El domingo 13, en TELEVEN canal de televisión privado, tuve la brillante oportunidad de ver dos periodistas, en una amena entrevista; estos dos comunicadores sociales de larga trayectoria en la vida política venezolana, siempre han transitado al lado del pueblo, levantando las banderas de la igualdad y la honestidad; para nadie es un secreto la manera de pensar de estos combatientes por la libertad; tienen varios años, formando parte de dos medios privados de bastante penetración en la opinión pública, son ellos: Eleazar Díaz Rangel, director de “últimas noticias” y José Vicente Rangel, moderador de un programa identificado con su nombre, en el canal antes señalado; por ese espacio televisivo han pasado infinidades de personalidades con distintas maneras de pensar; siempre tratando de buscar la verdad: el núcleo vital del periodismo.
En esa entrevista José Vicente Rangel, fue interrogando a su colega en dos temas de palpitante actualidad en la llamada Quinta República: el deporte y la corrupción; estos dos casos se han venido desarrollando en nuestra Venezuela de manera contradictoria; mientras la práctica deportiva avanza en beneficio de la salud física y mental de la población; la corrupción es un verdadero tsunami contra el erario público con terribles consecuencias en contra de los más desposeídos, la gran mayoría de los habitantes.
El entrevistado, fue respondiendo a medida que transcurría el programa sin ningún tapujo, con toda la seriedad y objetividad, que lo caracteriza, porque además mantiene una columna periodística dominical muy leída, en el diario que dirige, donde siempre ha privado la verdad en contra de los intereses políticos, motivo fundamental para mantener tanta credibilidad y aceptación. Tengo la ligera impresión, que lo más importante en esa conversación es lo referente a la corrupción; nadie puede ocultar en estos momentos este terrible flagelo, más cuando la mayoría de los medios de comunicación la interpretan a su manera, buscando sacarle dividendos políticos, para alimentar un huracán contra el gobierno, el cual no ha cesado desde el mismo momento de haber sido electo el fallecido Comandante Chávez.
Después de haber visto la interesante entrevista, pregunto: ¿Dónde están los corruptos? Díaz Rangel, lo digo muy claro ¡En los dos bandos! haciendo hincapié en el discurso del Presidente Nicolás Maduro, cuando acudió a la Asamblea Nacional a explicar el motivo de pedir una habilitante; es muy clara la posición del mandatario nacional contra la corrupción, consciente del grave problema, que golpea implacablemente a nuestra sociedad, corriéndose el riesgo de hacerse invulnerable y por consiguiente socavar un proyecto nacido con la esperanza de exterminar dos grandes males como son la corrupción y la inseguridad, muy ligadas en cualquier país.
La gran diferencia en esta lucha emprendida por Nicolás Maduro, está entre la cuarta y quinta República; en cuarenta años de la democracia representada por AD Y COPEY los corruptos vivieron en un verdadero paraíso y cuando pasamos a la etapa chavista, todo el que es investigado o sufre fuertes pesadillas de sentirse acorralado en una cárcel, emprende la huida a los conocidos nidos de corruptos en el exterior, con las excusas repetidas de ser unos perseguidos políticos ¿Dónde se encuentran por nombrar algunos: Manuel Rosales, Carlos Ortega y Eduardo Lapi…?.
En los últimos años, la lucha es clara y evidente contra la corrupción, pero no basta el esfuerzo del gobierno, sin la colaboración de la ciudadanía; aun, cuando se han conseguido algunos resultados alentadores, presentes a la vista y la conciencia de cada quien; últimamente la mayoría de los señalados por malversación, robo o apropiación indebida provienen de funcionarios del gobierno; son “amargos” descubrimientos como los calificó el Presidente Nicolás, dejando en pañales a los corrompidos de ayer; a estos farsantes tienen que aplicarle la ley, con todas las fuerzas del poder, de lo contrario nos espera un precipicio muy oscuro y profundo, muy parecido al que nos llevaron los partidos de la “guanábana”.
El encuentro entre los dos periodistas dejó el bombillo rojo encendido: en primer profundizaron sobre este peligroso mal y en segundo lugar, resaltaron la valiente actitud asumida por el presidente Maduro Moros, al comprometerse con el país de hacerle frente a la corrupción, venga de donde venga; son muchos los obstáculos, sobresaliendo el juego político de una parte de la oposición, negando y descalificando a como de lugar, las acciones emprendidas para tratar de adecentar un país sumergido, en un mar de incertidumbres, producto de la corrupción nacida y amparada por los gobiernos de AD y COPEY, que pretenden ocultar, como hizo Carlos Andrés Pérez, borrón y cuenta nueva.