"Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos rápidamente eran silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los imbéciles" (Umberto Eco).
En el artículo "Venezuela y la posverdad", publicado en este portal el lunes 05/08/2024, dimos algunas pinceladas sobre las redes sociales.
Ahora, queremos reflexionar un poco más sobre ellas en el entendido que son, quizás, junto al internet, el máximo medio o instrumento de la tecnología y la información, pero, que, a su vez, constituyen, hoy por hoy, un actor internacional de mucho peso en la arena internacional.
Las redes sociales como medios de comunicación
Hoy en día no es la radio, no es la televisión, tampoco los medios impresos, ni el cine, sino el Internet y, particularmente, las redes sociales, el principal medio de comunicación del mundo, que transforma los modos de circulación de la información en la medida en tiene repercusiones culturales, económicas, sociales y políticas en la comunidad global generando nuevas formas de sociabilidad.
Hoy, por ejemplo, ambas, internet y las redes sociales, son el medio principal, precisamente, por la velocidad y la facilidad de acceso e intercambio de información, datos de todo tipo, y por su carácter omnipresente y global. Rompe fronteras. Es, además, un medio caótico, multidimensionado, con autoridad desdibujada y donde –a diferencia de la televisión o los diarios– cualquier sujeto puede, en principio, publicar libremente. El usuario es, más que en ningún otro medio, concebido como consumidor-productor. El yo que habla y se muestra incansablemente en la web, es, al mismo tiempo, autor, narrador y personaje.
Veamos lo que nos dicen algunos pensadores:
El filósofo polaco Zygmunt Bauman dirá:
"Las redes sociales no enseñan a dialogar porque es tan fácil evitar la controversia. Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara. Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa".
El escritor portugués Boaventura de Sousa, afirma:
"Esta es una de las contradicciones de nuestro tiempo. Nosotros saludamos a las redes sociales y a internet como plataformas, como una forma de democratización del conocimiento y de la información. Pero en tiempos recientes, en el régimen de la posverdad, las redes sociales y el internet son utilizados para manipular la opinión pública con base en una cosa que es difícil de entender para una persona no técnica".
La era de las redes sociales se desarrolla dentro de lo que el filósofo francés, Gilles Deleuze, llamó las sociedades de control, esto es, sociedades en las cuales predomina la biopolítica (regulación de la especie), las redes flexibles y fluctuantes; donde las relaciones de poder están arraigadas por las innovaciones tecnocientíficas y tienden a envolver todo el cuerpo social sin dejar prácticamente nada fuera de control.
El filósofo Byung-Chul, sostiene que, en la sociedad del rendimiento, las redes sociales se presentan como un espacio en el cual los individuos deben destacar constantemente, mostrando una imagen idealizada de sí mismos. La búsqueda de reconocimiento y validación se convierte en una obsesión, generando una presión constante por obtener likes, seguidores y comentarios positivos.
Esta dinámica de rendimiento en las redes sociales conlleva a la alienación de los individuos. Al intentar encajar en los estándares de éxito y felicidad impuestos por la sociedad, las personas se desconectan de su verdadera identidad y se convierten en meros productos de consumo. La autenticidad se pierde, siendo reemplazada por una imagen cuidadosamente construida que busca la aprobación externa.
Para el lingüista y analista político estadounidense, Noam Chosmky, el uso del teléfono celular y las redes sociales representan un paso hacia atrás porque desaparece la interacción cara a cara, lo que construye relaciones superficiales. "Pienso que la nueva tecnología está aislando a la población".
Las redes sociales generan los típicos maniqueísmos entre quienes la defienden a ultranza ("histeria protecnológica", en términos del profesor alemán Peter Sloterdijk) y los que la consideran como algo diabólico y causante de todos los males ("histeria antitecnológica").
Las redes sociales como actor internacional
Pero, hoy por hoy, las redes sociales se han convertido en un actor internacional sumamente importante, porque a través de las ellas se han producido muchos cambios políticos y golpes de estados. Verbi gracias, las "revoluciones de colores" en ciertos países exsoviéticos (revolución de las rosas en Georgia en 2003, la revolución naranja en Ucrania en 2004 y la revolución de los limones o tulipanes en Kirguistán en 2005) y la "primavera árabe" en 2010 y los llamados indignados. América Latina y El Caribe también ha sido víctima de esos golpes.
Los formatos son casi idénticos. El "teórico" de los "golpes de acción no violenta", Gene Sharp, los plantea en sus textos: De la Dictadura a la Democracia y Métodos de Acción No Violenta.
Por tanto, las redes sociales son uno de los principales actores internacionales, con una eficiencia de importancia mayor, al crear subjetividades y estar enraizadas en lo cotidiano, en la familia, el internet, el wifi, el celular, por tanto, perturba lo privado, invade lo individual, forma parte de la vida cotidiana, segundo a segundo.
Y Venezuela lo está viviendo en "carne propia" y se ha convertido en un "caldo de cultivo" para estas tecnologías y eso no es nuevo.
Lo que se dice por esas plataformas sobre Venezuela y se difunde por todo el mundo, es que en nuestro país existe una dictadura, que está en desarrollo una guerra civil, que nos estamos matando unos contra otros y eso lo "compra" más de un "erudito", un "progresista" y hasta un "izquierdista", incluso de América Latina y El Caribe.
Pero, eso no es nuevo. Por ejemplo, en el documento titulado: Plan para acabar con la dictadura de Venezuela: el "Golpe Maestro" (Masterstroke), emitido en febrero del año 2018 y cuya autoría se atribuye al jefe del Comando Sur, el almirante Kurt Walter Tidd, se hace explícita referencia a la importancia de las redes sociales para alcanzar los propósitos buscados. En este sentido se plantea: "aumentar dentro del país, a través de los medios de comunicación locales y extranjeros, la diseminación de mensajes diseñados y basados en testimonios y publicaciones originados en el país mismo, haciendo uso de todas las capacidades posibles, incluidas las redes sociales". Asimismo, se sostiene que debe llamarse "a través de los medios de comunicación a la necesidad de poner fin a esa situación porque es en esencia insostenible".
En las actuales circunstancias, como dice el presidente Nicolás Maduro: "Venezuela continúa siendo la joya de la corona para las élites imperiales de Estados Unidos y sus aliados. El país también está en medio de ataques cibernéticos".
El señor Elon Musk, madamas de la plataforma X y el señor Mark Zuckerberg, uno de los creadores y fundadores de Facebook (desde 2021, Meta Platforms), ambos grandes ganadores del Covid-19, y con mucho poder, no sólo económico sino también mediático, la han enfilado contra la revolución bolivariana y contra su presidente con el objetivo de retrotraer la historia.
Ante eso, bien importante es que el presidente Nicolás Maduro, haya ordenado la creación del Consejo Nacional de Ciberseguridad para enfrentar los ataques cibernéticos sufridos en el marco de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio
Y como dice la Misión Verdad "En un contexto de guerra mediática, como el que se vive en Venezuela, la desinformación se convierte en un arma de alto impacto. Por ello es esencial fortalecer las capacidades en defensa digital del país para contrarrestar las campañas de manipulación y proteger la integridad de la información".