"Calma, dijo el médico,
en una epidemia no hay culpables,
todo son víctimas"
Ensayo sobre la ceguera.
Apenas llegó Iván Duque a la presidencia de Colombia, presentó sus credenciales con el rostro haciéndole honor a su apellido, y el aval de un título en la universidad de Harvard, apoyado con la muleta de nada más y nada menos de Álvaro Uribe Vélez, y la mirada puesta sin pestañar hacia el todo poderoso poder del norte ¿Qué se podía esperar de este nuevo protagonista de la política colombiana? Dicen, que las esperanzas son las últimas que se pierden, pero con este no había ni siquiera la oportunidad de estrecharse la mano con el Presidente Nicolás Maduro en la frontera.
Duque, venía con la llave en la espalda para darle cuerda el imperialismo, cuando lo creyera conveniente, como los juguetes ya pasados de moda, porque en política abundan los que se prestan para ser utilízados las veces que sea necesario, siempre y cuando, siga presentándose con la mismas palabras aprendidas en las conversaciones de sus jefes, al estilo de un loro viejo, que tiene un límite en su amaestramiento, y cuando se sale del formato, empieza a ver caras arrugadas y dispuestas a callarlo, y repetirle la lección, y por eso no es casual la manera de actuar de Iván Duque.
El límite entre los dos mandatarios, lo ha marcado la extensa frontera entre los dos países, cuando estamos a punto de finalizar el año 2020, y todo parece indicar, que entramos en un nuevo año, con la pandemia desatada por el COVID-19, mucho más peligrosa y las noticias sobre la aparenta defensa con las vacunas, está más enredado, que Donald Trump, aceptando el resultado de la elecciones después de la derrota.
Iván Duque, ha intentado por todos los medios poner en práctica, cualquier clase de patraña contra el Presidente Nicolás Maduro, y en todas ha fracasado, empezando por la obra de "teatro" presentado en (tienditas) acompañado con unos actores bufos, quienes forman parte del equipo de la OEA, y su grotesco secretario, a quien con solamente verle el rostro, despierta cualquier clase de curiosidad y desconfianza, porque no puede esconder la hipocresía que ha utilizado, desde el mismo momento de enfilar baterías contra el Presidente Maduro.
La última de Duque, parece un acto de revanchismo antes los fracasos, y un regreso a la xenofobia, que no habíamos visto en los últimos tiempos por ningún Presidente; cuando en un acto de soberbia, apareció con una de las que nos tiene acostumbrado Donald Trump, que no causan risas por la gravedad y las peligrosas implicaciones contra los venezolanas que se encuentran en suelo colombiano, y de cumplirse con lo dijo, deja desamparados e indefensos a un número importante de compatriotas antes la terrible pandemia, al desecharlos a la hora de aplicar la vacuna.
En cada intervención contra el pueblo venezolano el mandatario colombiano, lejos de haber estudiado en una universidad de los Estados Unidos, parece salir de las maltrechas filas de los "Rastrojos" y se empequeñece con sus arrebatos de odio, soberbia y menosprecio a los venezolanos, siguiendo la línea establecida por el derrotado Trump, quien deja a un escuadrón de mandatarios, quienes se la jugaron por sacar a Maduro, y en estos momentos se encuentran tan desprestigiados, y desconcertados, que el mismo Iván Duque, ha recurrido a un recurso rastrero y antihumano al estilo de Hitler, dejando sorpendidos a sus mismos compatriotas, quienes a pesar de la campaña contra los emigrantes, recuerdan el trato hospitalario brindado por los venezolanos a todo el que salía de Colombia, huyéndole al conflicto armado, en busca de otros horizontes y llegaban a nuestra tierra, sabiendo que eran bien recibidos.
La última infantilidad de Duque, es para no olvidar, cuando sale con un verdadero adefesio ¡Los venezolanos no serán vacunados contra la pandemia! Confirmando lo que todo el mundo conoce sobre el trato discriminatorio del servicio de medicina en Colombia, y por eso tenemos estos resultados lamentables y abismales entre Venezuela y Colombia, a la hora de evaluarla las estadísticas sobre la pandemia: Colombia con 1.584.903 infectados, y 41.943 muertos: mientras en Venezuela, 111.951 contagiados, y 1013 fallecidos a la hora de redactar este artículo, si, estos números no lo hacen reflexionar, simplemente usted está viendo la vida de otra manera.
