Cuando
se cumplía exitosamente el lanzamiento de nuestro satélite Simón
Bolívar se desprendió un chaparrón en el centro de la ciudad de Caracas
y alguien opinó que éste era un castigo de Dios, y que lo peor
viene después, por estar mandando esos aparatos para el cielo.
Opiniones
como esta demuestran la gran necesidad de profundizar las diferentes
Misiones Educativas, pues no es justo que cuando se hace tan extraordinario
despliegue tecnológico existan venezolanos que se expresen de esta
manera. Si bien es cierto que el uso irracional de descubrimientos y
avances científicos han incidido en el deterioro del medio ambiente,
tampoco es menos cierto que su uso racional también ha incidido en
el bienestar de una gran parte de la humanidad al erradicarse muchas
enfermedades, al incrementar la productividad en el campo y en la ciudad,
incrementar la velocidad de las comunicaciones, facilitar el aprendizaje
y las tareas hogareñas etc., etc.
Con
el giro que está dando la economía mundial se hace muy necesario la
consolidación de diferentes polos políticos y nuestro país está
destinado a ser factor determinante en la consolidación del polo latinoamericano
y no podemos ser protagonistas si estamos a 36.000 kilómetros, o más,
de la luz que nos da el conocimiento.
En síntesis debemos erradicar el analfabetismo real, el digital y el funcional, siendo este último el más peligroso ya que pone un velo sobre la gente y hoy sucede, por ejemplo, que muchos egresados universitarios se han olvidado de los libros o son víctimas fáciles de la manipulación de los medios.