Aunque muchos podemos estar cansados de acometer el tema de la corrupción en nuestra querida Venezuela, es necesario hacerlo, porque la corrupción nos afecta cada día por su impunidad.
No es la impunidad la que da origen a la corrupción, no señor, es la corrupción la madre de la impunidad.
No se puede esperar, no se cuantos años, para que una nueva generación de ciudadanos liquide la corrupción en este país. El problema hay que atacarlo ya, ahora ó los pilares del proceso revolucionario se corrompen, se deterioran y se caen. No le quepa a usted la menor duda, de que el MAYOR apoyo a la oposición y al Imperialismo Yanqui es la corrupción. ES EL TALÓN DE AQUILES.
El problema es más grave de lo que podamos pensar, viene desde abajo hacia arriba ó de arriba hacia abajo, como se quiera ver. Veamos un fiscal de transito que le dice a usted, bueno arreglamos esto si se me baja de la mula con tanto. Usted se puede bajarse ó no, si no lo hace puede tener grandes dificultades para resolver su problema ó no lo resuelve y si lo hace, puede ser que lo resuelva aunque con frecuencia se le crea otro de naturaleza diferente. Pero en todo este proceso hay un factor que juega un papel sumamente importante y es la indefensión. La existencia de jueces corruptos y el manejo oscuro de documentos en ciertos tribunales de injusticia, forman parte de los elementos promotores y “motores” de la corrupción
¿Cómo podríamos evitar que sucedan estas cosas? Se me hace que si es cierto que se crea una nueva moral socialista para combatir la corrupción, también es cierto que cada día aumenta el costo de vida y se requiere algo más para satisfacer las necesidades primarias. Cada hombre aspira a tener un standard de vida mejor (sin querer ser super millonario) y proporcionar a su familia un poco de más felicidad. ¿Y entonces? pues esto significa, que hay que darle a ese hombre una buena formación y un buen sueldo (sin mezquindades) y exigirle en consecuencia un buen comportamiento con la ciudadanía, pero además, deben existir penalizaciones para castigar las faltas en que pueda incurrir.
El mismo principio es valido para ser aplicado a los funcionarios públicos de alta jerarquía cuando cometan actos delictuosos en sus funciones.
Pero, existe un gran problema, además del padrinazgo, el terror a combatir la corrupción. Es ese pánico el que impide que se debata en la AN una ley anticorrupción bien implementada, que se creen los tribunales comunitarios para combatirla a nivel de los Concejos Comunitarios ó que se le otorguen a la AN atribuciones que le permitan remover de forma inmediata, luego de una consulta con el pueblo, a los miembros del poder público, cuando estos actúen en contra de los intereses de la Nación ó irrespeten la moral y la dignidad del pueblo venezolano.
De igual manera esto debería de funcionar para los magistrados del TSJ, los cuales no deberían ser vitalicios. Si al presidente de la República se le puede hacer un referendo ¿por qué a ellos no?
Nosotros deberíamos tener presente y no olvidar nunca que: “El que controle el poder judicial controla el país”.