Caminamos al mismo paso que nos detenemos y procuramos pensar que hemos dejado atrás, sin percatarnos que allá dejamos tirada la vergüenza y la moral por seguir el camino de los que sin principio golpean a la revolución.
Otros quieren perfeccionarla a su estilo, haciendo la revolución de la manera que ellos creen y no siguiendo las lineas del plan Simón Bolívar, tratando de obviar la madurez que ha tomado nuestro pueblo y repitiendo lo que una u otra canción del mundo comercial ha hecho en nosotros.
Ojala pudiéramos mejorar el mundo partiendo desde ese concepto comercial y capitalista que lleva años intentando mejorar la calidad de vida de los seres humanos y no ha conseguido nada, ojala pudiéramos acabar con la contaminación ambiental que el capitalismo ha creado por medio de maquinas creadas por otras maquinas que en algún momento se llamaron hombres.
El concepto de la revolución va mas halla de lo sencillo, de lo perfecto, de lo sentimental, va mas halla de cualquier campo de batalla donde nos olvidamos un poco de lo espiritual para transformarnos nosotros en el espíritu de un modelo de vida inclinado a lo social.
Se trata de sentir esto desde las bases que se ocupan de apoderarse de sus vidas, de esas que en algún momento fueron entregadas al imperialismo para ser utilizadas como esclavos en tiempos de modernidad, se trata de rescatar realmente nuestras culturas, nuestras 33 lenguas originarias y poder decir que no solo sabemos mal hablar el castellano, se trata de transferir el esfuerzo y los conocimientos mas que la moda y los video juegos, se trata de sentir camaradas y no sentirte obligado a dar vueltas por el mundo estando muerto y es que si morimos por la revolución seguiremos estando vivos.
Pero la realidad es otra, somos unos simples mortales con miedo de nosotros mismos, tratando de expresar y ayudar a que la revolución no pierda el sur porque el norte acabara con nosotros, intentando ser escuchados y dando muestra de lealtad a unos cuantos que se pusieron el traje de políticos para jugar hacer revolucionarios, disparando contra los nuestros, contra los que se joden porque ellos mantengan arriba el ego y el poder de una gestión que muy pocos saben encaminar.
Entonces el revolucionario es auto critico, es paciente pero no de ja nunca de observar, todo lo escucha, todo lo siente, todo lo huele, va mas rápido que el tiempo pero también dura mas en el tiempo.
Se siente mujer, se siente hombre, se siente niño, se siente soldado y servidor de un pueblo lleno de expectativas que espera la continuación de un proyecto de vida con nombre de revolución bolivariana.
La reflexión es prioridad en el pensamiento colectivo, es mas intelectual nuestro pueblo lleno de sabiduría y vivencia, que unos cuantos extranjeros pagados que vienen a opinar sobre nuestras vidas, sobre nuestro rumbo, sobre nuestra cultura, unos traídos por nosotros y otros enviados por el imperio norteamericano a desprestigiar el gobierno legitimo de todos los venezolanos.
Valla que si somos pendejos y tomo la palabra de Buen Abad cuando dice “Somos nosotros los que aprendemos de los verdaderos intelectuales que están el el pueblo”
Y si nosotros los revolucionarios no apoyamos esta frase lamentablemente seremos otros fanáticos del innombrable vargas llosa.
"O nosotros somos capaces de destruir con argumentos las opiniones contrarias, o debemos dejar que se expresen. No es posible destruir opiniones por la fuerza,
porque esto bloquea cualquier desarrollo libre de la inteligencia".
Che Guevara
loelito21@gmail.com
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