"La violencia del Estado totalitario es tan grande que deja de ser un medio para convertirse en un objeto de culto místico, de exaltación religiosa. "Un escritor en guerra". Vasili Grossman.
Pequeños negocios, y restaurantes en Venezuela han sido obligados a cerrar como medida totalitaria para ‘evitar el contagio del coronavirus’.
Las medidas de emergencia por el brote de este virus, están siendo utilizadas como excusa para someter al pueblo venezolano, a disidentes, críticos, militantes de la izquierda no marxistas, o individuos independientes, aplicando la aparición de esta pandemia, para meter con vaselina, la acción represiva del modelo cubano con el pretexto de proteger la salud. Tan aberrante forma está siendo usada para silenciar la crítica política, y el trabajo político de la oposición, más aun la de los defensores de los derechos humanos, cuando se violan impunemente los artículos 44, y 50 de la CRBV. Al impedir el libre tránsito entre los municipios, y Estados de Venezuela, y se ha suspendido la venta de gasolina.
Hay un exceso de las medidas de seguridad en respuesta a la pandemia del COVID-19, y los poderes civiles y militares de la represión, por una situación de emergencia (aquí en Venezuela con fines perversos políticos, la han sobredimensionado) no pueden ser utilizados para terminar de aplastar la disidencia militante, y no militante.
Se reconoce la gravedad de la actual crisis de salud, "pero cilantro es bueno, pero no tanto", y el derecho internacional solo permite el uso de poderes de la emergencia en respuesta , cuando existan amenazas significativas, pero la respuesta de emergencia al coronavirus debe ser proporcional, necesaria, y no represiva": ¿Qué hace la GNB, y las policías, en los auto mercados, mercados, farmacias, panaderías, poniendo a las personas en las aberrantes colas cuando acuden a hacer sus compras, y con los aborrecibles puntos de control en los municipios, impidiendo el libre tránsito de personas, y vehículos.
La que queja es ya colectiva, y se hace eco de las recientes declaraciones de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos: "que llama a no colocar los derechos humanos en el centro de la represión, como respuesta al combate del COVID-19".
Las estados de emergencia, ya sea por razones de salud o seguridad, no debe ser entendido por parte del gobierno bolivariano como una: "suspensión de las garantías constitucionales"; ‘esto está muy claro en el derecho internacional’, pero quieren hacer como en Cuba, donde no se respetan los derechos humanos. El uso de los poderes del estado en emergencias, no es para que los derechos fundamentales, incluidos el de movilización, vida familiar, y el de reunión sean limitados, por la acción represiva de la GNB, y las policías venezolanas.
Las declaraciones de los altos ‘jefes militares’ por esta emergencia no deben estar, basadas en el amedrentamiento a la población, y no deben utilizarse como base para silenciar a grupos políticos, particulares, o/a individualidades, ni tras bastidores para la acción represiva, con el pretexto de proteger la salud. "Las restricciones tomadas para responder al virus deben ser motivadas por objetivos legítimos de salud pública, y no deben usarse simplemente para sofocar la disidencia".
Las restricciones para contrarrestar al virus deben estar amparadas, hacia objetivos precisos de garantizar por parte del estado la salud pública.
Cuando los órganos de seguridad impiden la salida del pueblo hacer sus compras de alimentos, medicinas, y otros rubros, cuando mal utilizan, el uso de los poderes de emergencia porque les ofrece atajos, como medidas represivas de corte estalinista para domesticar como borregos al pueblo venezolano.
Hay que evitar que tales poderes excesivos se incrusten como el COVID-19, a los poderes represivos, y políticos del gobierno bolivariano, las restricciones deben adaptarse sin extralimitaciones, y deben ser el medio menos represivo para garantizar la salud pública en estos momentos de alerta.
Además, en los estados y municipios de Venezuela, donde el virus es inexistente, o está controlado, y focalizado, las autoridades deben permitir, que la vida ciudadana vuelva a la normalidad, y evitar el uso excesivo de los poderes represivos disfrazados de emergencia para controlar indefinidamente la vida ciudadana, no tiene explicación alguna la suspensión de la venta de gasolina, y el libre tránsito.
El pueblo venezolano debe mantenerse firme, sobre todo en el enfoque basado en los derechos humanos, y su libertad, para controlar esta pandemia, a fin de evitar el fortalecimiento de un estado totalitario como el de Cuba, que con esta emergencia sanitaria se esté violando flagrantemente el estado de derecho, y los derechos humanos.