Si
algo ha caracterizado todo este proceso, ha sido la conducta del ahora
Presidente y candidato a la reelección. Siempre da la cara, va de frente
y con todo. Pero ¿podremos decir lo mismo de aquellos colaboradores
y hermanos del alma, que durante estos últimos diez años lo han acompañado?
Bueno, eso que no los responda el “camarada” Pancho, quien ya anduvo
por esos caminos cenagosos de la “lealtad política” y hoy anda
gritando al igual que estos nuevos gobernadores, ¡Uh! ¡Ah! Chávez
no se va.
“Nosotros
aquí no somos importantes y aquí el importante, y por eso exigimos
y estamos dispuestos a trabajar hasta el último momento para que siga,
es el presidente Hugo Rafael Chávez Frías". Han manifestado los
gobernadores, con una “fidelidad” perruna, que hasta el más imberbe
de los militantes chavistas la coloca bajo sospecha.
Ya
la historia en más de una oportunidad ha dado demostraciones del resquebrajamiento
de lealtades, sobre todo cuando se trata del poder y del poder perpetuo.
Dicen que el Emperador Julio Cesar antes de ser victima, un 15 de Marzo,
de la mayor felonía producida en el Senado romano; un invidente que
acostumbraba lanzar anatemas y presagios, le había advertido del grave
peligro que le amenazaba en esos días de jubileo, llamado los ¡idus
de marzo! Ese día cuando Julio Cesar iba al Senado llamó al
invidente y riendo le dijo: “Los idus de marzo ya han llegado”;
a lo que el invidente contestó compasivamente: “Si, pero no se han
ido”. Después todo el mundo hasta el sol de hoy, recordaría
lo que sucedió aquella tarde en el estrado de la ciudad de Roma.
“Hay
que señalar que el líder es Chávez. En ninguno de nosotros hay una
aspiración, absurdo sería pensarlo. Tenemos un líder que queremos
siga llevando la bandera revolucionaria”. Han dicho en el cónclave
los mandatarios regionales, con un cinismo tan espantoso, que nos obliga
a recordar que en la vida y en especial en la política, el que no
aspira expira; y eso lo sabe hasta mi vecino Tito, quien después de
dos años de directivo en el consejo comunal, anda amenazando a todo
el barrio con el cuento de que él también tiene derecho a la
reelección.
A
pesar de las sugerencias del proponente, en cuanto a que esta enmienda
debe ser realizada en febrero; la elecciones para éste referéndum,
según los técnicos y recomendaciones del mismísimo directorio del
CNE, deben realizarse en Marzo; por lo que el Presidente debe tener
presente aquella frase que Shakespeare por allá por el 1599, en su
obra “Julio Cesar”, coloquialmente lanzó para los siguientes siglos:
!Cuídate de los idus de marzo! Y diría yo, cuídese camarada Chávez,
de esos gritos destemplados agitando “lealtad infinita”; y sobre
todo cuídese del “General Abstención”, quien ya en las primeras
escaramuzas del combate saboreó su primera victoria. Cuídese
de los que no votaron por el ¡Si! ni por el ¡No! el 2D y mejor proponga
en esa “enmiendita requetechiquitica”, la reelección para todos
los cargos de elección popular, como garantía de su deseada victoria
perfecta.