Drástica la decisión del Presidente Nicolas Maduro con los almacenes que comercializan mercaderías electrónicas de consumo masivo, como Daka. No era para menos ante las prácticas de especulación y extorsión de la burguesía inescrupulosa que se apropia de un amplio tramo del excedente económico mediante la alteración de los precios de vitrina de los productos de consumo masivo que induce la fantasía neoliberal del globalismo.
Ya era hora de ponerle mano de hierro a ese fraude que consiste en recibir dolar subsidiado de Cadivi para importar y vender en el mercado nacional con precios cuya referencia de liquidación es la divisa del mercado negro. Hay que proceder de igual manera con toda la importación para garantizarle precios justos a los ciudadanos consumidores.
Ya pegaron el grito en el cielo los favorecidos con la estafa y las amenazas políticas de la ultraderecha se reparten sin contemplación anunciando el fin del mundo.
La guerra económica contra la revolución bolivariana esta en curso y debe ser contrarrestada en una lucha sin tregua para cortar la especulación, el contrabando, el despojo de los ingresos petroleros y la inflación.
El Presidente Maduro se amarra más los pantalones y profundiza su liderazgo revolucionaria haciendo frente a la derecha desestabilizadora y golpista.
Vendieron la idea de un Maduro débil, pusilánime y sin capacidad de conducción del Estado comunal y de la sociedad civil popular.
Sin embargo, el Jefe del Estado, desde el mismo día de su elección ha marcado el paso de todos los actores políticos. Ha mostrado destreza y pericia política. Su firme actitud ante la violencia post electoral en abril que dejo varias personas sin vida; el ejercicio del gobierno de calle para ampliar los espacios de participación; su ofensiva diplomacia antiimperialista; el tramite de la Ley Habilitante; y su incansable agitación hacia las elecciones territoriales del 8 de diciembre, le han dado forma a un auténtico liderazgo chavista y popular. Creyeron que había un monigote sin fuerza, sin inteligencia con el que podían jugar pero se jodieron porque Maduro ha mostrado madera y gran capacidad en todos los frentes. Es el Maduro de las luchas de la izquierda de los años 80 y 90. Es el militante de la Liga Socialista que agotó largos años de aprendizaje en las profundidades de la multitud.
Las medidas contra Daka indican que el gobierno bolivariano esta en la senda de la transición al Socialismo, aunque le pese al señor Dieterich y su repertorio de profecías auto cumplidas y sofisticas.
Hay que entender que dicha transición es un escenario de duro combate entre tendencias contradictorias que van acumulando fuerzas para propiciar nuevos espacios de acción política. El campo popular venezolano ha logrado enormes conquistas que no puede dejarse arrebatar. Es increíble que algunos que se dicen revolucionarios no entiendan eso. La derecha y el imperialismo sueñan con retomar el control total del Estado para restaurar el modelo neoliberal y el despojo de la riqueza petrolera. Me niego a renunciar a los derechos que la revolución ha conquistado para millones de seres humanos. Me niego a pensar una Venezuela en manos de la camarilla oligárquica puntofijista.
En ese sentido es que se torna una prioridad profundizar las líneas centrales del Estado comunal esbozado desde el 2011 en varias leyes y materializado en formas concretas de organización popular y de la sociedad civil bolivariana. De allí la urgencia de la Ley Habilitante y las facultades al Presidente Maduro.