Decimos inútiles no por frustración acumulada sino porque estas son preguntas que no están dirigidas a tener “utilidad” específica alguna. Creemos eso sí que pueden ser preguntas necesarias compañer@s, sobretodo en estos momentos que la revolución viene acumulando problemas que llamaríamos de “realización” realmente inmensos e innegables. Preguntas que hacen parte de preocupaciones compartidas por un universo cada vez más grande de hombres y mujeres que están convencidos de la importancia del proceso sociopolítico que aquí vivimos. Pero como verán no son preguntas arrastradas por simples dudas que buscan su respuesta. Ya muchos estamos demasiado grandecitos para aceptar ingenuidades infantiles a esta altura de la partida. No hay pregunta ingenua, desde Sócrates hasta Fidel nos lo han demostrado, estas tampoco lo son. Son más bien las respuestas fragmentarias, o las opiniones reiterativas, con clara posición e intención, las que producen la necesidad de construir interrogantes centrales y pertinentes, en búsqueda de la respuesta justa, colectiva y definitiva, es decir, una razón de todos. Preguntas arriesgadas y doloras para tod@s, como toda verdadera pregunta que incumbe a revoluciones que desean ser verdaderas, y que aquí intentamos organizar con algún orden. Esperando como siempre que ayuden al debate crítico, muy crítico, positivamente revolucionario.
PRIMER ORDEN
.¿Qué podemos esperar de un proceso donde todos los atributos democráticos y revolucionarios que emanan de la sociedad se concentran, reinterpretan y redireccionan en una figura única y presidencial del poder?
.¿Qué pasa cuando el poder es al mismo tiempo sustancia y accidente de un mismo acontecer histórico?
.¿Qué pasa cuando se concentra en una misma voluntad la dirección conservadora de la reproducción del orden constituido y el empuje revolucionario y constituyente de su transformación?
.¿Qué pasa cuando los antagonismos implacables de una sociedad terriblemente desigual se legitiman, se reconducen y a la vez disuelven y neutralizan en el mando único presidencial?
.¿Qué pasa cuando dirección, programa y lenguaje revolucionario se generan desde el lugar central del estado capitalista y externo a los sujetos-objetos de la explotación del capital?
.¿Si todo -o casi todo- producto útil a nuestras necesidades sociales (naturales, comunitarias, culturales, políticas) ya son producto de la fabricación colectiva, no será que este caso –tal y como pasa en el sistema de valoración capitalista- la producción política del colectivo termina por ser privatizada (o personalizada para ser mas justos)?
.¿Tenemos conciencia del meollo en que estamos metidos?
SEGUNDO ORDEN
.¿Sinceramente compañer@s, sinceramente presidente, todavía a estas alturas consideramos que es posible, en plena creación del socialismo del siglo XXI, que el principal liderazgo revolucionario siga manteniendo un comportamiento caudillista?
.¿Es posible expresar que el caudillo como figura y creación colectiva (“cesarismo revolucionario” como lo llamaba Gramsci, “bonapartismo” como lo llamaba Marx, en algún momento aquí se habló de “caudillismo igualitario”) se agota históricamente?
.¿Es posible decir que el propio empuje del proceso revolucionario nos exige a tod@s modificar a fondo esa “cultura caudillista de liderazgo” que tanto cultivamos, empezando por el propio presidente?
.¿Es posible algún día que se agradezca y no se acuse a quien desde su pobreza, pero bien clara y bien demostrada su condición de revolucionaria, diga ¡NO! estamos de acuerdo señor presidente, ¡NO! estamos de acuerdo señores del poder, ¡NO! estamos de acuerdo señores de los partidos o “del partido”?
.¿Es posible expresar que la defensa de lo que significa Chávez, de lo que él simboliza nacional e internacionalmente, del mismo gobierno que él preside, pase también por aprender a decirle ¡NO! a él o a todo el poder que él preside y lideriza?
.¿Es posible decir que al menos esta es una importante condición para que esta revolución sobreviva, siga su curso, se profundice, se haga ella misma democrática y protagónica?
TERCER ORDEN
¿No será que la terrible convivencia entre “confiar en ti, quererte a ti, defenderte a ti” y a la vez “temer tu desacuerdo, temer tu acusación, temer tu decisión” nos está llevando a justificar en nosotros un comportamiento generalizado de silencio y temor ante las inmensas burlas, mentiras, traiciones, manipulaciones, que se producen por toneladas desde cualquier nivel del poder?
¿No será que se ha generado un perfecto ordenamiento de lenguaje por los propios medios oficiales para que este “temor original a la opinión del mando” para que se generalice a todos los niveles el temor a develar “nuestra verdad”?
.¿No será que con estos temores le estamos regalando a los escuálidos y a todo adversario interno y externo el privilegio de la crítica, y el día que sean inteligentes, de la verdad misma?
.¿No será que esto nos conduce a los movimientos populares a tener un comportamiento público de “masa de acompañamiento” de “obedientes banderines” y no de “sujetos revolucionarios”?
.¿No será que esto a parte de vaciar también impide que toda la discursiva contra el burocratismo y la corrupción, contra el saboteo y el oportunismo, se disuelva en la impotencia, empezando por la que expresa públicamente el propio Chávez?
.¿No será que el temor a este tipo de preguntas, igual nos llena de temores para decir, debatir, denunciar, responder, atacar la inmensa explotación, expropiación, ecocidios, represión, producción de pobreza, que en su conjunto: estado capitalista-capitalistas-imperio, siguen ejerciendo contra toda la sociedad y la tierra donde vivimos?
.¿No será que todos estos temores reprimidos a la vez ocultan el temor que tenemos de perder el poco poder burocrático que nos han dado?
.¿No será que hay mucho temor de empezar a actuar, a acompañar el reclamo revolucionario del colectivo, por lo que esto significa y que preservamos en nuestra memoria política?
CUARTO ORDEN
.¿Estará bueno entonces de estar justificando o reclamando todo “porque el presidente está rodeado de escuálidos, inútiles y corruptos”?
.¿Habrá llegado el momento de recordarle al presidente que es su responsabilidad y deber sacarse de encima tanta y tan conocidas lacras?
.¿Pueda haber alguien que le diga que tantas convivencias inexplicables están desgastando su propio liderazgo y la credibilidad de la revolución misma?
.¿Habrá llegado el momento de decir con toda claridad que estemos o no de acuerdo con el “partido unico” es por lo menos bastante irrespetuoso que ya en su comité promotor están sujetos acusados universalmente de corrupción, personalismo, posiciones de derecha?
¿Habrá llegado el momento de decirle que no puede ser que se invoque a la revolución y el poder constituyente en este momento de reforma constitucional, de nueva producción legal, y todo esto se encierre en comisiones secretas de palacio?
.¿Habrá llegado el momento de exigirle a todos los ministros, directivos y representantes de estado que rindan cuentas exhaustivas y públicas-populares de su gestión, de las empresas contratadas, quienes son sus propietarios, cuáles son los resultados, planes y proyectos?
.¿Habrá llegado el momento de exigir mando colectivo y democrático sobre las instituciones sociales y empresas del estado?
.¿Habrá llegado el momento de comenzar la expropiación a los expropiadores (la toma directa de todas las fábricas, tierras abandonadas, empresas monopolistas)?
.¿Habrá llegado el momento de decirle definitivamente ¡NO! a la gestión burocrática y de estado de las empresas recuperadas?
¿Habrá llegado el momento de desenmascarar los negociones que están haciendo gobernadores (por ejemplo: Bolívar, Falcón, Carabobo, Sucre, Aragua, Guárico, Monagas, Zulia) junto con las respectivas oligarquías regionales, utilizando par ello desde el terror, el chantaje hasta la legitimización presidencial?
.¿Habrá llegado el momento de desenmascarar todo los que está pasando con las EPS, donde privados pagan por comisiones lo que sus “responsabilidades” sociales, igual lo que pasa con los negocios de la cogestión?
.¿Habrá llegado el momento de desentrañar lo que está pasando con las misiones, de interrogarse por qué no hay un solo núcleo de desarrollo endógeno que presente resultado?
.¿Habrá llegado el momento de pedir resultados de los planes anunciados de inversión nacional y binacional?
¿Habrá llegado el momento de sacarnos los temores y exigir que todo esto y mil retos y problemas más pasen al foro y el debate abierto, que nuestros medios oficiales sean los primeros en salir de su “oficialismo”?
¿Habrá llegado el momento de entender que el silencio y la autocensura es el primer síntoma de agotamiento de un proceso revolucionario?
.¿Y mucho antes que todo esto, habrá llegado el momento de entender, que mas allá de quien sea, es responsabilidad de los movimientos sociales y de base, bolivarianos y revolucionarios, contrarios al orden constituido, de empezar a asumir la vanguardia colectiva de esta revolución?