Anónimo…

El análisis político en torno a las jornadas de reorganización del PSUV el 01/08/2009, arrojó unos raquíticos resultados de tomar en cuenta como señal de alerta de estar entrando en zona de alto riesgo. En las asambleas hubo una mísera participación, en su mayoría dirigidas por burócratas  públicos siguiendo las órdenes de algunos funcionarios/dirigentes del PSUV, del resto la asistencia fue pírrica en Anzoátegui; quedando en evidencia el desgaste por los errores cometidos y que se siguen cometiendo por una burocracia/politiquera embustera al dar a la opinión pública y a los militantes y simpatizantes cifras falsas de alta concurrencia ¿a quién engañan esta gente, será a Chávez? 

La dirección política del PSUV. Nacional, Regional y Municipal está compuesta por un carato  ideológico, delegadas en Ministros, Diputados, Gobernadores, Alcaldes etc. En dirigentes políticos que más han llamado a la frustración de las bases que a su movilización. No digo que sean todos, pues sabemos de buenas fuentes que hay cuadros dignos de ejemplo en el partido, pero son mucho menos que la minoría por decir más. Cabe acotar y confirmar luego que precisamente son aquellos dirigentes que cuentan con un marcado rechazo popular según las elecciones (derrota en varios municipios) del referendo del pasado 15F, quienes han sido designados por la macolla como responsables para reagrupar al partido en Anzoátegui. 

La revolución bolivariana y el  PSUV medularmente como parte de ella, se hallan en un momento de definición, ya las coyunturas electorales han dejado de ser la razón para seguir disminuyendo la revisión estructural del partido. Estamos atravesando un reflujo político que se evidencia cada vez más en el desgaste político de las bases que aún así continúan dando la lucha con una crítica firme y audaz aunque se le censure y se les ofenda. Pero no es cuestión de intelectuales saber que si no se señalan los errores y se aplican las correcciones, la derrota puede agarrarnos fuera de base, perdiendo todos los avances que se ha conseguido durante todos estos años. Para evitar riesgos inútiles, más vale analizar el momento político en sus justas dimensiones, atendiendo con humildad las fallas colectivas e individuales de cada uno de nosotros.  La burocracia, la corrupción y la ineficiencia, parecen haberse apoderado de todos los niveles de gobierno en esta entidad federal, nadie tiene derecho de entrar a formar parte de esos gobiernos al menos de que sea amigo o familiar de los gobernantes de turno ni de resolverle una situación difícil a cualquier ciudadano anzoatiguense sino se humilla con antelación. Todo esto me hace recordar la película/comedia del actor cubano, Tomas Gutiérrez Alea. En su magistral obra “La Muerte de un Burócrata”. Francisco J. Pérez, un proletario ejemplar que inventó una máquina para fabricar en serie bustos de plástico de héroes socialistas, y que muere accidentalmente. Después de ser enterrado, su viuda se presenta ante la administración para iniciar los trámites para cobrar la pensión. Para ello necesita el carnet laboral del muerto, que ha sido enterrado con su inseparable carnet. Un sobrino se encarga de iniciar los trámites para su exhumación y comienza un viacrucis e interminable papeleo burocrático que lo llevan a transgredir la ley, y a alterar su pacífica y ordenada vida. Fin de La cita                                                                       

El decaimiento de las acciones de gobierno sobre todo en la salud y la seguridad en Anzoátegui, se debe a una burocracia incapaz e insensible carente de toda visión en la aplicación de políticas públicas sociales. Se debe apartar a un lado el temor entrañable a la crítica, no es nada revolucionario revivir el método estalinista dentro del partido (que fueron unas de las causas que terminaron con el socialismo soviético) en el que osara realizar una crítica era censurado, ofendido, humillado e incluso fusilado políticamente. Esto pone en evidencia que quienes se oponen a la crítica son precisamente los más afectados por ella. La crítica es necesaria y ahora más que nunca urgente, para diagnosticar las debilidades y aplicar las fortalezas.  

Se debe poner mucha atención con respecto a la política de formación de cuadros en el PSUV, es una estupidez política crecer cuantitativamente y decrecer cualitativamente, los miembros del partido socialista deben ser ciudadanos que den la talla en la batalla de ideas, que tengan un alto nivel de debate, destacados no solo en el compromiso moral y ético sino también teórico con relación al socialismo. Caso contrario estaremos construyendo un partido clientelar de masas tradicional, discapacitado para desempeñar el papel fundamental que le corresponde: la dirección colectiva de una revolución. 

Asimismo una de las tareas más ejemplarizantes de la dirigencia del PSUV, es que rindan cuentas y revisen sus gestiones dentro del partido, para que le expliquen a los factores revolucionario, porqué es que el partido se encuentre tan desmovilizado, con tantos militantes inscritos. Apartando por supuesto las forzadas inscripciones que se vienen realizando en las instituciones del Estado, que en vez de hacerle un favor al proceso revolucionario lo que han hecho es deslegitimarlo y degradarlo ante la opinión pública de este estado. 

Una pregunta que me hago a petición de unos militantes, luego de revisar minuciosamente las fallas medulares que muestra el PSUV en la actualidad, ¿Será que estos sesudos dirigentes no quieren que la revolución bolivariana avance y se consolide sino que por lo contrario actúan con furor en un orden telemático a que la militancia se desilusione y la revolución se debilite internamente hasta que muera como el obrero de la película?