defensa de los Intereses Nacionales, pero cuando se fue a registrar en el Consejo Supremo Electoral el nombre no nos lo aceptaron, entonces lo cambiamos pero conservando las siglas. La izquierda venía de una experiencia traumática, la derrota de la lucha armada, el derrumbe y la artera división del PCV, la fundación del MAS, el surgimiento de la Causa R, de Bandera Roja, la crónica crisis del MIR hasta su final disolución porque Moisés Moleiro lo entregó al MAS y éste se lo tragó. En fin, el surgimiento de la diáspora, la pérdida de la credibilidad en el liderazgo revolucionario o pseudo revolucionario y en los partidos de izquierda, crisis que abrió la posibilidad de que se abriera un abanico de organizaciones de izquierda que buscaban respuestas a la crisis revolucionaria de entonces y una salida a la grave situación de dependencia de Venezuela con relación a la dominación transnacional e imperial con diferentes propuestas programáticas y estrategias políticas de masas.
La creación del MPDIN significó no sólo una salida en la búsqueda de una alternativa política y revolucionaria, fue la posibilidad de hacer un aporte político-ideológico que resumía en buena medida todos los conocimientos adquiridos por sus dirigentes desde la lucha antiperezjimenista allá por el año 1956, es decir, 14 años de aprendizajes, con una tesis política que denominamos del nacionalismo popular y antimperialista, y que reivindicaba el pensamiento bolivariano desde una visión del pensamiento socialista marxista de la izquierda revolucionaria.
La izquierda venezolana de entonces (y mucha de la de ahora) no entendía el problema nacional (década de los 70, 80 y 90), nos acusaban de chovinistas y estaban equivocados, con un marxismo mal interpretado y peor digerido, el dogmatismo de esos sectores no les permitía entender la cuestión nacionalista porque ésta había sido bandera de los militares derechistas y ultra derechistas. Cuando hablábamos del antimperialismo, esa cosa política que fue el MAS nos decía que eso estaba pasado de moda, otras organizaciones también rechazaban el antimperialismo. Era una entrega ideológica total al sistema, absurda, miope, estúpida. Claro, se había derrumbado el campo socialista y la URRS. Pero nunca entendieron, como lo entendió y aseveró el MPDIN que, en el rigor del análisis marxista de la lucha de clases, que la contradicción principal era la contradicción existente entre la nación-pueblo venezolano (el bloque histórico del que hablaba Antonio Gramci) y el imperialismo yanqui-oligarquía venezolana. Se los tragó el ideólogo neoliberal Fucuyama con su tesis del fin de la historia y la post modernidad. Quien si estaba claro en la cuestión nacional fue Hugo Chávez que en aquel lóbrego período para el socialismo, él insurgía con las banderas nacionalistas y bolivarianas. No dudo que el Comandante Chávez también abrevó en las tesis del nacionalismo popular/antimperialista del MPDIN, nacidas 20 años antes de su aparición en la política después del alzamiento del 4 de Febrero de 1992.
¿DE DÓNDE VIENE EL MPDIN?
El MPDIN tiene, en su origen, dos vertientes, una es la proveniente del FLN-FALN, de la lucha armada de los años 60 de la izquierda, con el desprendimiento de la original Juventud Revolucionaria Venezolana (JRV) que dirigían dentro del FLN, Otto Vandervelde Quijada, Eglis Méndez (fallecida) e Iván Gómez, entre otros y el primer PRV (el que se crea en 1968 después de la división del FLN) que fundaron y dirigieron Fernando Márquez Cairoz, el propio Otto Vandervelde, Julio Vivas, Pedro Lozada (fallecido), Humberto Gómez, José Ostia, entre otros. Agotadas esas dos instancias políticamente quedamos un grupo de camaradas concibiendo nuestro camino político,
La otra vertiente proviene de un importante grupo de trabajadores y activistas políticos de Los Teques, estado Miranda, provenientes algunos del perejimenizmo, otros de URD y otros de grupos de izquierda; ese grupo lo dirigían, entre otros, Luis Beltrán Rivas y Eugenio Farrera.
EL MPDIN FUE UNA INMENSA ESCUELA DE CUADROS POLÍTICOS
A partir de 1970, cuando ya la organización comenzaba a adquirir cierta robustez a nivel popular, a nivel de sectores juveniles, de comunidades pobres, de sectores de trabajadores, la capacitación y la formación política se hizo una de las principales políticas de la naciente organización. Escuela de cuadros, talleres, congresos ideológicos, simposios, mesas redondas y cuanto instrumento para enseñar y aprender se tratara fue utilizada por varias décadas para preparar política e ideológicamente a centenas de cuadros revolucionarios surgidos en su inmensa mayoría de la entraña popular.
La Historia de Venezuela, la Historia de las Ideas políticas, la Economía Política, la Historia del Pensamiento Político Revolucionario Latinoamericano y Caribeño, Historia del Movimiento Obrero Venezolano, el pensamiento de Simón Bolívar y de Simón Rodríguez, el Pensamiento Político de Fidel Castro, el Pensamiento Político del Che Guevara, Filosofía Marxista, Los Movimientos de Izquierda en América Latina. Estas y otras materias eran tratadas en esas escuelas de cuadros, en los Círculos de Estudio, en charlas y conversatorios en el seno de la organización. Me correspondió en no poca medida ser facilitador y formador de muchos de aquellos militantes revolucionarios que militaban en el MPDIN, por lo menos durante 30 años. Muchos de los dirigentes que hoy emergen en el cenit de la política venezolana y del liderazgo social, fueron camaradas míos en el proceso de enseñanza y formación política y las huellas de mis enseñanzas están en ellos y ellas.
DE LA DEFINICIÓN IDEOLÓGICA AL TRABAJO EN EL SENO DEL PUEBLO
Haciendo un rápido recuento histórico de esta organización hay que señalar que los núcleos iniciales de ella surgen, como dije, de la división del FLN-FALN en 1968, y de la convergencia y fusión con un importante grupo revolucionario que funciona en la ciudad de Los Teques, Estado Miranda, en 1969; pero será en el año 1973 cuando comienza a estructurarse con carácter nacional y realiza en ese año su primera Conferencia Nacional.
De 1973 a 1977 fue un período de estudio, investigación, trabajos de masas a nivel comunal y estudiantil y obrero. De definir el perfil ideológico y afinar la teoría de la cuestión nacional, de ubicarnos en una posición de defensa de los intereses de las clases trabajadoras, de allí que por lo general, después de las siglas, se le agrega la frase ‘partido revolucionario de los trabajadores’.
De la Declaración de Principios del MPDIN puedo extraer la respuesta a la pregunta de ¿qué fuimos? Allí se dice que: "El Movimiento Popular Pro Defensa de las Ideas Nacionalistas (MPDIN) surge de la libre voluntad de un grupo de trabajadores manuales e intelectuales, venezolanos todos, que convergen en un proyecto político-organizativo que nace con miras a sumar esfuerzos y voluntades, cargado de frescura y pujanza juvenil, que se plantea como tarea impulsar una política dirigida, fundamentalmente, a la defensa de las clases explotadas".
En otra parte del mismo documento, se lee:
"No somos una organización más o un elemento que contribuye a la dispersión o a la división de los trabajadores y del pueblo en general. Consideramos que somos parte de una síntesis de las luchas, esfuerzos y sacrificios realizados por nuestro pueblo, su clase trabajadora, su juventud, sus mujeres y que cimentado en el presente se plantea ser instrumento, llave social que abra las puertas de ese futuro que alborea en los finales del siglo veinte y el inicio del año dosmil. Nacemos dispuestos a ser una auténtica alternativa de poder y de cambio social".
Más adelante el documento prosigue así:
"El MPDIN es un organización que surge en la escena política del país como un punto de referencia para todos los revolucionarios venezolanos de todas las generaciones, dispersos o inactivos en un amplio campo social; como trinchera que acunará los mejores hombres y mujeres del pueblo venezolano ganado para un cambio profundo en las estructuras de la sociedad venezolana cargadas de injusticias, desigualdades sociales, deformaciones de todo tipo, dependencia hacia factores externos de dominación económica y política, injusta distribución del ingreso nacional y de la riqueza, de existencia del neo colonialismo, pérdida creciente de nuestra identidad nacional y del sentido de pertenencia".
Para el MPDIN la crisis del modelo político (pacto de Punto Fijo) y económico (petrolero-rentista) de la Cuarta República, a las que se agregan las políticas de desnacionalización y desmantelamiento del país, sus grandes empresas, que desde 1989 impusieron abiertamente las políticas neo liberales y globalizadoras del FMI, que llevaron a su clímax la crisis de la llamada democracia representativa, pseudo democracia autoritaria, regímenes corruptos, represivos, dictadura de los cogollos de tres partidos (AD, Copei, MAS), de los grupos monopólicos de la minoría oligárquica económica representada en la cúpula de FEDECAMARAS; sistema perverso donde en los últimos años todos los males contra el pueblo y la Patria han sido posibles como lo ha evidenciado la turbulencia de los últimos 14 años.
LA LUCHA DEL MPDIN POR LA DEMOCRACIA
PARTICIPATIVA Y LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE
Por eso el MPDIN puso sobre el tapete la discusión sobre la conquista de una verdadera democracia, de corte participativo, popular, al servicio de las grandes mayorías nacionales, diferente a la nefasta experiencia de la democracia politiquera, partidista de los 40 años cuartorepublicanos sino que le propusimos al pueblo, a todos los sectores, conquistarla en la calle a través de sus organizaciones sociales, de masas, gremiales como una forma de conformar órganos de poder popular, levantar esas banderas como parte del programa político para el proceso electoral venidero. Que el desarrollo de una democracia directa y participativa y sus instrumentos fueran una bandera en la lucha por la Asamblea Nacional Constituyente.
El MPDIN se planteaba, en la lucha política por el poder, enarbolar un programa político que tuviera en cuenta la reconstrucción del país, el control soberano por parte del Estado de las industrias estratégicas: petróleo, empresas básicas, minería, telecomunicaciones y arterias viales. Planteábamos cinco áreas económicas: la estatal, la privada (no monopólica), la mixta, la cooperativa y la popular. Eliminar el funcionamiento de monopolios privados. Revisión de todas las políticas neo liberales implementadas durante los últimos 10 años, 1988/1998. Reconstruir los poderes públicos y agregar el Poder Moral. Privilegiar la educación y la cultura como uno de los soportes del desarrollo espiritual y material del país. Impulsar una política de alianzas regionales a partir de los intereses comunes. Conformar bloques políticos en base al criterio expuesto y desarrollado por el Libertador Simón Bolívar. Reestructuración de todos los servicios públicos.
¿CÓMO FUE ELABORADA LA TESIS DE LA CUESTIÓN
NACIONAL EN EL PENSAMIENTO POLÍTICO DEL MPDIN?
Cuando nace el MPDIN, éste salía a la luz con una fundamentación política basada en la cuestión nacional, ariete principal de sus luchas y las del pueblo venezolano, nacionalismo popular lo llamamos, para oponerlo a ese nacionalismo chovinista, xenófobo, de fronteras que siempre aparecía como bandera exclusiva de algunos sectores militares o afectos a los militares de derecha antes de 1992.
Nuestro pensamiento nacionalista partía, en parte de su fundamentación ideológica, del rescate del pensamiento de Bolívar y Simón Rodríguez, todo ese cuerpo teórico-político nacido en los campos de batalla, en los momentos estelares de la reflexión de los libertadores sobre el futuro de América, y de las derrotas políticas y militares. La Primera y Segunda República, La Carta de Jamaica, el Congreso de Angostura, el Correo del Orinoco, el Congreso Anfictiónico de Panamá, la Gran Colombia. Es decir, la unidad latinoamericana. La democracia entendida como un verdadero ejercicio y participación de las mayorías en lo que Bolívar llamó: el Poder Popular. Fuimos pues, viniendo de la entraña popular, y con una presencia fuerte del pensamiento progresista y revolucionario venezolano y latinoamericano, la primera organización bolivariana desde las perspectivas de la izquierda socialista venezolana que se asumía como tal.
Pero no quedó allí, para reforzar la fundamentación teórica de que era preciso para reconstruir la patria, ir a sus auténticos orígenes, hicimos nuestras y valoramos en su justa dimensión las luchas de los ancestros indígenas venezolanos, uno de cuyos mayores exponentes de la naciente nacionalidad fue el extraordinario jefe militar y político, el Cacique Guaicaipuro, quien comandó todas las etnias confederadas bajo su mando único, alcanzado ese poder en el famoso Congreso Indígena que se realiza debajo de los Uveros de Macuto. Sin esas bases de heroísmo, generosidad, valor, rebeldía, sentimientos de igualdad, hermandad y fraternidad no hubiese sido posible la patria que se va configurando en la noche oscura del colonialismo que fue a desembocar en el intento libertario del negro José Leonardo Chirinos, y después en el intento revolucionario más grandiosos de todo ese período, la revolución de Gual y España, nacida en La Guaira, que planteaban más allá de la independencia de Venezuela y América, una verdadera revolución con su cambio de estructuras: abolición de la esclavitud, igualdad de las clases, libertad para todo el continente, deberes y derechos similares para todos los hombres y mujeres.
No escapó la percepción política de los fundadores del MPDIN la importancia, vigencia y trascendencia del pensamiento de Don Simón Rodríguez, el ideólogo de la libertad suramericana y uno de los más grandes pensadores y forjadores del nuevo mundo que nació en los campos de batalla, quizás el más americano de nuestros ideólogos, el más profundo, el más denso y, por ello, el más deliberadamente ignorado por los sectores dominantes, en sus grandes propuestas transformadoras de la gran nación americana y de un pueblo que nacía al mundo envuelto en el manto del más grandiosos heroísmo y de una época aún no escrita y descrita en toda su grandeza y epopeya en la historia del mundo.
Pero igualmente planteamos bajar al generalísimo Francisco de Miranda de la infame cárcel de La Carraca donde lo confino el criminal colonialismo español. Retomar la idea de un sola gran nación en América, la propuesta del incanato y lo más avanzado de su visión política.
EL TEMA DE LA GUERRA FEDERAL EN EL PROGRAMA DEL MPDIN
¿Qué es la historia del pueblo venezolano sin la Guerra Federal y la personalidad carismática del general del Pueblo Soberano, Ezequiel Zamora?
La lucha por la tierra, la igualdad, la justicia social. Completar, en suma, lo que no se alcanzó con el triunfo de Carabobo en 1821.
Ezequiel Zamora cuyo pensamiento e inteligencia le permitieron galvanizar el descontento popular, concitó apoyo y adhesiones que acercaron al pueblo, por primera vez en 400 años, a formas de poder político y de democracia popular, y que se frustraron con su asesinato y muerte absurda en manos de los futuros oligarcas liberales, Guzmán Blanco sobre todo. La debilidad de aquel movimiento de pueblo, fue que se apuntaló en el caudillismo y no se concibió como un proyecto de liderazgo colectivo, muerto el líder, fue más fácil controlar la situación.
De manera pues, que el MPDIN fundamentó buena parte de su ideología y su pensamiento político en las más genuinas raíces del sentir popular y nacional, en las tradiciones de lucha por un mundo mejor, y en lo más depurado y acabado del pensamiento revolucionario de los libertadores.
Forjamos entonces la terminología o categoría de nacionalismo popular para oponerla a ese nacionalismo a veces oportunista, que convertía al Libertador en un ícono muerto y sin vida. Pero sobre todo, a ese nacionalismo falaz, que dejaba intacta le estructura de dominación, las ataduras a los monopolios transnacionales o imperiales, que justificaba la explotación y el saqueo de nuestras riquezas. Creamos la categoría del nacionalismo popular porque entendíamos que los pobres también tienen patria, no sólo los poderosos.
Fue una concepción de un nacionalismo con raíces en las luchas, sufrimientos, sueños, esperanzas y utopías de nuestro pueblo; nacionalismo totalmente diferente a aquellas manifestaciones de nacionalismo que en nombre de la Patria justificaban las dictadura, las formas fascistas de represión y acción política, que reprimía cualquier manifestación o aspiración de democracia; nacionalismo que quizás mantenía algunas formas culturales, folclóricas mientras permitía que nuestras riquezas, los beneficios que ellas generaban, salieran hacia las arcas de los grandes magnates de Wall Stree. Nacionalismo que permitía el latrocinio, las bestiales torturas de opositores, los asesinatos, las violaciones masivas de los derechos humanos de nuestro pueblo, sumido en la noche negra de la ignorancia y el vicio.
Comprendimos que ha medida que se acentuara la dominación económica e ideológica transnacional sobre nuestro país, en esa misma medida se iban a ir perfilando las contradicciones de las clases venezolanas y la cuestión nacional iría, inexorablemente, abriéndose paso en las búsquedas, instintivas a veces, más o menos claras, otras; pero que propenderían a fortalecerse en la medida en que se acentuaran las modernas formas de entreguismo del patrimonio nacional, de antipatriotismo cuyas mayores expresiones se materializaron en la segunda administración de CAP y en la llamada ‘Agenda Venezuela’, ambas administraciones neo liberales. Ni qué decir del segundo gobierno del Dr. Rafael Caldera.
SOCIALISMO Y BOLIVARIANISMO IBAN JUNTAS EN LAS ESTRATEGIA DEL MPDIN
Cuando fundamos el MPDIN tuvimos claro que lo fundamental era rescatar a Bolívar como el conductor estratégico de un radical cambio transformador en Venezuela, una verdadera revolución social, justiciera, humanista en nuestras tradiciones venezolanas y latinoamericanas. Sólo un proceso socialista puede acompañar esa revolución. Ir a las fuentes originarias del marxismo, conocer los clásicos, pero ir a lo endógeno, a Mariátegui, a Mella, a Fidel y el Che. Entendiendo que la contradicción de clases principal era (y es) la que existe en el pueblo/nación venezolana y el imperialismo/oligarquía, de allí el carácter antimperialista del MPDIN. Construimos la tesis del nacionalismo popular, bolivariano, antimperialista y socialista.
EL MPDIN PLANTEABA LA CUESTIÓN NACIONAL
DENTRO DE UN BLOQUE HISTÓRICO
A nuestro juicio siempre fue fundamental que el movimiento revolucionario, el movimiento popular, los sectores medios y pequeños del comercio y la producción, los profesionales, intelectuales y sectores culturales, las vanguardias de las etnias indígenas entendieran el problema teórico y político de la cuestión nacional, que a partir de allí se implementara un programa de transformaciones estructurales en el país. Lamentablemente la izquierda venezolana no entendió en todos esos años nuestro planteamiento creo que por razones ideológicas, de formas neo coloniales en su ideología, en su pensamiento, de dogmas y estrecheces ideológicas.
A mi juicio, la cuestión nacional, para entenderla en la formulación bolivariana y en el marco de la contemporaneidad, debía y debe pasar por una redefinición del concepto de democracia y acercar más la noción de democracia participativa, directa y popular; igual es el problema del poder político donde participen los trabajadores y el pueblo. Era plantear el desmontaje de una estructura de poder viciada, corrompida, pérfida, cruel, terrorista, hambreadora como ahora lo intenta la revolución bolivariana. Precisamente eso fue lo que hizo el comandante Hugo Chávez al impulsar la Asamblea Constituyente y abrir la discusión para crear la Constitución Bolivariana.
Decíamos que entender la cuestión nacional en la formulación bolivariana y en el marco de la contemporaneidad, pues si no se moderniza el enfoque, se actualiza a la luz de las luchas de nuestros pueblos americanos por su soberanía e independencia en el presente siglo, se corre el riesgo no sólo del trasplante mecánico, muerto y sin vida, emotivo tal vez, pero vacío de ciencia.
Señalamos que lo nacional debía pasar por redefinir el concepto de democracia vista desde el punto de los intereses de las clases trabajadoras, del pueblo, de los marginados sociales y entender el concepto de democracia participativa, directa y popular como soporte de un gobierno que se apoyara en lo nacional como lo hace el presidente Chávez en buena medida, es decir, en potenciar el territorio, su gente, su desarrollo soberano e independiente, etc. Como derivación de lo anterior tenemos entonces que planteábamos el problema del poder político donde participaran los trabajadores y el pueblo. Era plantear el desmontaje de una estructura de poder burguesa e imperialista viciada, corrompida, pérfida, cruel, terrorista, que generaba y genera desigualdades e injusticias sociales, hambreadora, entreguista de riquezas y soberanía, golpista y sentar las bases, no sólo en el papel, sino en la práctica de formas de organización y poder popular donde ese poder se exprese.
Es evidente, y así lo entendió el MPDIN, que conceptos como Concejo Municipal, Alcaldía, Asamblea Legislativa o Congreso Nacional eran –y aún lo son–, a la luz del fracaso estruendoso de la democracia representativa, instituciones obsoletas, estructuras que deben renovarse pues no cumplen la función de una democracia que es gobierno de las mayorías y para las mayorías. Crear nueva estructuras de poder, desmontar el Estado burgués y crear el Estado socialista. Desde aquella lejana época nos planteábamos esa visión transformadora.
Pero el concepto del nacionalismo popular significaba y significa rescatar la noción de soberanía, de patria, de dignidad nacional, de independencia, de identidad nacional y sentido de pertenencia y, por tanto, enfrentar los factores fundamentales de poder: el imperialismo, las transnacionales, los monopolios, la partidocracia de AD, Copei, PJ, el MAS, etc; pero también desmontar los factores que posibilitan las injusticias, las desigualdades, la corrupción, el narcotráfico que la oligarquía económica y política ha pretendido perpetuar ideológicamente para eternizar su dominación, es decir, el capitalismo salvaje que es el que predomina en Venezuela.
El hecho que agudiza todas las contradicciones sociales y de clases y redimensiona la cuestión nacional será el nuevo programa gubernamental de CAP-AD-Copei-Fernández-FMI-FEDECAMARAS, que se lo plantea el FMI e imponen como cambio del modelo petrolero-rentista que nace en 1959, por el nuevo modelo neo liberal de libre mercado, el paquete y las privatizaciones con sus proyecciones de desmantelamiento en pocos años de la nación, incluyendo las Fuerzas Armadas, siguiendo el modelo panameño.
Los acontecimientos de la desintegración de la URSS y del campo socialista europeo, tendrán, en todo el replanteo de la cuestión nacional una incidencia importante, pues al romperse el equilibrio mundial que ejercían los dos polos sociales y económicos, al dejar de existir el centro ideológico fundamental que conformaba la URSS, no podía sorprender hechos como los del Golfo Pérsico y la conducta de Irak, de enfrentar sola, heroica y admirablemente, al imperialismo norteamericano y su coalición. Son elementos que incidirán en las crisis nacionales, la venezolana entre esas, la insurgencia de la juventud militar en febrero de 1992 encabezada por el comandante Hugo Chávez.
El detonante no lo pusieron los grupos dominantes, esos sectores de la burguesía nacional afectados por la políticas neo liberales en sus intereses económicos fundamentales; tampoco esa pequeña burguesía o clase media cuyo proceso de ruina y proletarización marchaba aceleradamente, en la misma medida en que los capitales financieros y especuladores imponían su festinada y eufemística ‘libertad de mercado’ y las bandas hamponiles y las mafias de la partidocracia y de la nueva burguesía parasitaria, amasaban y amasan, junto al imperialismo y las transnacionales, fabulosas y millonarias fortunas.
Fue el pueblo que estalló el 27 y el 28 de febrero de 1989 ante el solo anuncio de las medidas, pero que ya traía las huellas del hambre tatuadas en las costillas famélicas bajo los gobiernos sangrientos de Luis Herrera-Copei y su nefasto "viernes negro", y Lusinchi-AD con "su mejor refinanciamiento del mundo". A partir de allí comienza un nuevo ciclo histórico, al margen de la derrota y la posterior masacre y genocidio perpetrado por CAP y su Ministro de la Defensa con una masacre o genocidio que dejó cerca de diez mil muertos.. Al margen de que fue una revuelta de un pueblo angustiado, sin programa, objetivos ni dirección tradicional, liberó extraordinarias fuerzas y energías que habían estado reprimidas, contenidas por el adormecimiento y el engaño adeco-copeyano-masista. El pueblo comenzó a liberarse, lo evidencian más de seismil hechos de masas desde 1989 hasta 1998. Se fracturó el sistema, los partidos perdieron credibilidad y ante la carencia de una conciencia política, de un convicción del problema del poder, esas masas derivaron hacia las luchas exclusivamente económicas y reivindicativas, por carecer de un norte político.
¿QUÉ HIZO EL ESTATUS, PARA VOLVER ATRÁS,
RETOMAR EL CONTROL DE LA SITUACIÓN?
Hizo poco, pues su poder quedó estratégicamente afectado con la explosión del 27-28 de febrero y las insurgencias militares del 92. Como los grupos dominantes: oligarquía, imperialismo, partidos tradicionales estaban en un acelerado proceso de descomposición, corrompidos hasta los tuétanos, inventaron los juegos de azar y éstos aumentaron en proporciones descomunales. Así como ellos están envilecidos, quisieron envilecer al pueblo con el juego, la imaginaria ganancia fácil, el espejismo de los muchos millones y la riqueza al alcance de la mano con el desembolso de poco dinero. Era la forma más obvia de lavar dinero del narcotráfico, la más evidente, junto a los casinos, casas de juego, etc., etc., prostitución, drogas, sexo desbordado, aguardiente. Un pueblo sin pan pero con circo y represión, violencia, agresiones cotidianas, violaciones a los derechos humanos, crímenes a granel. Esa fue la nueva estrategia de las clases domina
La cuestión nacional estará presente todos estos años, abriéndose paso para forjar un nuevo pensamiento político ante un sistema que da muestra evidentes de estarse derrumbando, ante la necesidad imperiosa de buscar la soberanía económica, la independencia, la dignidad y el decoro perdidos. Se estará reordenando el pensamiento, encubiertas momentáneamente las posiciones en otros lenguajes y en otras organizaciones, se confundirán las tendencias de los grupos y clases sociales. Pero eso será transitorio.
El estallido del 4 de febrero de 1992 y el ‘por ahora’, será la ‘cabeza estratégica’ que le faltó al ‘Caracazo’. A partir de allí se produce el derrumbe político de la burguesía, se fracturan los partidos y 4 años después Chávez llega al poder por la vía electoral y comienza la etapa revolucionaria.
PARA EL MPDIN NO FUE UNA SORPRESA LOS ALZAMIENTOS
DE FEBRERO Y EL DE NOVIEMBRE DE 1992
El MPDIN creyó en ese nacionalismo, porque por años fue forjando una ideología revolucionaria de nacionalismo popular, antimperialista y socialista. De manera que cuando se produce el estallido insurreccional-militar del 4 de febrero de 1992, insurgencia militar que fractura la columna vertebral del sistema y asoma un programa con un fuerte ingrediente nacionalista, no nos sorprende, ni toma de sorpresa, tampoco la insurgencia inmediata del 27 de noviembre, se veían venir.
Los acontecimientos insurgentes del 4 de febrero del 27 de noviembre del 92, son el ingrediente político que no tuvo el 27 de febrero del 89, pero también son la carta de ciudadanía de un sentimiento de inconformidad y rebeldía que había estado oculto durante casi cuarenta años, por las imposturas, el terrorismo ideológico y político de las cúpulas partidistas y de las clases dominantes vendidas o sumisas al imperio. Cuando la podredumbre que genera la corrupción y el narcotráfico traspasó los espacios de las clases dominantes y su putrefacción se extendió a todo el cuerpo social. Cuando el autoritarismo, la represión, la cacería de brujas, la explotación, el juego de azar, la inmoralidad, la vileza, los crímenes y las torturas fueron llevados a extremos inadmisibles, salieron a la luz, con renovados bríos, las ideas libertarias que dieron origen a este país. El mérito de quienes fundan 25 atrás años el MPDIN fue adelantarse, en el pensamiento y en la acción social y revolucionaria, a lo que acontecería años después. Pero no sólo participamos en todo ese proceso histórico, el 4 de febrero incluido, y en estos 19 años hemos dado nuestro aporte de diversas maneras.
¿CÓMO SE PLANTEÓ EL MPDIN EL ALZAMIENTO DEL 4 DE FEBRERO DE 1992,
LA SALIDA DE CHÁVEZ DE LA CÁRCEL Y EL GIRO ELECTORAL DE 1997/1998?
Sabíamos del alzamiento desde finales de 1991, en el Bloque Popular Unitario BPU se discutía el tema y esperábamos informaciones más precisas, cuando se produce estábamos preparados pero lamentablemente no llegaron los contactos aquí en Caracas, estábamos prestos a apoyar el alzamiento con nuestras modestas fuerzas; en Aragua compañeros nuestros sí participaron de manera directa junto a los militares alzados.
Como todo el pueblo venezolano simpatizamos con aquella valerosa acción y le hicimos un seguimiento y apoyo a la lucha por la libertad de los presos políticos, en lo personal en mi columna "Trincheras de Ideas" que publicaba por el diario Últimas Noticias, desde días después del 4 de febrero comenzamos a abogar por la libertad de los militares y civiles presos, a analizar las causas y razones de aquella gesta. A nosotros no nos sorprendió el alzamiento ni política ni históricamente; naturalmente cuando se producen las elecciones apoyamos la opción que nos parecía más avanzada, la de la Causa R, nunca la de Caldera porque sabíamos que era un oportunista y que su discurso del 4 de febrero en el Congreso no fue más que una impostura oportunista para salir del ostracismo al que lo condujo su partido Copei, nunca dejó de ser una ficha del imperio y de la oligarquía, su segundo gobierno neoliberal lo demostró fehacientemente. La salida de Chávez de Yare fue el producto de las luchas y presiones del movimiento popular y revolucionario, a Caldera no le quedaba otra opción que liberarlo y con él a sus camaradas de armas. Para nosotros era previsible e, incluso, inevitable el ascenso político de Chávez, su lucha era la culminación de una lucha no concluida por la libertad de Venezuela y su pueblo. Cuando se va, en el año 1997 a la lucha electoral, era porque la oligarquía política y económica no podía evitar su triunfo, estaba totalmente liquidada políticamente y sus partidos destruidos. En 1998 yo publico el libro: Hugo Chávez Frías: del 4 de Febrero a la V República, donde compiló todos los trabajos de prensa que desde febrero de 1992 había publicado y le hago un seguimiento a la gesta chavista durante el proceso electoral de 1998. Por cierto ese libro fue reeditado por orden de Chávez con motivo del 20 Aniversario del 4F. Un detalle de aquel período fue que al mes del alzamiento del 4 de febrero, los primeros días de marzo, quien esto escribe, Humberto Gómez, Otto Vander Velde y Rodolfo Sanz fuimos al periódico Últimas Noticias y desde sus páginas, con valentía solicitamos la renuncia del presidente Carlos Andrés Pérez, fuimos los primeros en hacerlo y eso nos trajo problema con la represión política del régimen,
EL MPDIN APOYÓ ELECTORALMENTE A CHÁVEZ
El MPDIN, a pesar de ser una organización radical y de avanzada política, era una organización legal. En el 1978 hicimos una alianza con el MEP y apoyamos la candidatura del maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa. El año 1983 apoyamos la candidatura de José Vicente Rangel y formamos parte de la Nueva Alternativa. En 1988 lanzamos una candidatura propia, la de Napoleón Barrios e iba con nosotros el general Elio García Barrios, militante nuestro, encabezando las planchas por Caracas. En 1993 por problemas con el CSE no llevamos tarjeta pero orientamos votar por la Causa R. En cuanto a Chávez un pleno de la organización decidió, en 1997, su apoyo e hicimos cuanto pudimos a nivel nacional por darle fuerza a esa candidatura.
¿CUÁNDO DESAPARECE EL MPDIN?
Para el 2001. Yo, después de las elecciones a la constituyente donde fui postulado por Vargas apoyado por el MPDIN, BR y diferentes grupos culturales y sociales, me separo de la organización y me voy a la organización popular –participo en la fundación de la Red Social no Hay Marcha Atrás y varios frentes sociales– al apoyo directo al comandante Chávez, ya me he inscrito en el MVR y voy como candidato a diputado en las elecciones de 1998 en sus planchas. Yo era integrante del Comité Constituyente de la Cultura junto a J. R. Núñez Tenorio, Pedro Duno, Brito Figueroa, Gerónimo Pérez Rescanier, Luis Bigott, entre otros. El MPDIN como tal desaparece, surge otra organización política, el actual Partido Revolucionario Venezolano.
Ese año nace, digámoslo así, el PRT, organización revolucionaria que incorpora en su seno a muchos de los antiguos militantes y otros tantos que se van incorporando en estos años de Revolución Bolivariana. No es el MPDIN con otro nombre, es una organización revolucionaria de nuevo tipo, socialista, obrerista, proletaria, marxista que todos estos años ha apoyado el proceso revolucionario, al Comandante Hugo Chávez y al Presidente Nicolás Maduro, es miembro del Polo Patriótico pero ninguno de sus líderes ha sido promovido a cargo alguno, el sectarismo no lo ha permitido, y el CNE ha bloqueado su legalización con argumentos fútiles y legaloides.
FRASES FINALES EN DESCARGO DE NUESTRA TRAYECTORIA REVOLUCIONARIA
He tratado de evidenciar y demostrar la trayectoria de miles de hombres y mujeres que conformaron y construyeron el MPDIN hace ya 49 años. Varias generaciones de revolucionarios, por supuesto un poco más de cinco, aunque cinco podías valer por miles. Si a la experiencia histórica nos remitimos, después que el Comandante Fidel Castro y 82 hombres desembarcaron en noviembre de 1956 en las playas Las Coloradas, de la provincia de Oriente, donde fueron emboscados por las fuerzas de la tiranía quedando, al final de aquella masacre, 28 hombres vivos y menos de 10 fusiles. Fidel dijo entonces. "Ganamos la guerra". 25 meses después las fuerzas del Movimiento 26 de Julio entraban victoriosas en Santiago de Cuba, se derrumbaba la sangrienta dictadura de Fulgencio Batista. Cinco mil hombre y mujeres había derrotados 80 mil soldados. ¿Aquí, en Venezuela, con cuántos hombres realizó el Libertador Simón Bolívar la victoriosa Campaña Admirable o Cipriano Castro su invasión desde el Táchira? Siempre eran pequeñas cantidades de luchadores, de soldados, de revolucionarios. Ambos triunfaron, aún con pequeños ejércitos.
Nuestra trayectoria como partido político dejó su impronta en muchos hombres y mujeres de este pueblo. No fuimos sigüises de nadie, siempre tuvimos personalidad y voz política propia. Fuimos –y somos– revolucionarios y revolucionarias con mística, convicciones, principios, ética, honradez, firmeza. Una trayectoria de más 50 años o un poco más –si se suman los años de la lucha antidictatorial–. Nunca nos hemos doblegado, seguimos firmes con el ideal revolucionario y los principios del humanismo socialista. Muchos débiles se han ido del proceso revolucionario, otros saltaron la talanquera, pero una Revolución, si es verdadera, no es de gente débil, timorata, pusilánime, sin conciencia ni de patria, ni de clase, ni revolucionaria, seres ambiciosos e individualistas.
Lo que aquí escribo es sólo una modesta parte de los mucho que hicimos quienes militamos en el MPDIN todos esos años, un poquito más de 5 solitarios luchadores, eso nadie lo puede borrar. Ya no existen el MAS, la Causa R, el GAR, BR que fueron de izquierda, como tampoco existe la otrora poderosa AD o Copei, los puntales de la Cuarta República, se los tragó la Revolución chavista y bolivariana, nosotros seguimos vivos y con la Revolución bolivariana, chavista y socialista. (11/06/18) (humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola) (revistacaracola.com.ve)