Caracas

Esperaba con interés lo que la reforma constitucional propondría sobre la ciudad capital. ¡Que decepción! Un enrevesado texto, la mayor parte del cual no se refiere a Caracas, para luego dejar las cosas iguales. La designan “Cuna de Bolívar”, ya lo era del “Libertador”, y la declaran, nuevamente lo que también era: “Reina del Guaraira Repano”, disposiciones que no estoy seguro deban ir en una Constitución, pues, a la larga, no significan situaciones diferentes o especiales, para la ciudad o para sus habitantes, ni siquiera la seguridad de disfrutar de los derechos cubiertos por anteriormente, es decir los que deberían disfrutar los ciudadanos de todas las ciudades de Venezuela.
En el artículo para Caracas, pues se la redesigna Capital de la República, se habla sobre las ciudades en general y la articulación de un sistema de ciudades, en un país visto sistémicamente; de la especulación con los precios de las tierras, de las asimetrías en la distribución de los servicios urbanos, para luego hacer constitucional el “Derecho a la Ciudad”, sin discriminaciones de ninguna clase: género, religiosa, étnica, económica y demás “buenas intenciones” constitucionales. Al final, regresa a Caracas, para dejar otra vez en manos de una Ley especial, desde 1999 hasta ahora sin hacerse, la “unidad político territorial” de la capital. Lo realmente importante para Caracas se difiere también en esta Constitución reformada.

El resto es un plan de acciones: reordenamiento urbano, reestructuración vial, recuperación ambiental, seguridad personal, fortalecimiento de barrios, educación, salud, deportes, recuperación del casco, que más parece el programa de gobierno de la Alcaldía Mayor o simples promesas electorales para todas las ciudades del país, pues el reformador finaliza refiriéndose a todas las ciudades de Venezuela. Se pierde de nuevo una oportunidad para que la capital tenga su propio territorio y un único gobierno. Nada motiva en este artículo un voto positivo. Seguiremos sufriendo la ignorancia y la torpeza de varios alcaldes mirandinos, que dirigen varias islas en la capital y cuya administración entorpece el funcionamiento del resto de la ciudad, además de secuestrarle importantes recursos financieros a la mayoría necesitada de la población.


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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

 lft3003@yahoo.com      @LFuenmayorToro

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