¿Por quién votar el 28 de julio?

"Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir" (José Saramago)

Faltando pocos días para las elecciones del 28 de julio, día de cumpleaños del comandante eterno, bueno es hacer algunas consideraciones.

Este mensaje no va dirigido a los chavistas, porque se supone que estos ya tienen su opción clara.

Va, más bien, dirigido a los que aún no tienen claro por cuál opción votar.

Comencemos diciendo que la opción se llama Nicolás Maduro Moros, y lo es por varias razones.

La primera, es que representa la opción de la otredad, esto es, de la consideración de que el otro existe, que es diferente, que no es de la comunidad propia, pero que debe respetarse. Pero también practica la alteridad (del latín alterĭtas, alteritātis, que a su vez deriva del latín alter, que significa otro), que podría ser considerada como el respeto no sólo a que el otro existe, sino también que tiene otra perspectiva.

En la campaña, eso ha quedado claro. El candidato Maduro está llamando al encuentro entre los venezolanos y venezolanas; está llamando a que a partir del 29 de julio todos se siente en una misma mesa en función de la construcción del país que todo queremos. No habla de odios, no habla de discriminación, no habla desprecio, no habla de muerte. Hasta con el gobierno gringo se acaba de reunir.

La segunda, es que Nicolás Maduro representa la opción que, con toda seguridad, hará un gobierno, fundamentalmente, para los sectores que han soportado, con mucho estoicismo, las medidas coercitivas unilaterales desarrollada por el "Estado profundo", que manda en EEUU.

Las cifras sobre la tasa de inflación, sobre el Producto Interno Bruto, sobre las tasas de interés, sobre la producción nacional, son indicativos de que Venezuela está en plena recuperación. Así que este aspecto debe ser definitorio. Si tienen dudas, pueden consultar a los mismos empresarios, que no han comulgado, por cierto, con el chavismo.

La tercera, debe votarse por Nicolás Maduro, porque Venezuela escogió el camino de transitar la conformación de un mundo donde se respeten los principios establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En su preámbulo se aboga por una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para ésta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no-intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, quea democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad. Y eso lo ha venido y seguirá garantizando Nicolás Maduro.

La cuarta, porque en este mundo donde la palabra que más se escucha, por todos los rincones del mundo, pero, además, donde la realidad lo indica, es la guerra, Venezuela, por el contrario, es devota y partidaria más bien de la paz. Y, la Venezuela en estos tiempos de revolución bolivariana, ha aplicado no solamente la Diplomacia de Paz para resistir las "sanciones" que se le han aplicado, sino que ha venido desarrollando la "insubordinación fundante", en términos del escritor argentino Marcelo Gullo, y eso le ha garantizado su permanencia en el tiempo. Y es tan así que la Venezuela de hoy es parte de la geopolítica en desarrollo, donde dos países aliados, Rusia y China, que tienen como desiderátum la paz, están en la lucha por la hegemonía del mundo con EEUU., que siempre ha abogado por la guerra.

La quinta, hay que votar por Nicolas Maduro, por el legado de Chávez, porque, como el mismo comandante lo dijera el 8 de diciembre del año 2012: "Es uno de los líderes jóvenes de mayor capacidad para continuar con su mano firme, con su mirada, con su corazón de hombre del pueblo, con su don de gente, con su inteligencia, con el reconocimiento internacional que se ha ganado, con su liderazgo, al frente de la Presidencia de la República, dirigiendo, junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo, los destinos de esta Patria.

Y en cualquiera circunstancia nosotros debemos garantizar la marcha de la Revolución Bolivariana, la marcha victoriosa de esta Revolución, construyendo la democracia nueva, que aquí está ordenada por el pueblo en Constituyente; construyendo la vía venezolana al socialismo, con amplia participación, en amplias libertades".

Y estamos seguros que Nicolás Maduro nunca defraudará al comandante eterno.

La sexta, hay que votar por Nicolás Maduro porque las otras opciones que están en la competencia representan precisamente lo contrario a todo esto.



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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