No cabe la menor duda de que se está fraguando un gran golpe de estado y no se observa la autoridad suficiente del gobierno para impedirlo. Hay un acaparamiento y desabastecimiento de la población creado por las mafias de la oligarquía nacional que se maneja en el campo de la producción y comercialización de alimentos.
Es verdad que como consecuencia del arduo y honroso trabajo que hace la Guardia Nacional, el ejercito y otras autoridades en la frontera, ha dado sus buenos resultados. Se han decomisado miles de toneladas de alimentos que iban de contrabando para Colombia. El gran NEGOCIO, vendo la mercancía más cara al otro lado de la frontera y cuando la crisis de desabastecimiento carcoma las extrañas del pueblo la revendo más cara aún. Y si el Dios de la permisividad lo permite, llenan sus camiones del hambre con productos de MERCAL que no verá el pueblo venezolano.
Esto es maravilloso. Esta es la única revolución socialista de este planeta que puede presentar estas cartas a la vista del mundo y más aún si los peces gordos metidos en el negocio “gozan de impunidad” o han sido beneficiados por esa extraña amnistía entre bastidores que apenas comunicó el gobierna a la opinión pública, sin explicación o justificación alguna en un aciago momento para la historia de este país.
He allí el detalle, tu conductor del camión vas preso, pero... los dueños de empresas como la Polar que son los verdaderos dueños del camión como están, yo diría que “bien gracias”.
En la verdadera lengua de estos señores, eso se llama “untouchables” y parece que en la nuestra también, por eso no se ha visto ni se ve una actitud verdaderamente contundente por parte del gobierno en contra de esas mafias, ni siquiera multas que le duelan de verdad por lo criminales que son.
La conclusión será que hay miedo ante ese poder que “parece” estar por encima del poder del estado, ese poder es el arma que ellos tienen y usan a su antojo y conveniencia con toda su impunidad. Si no es verdad o usted no lo cree, pregúntele a Globo-visión del como lo hacen.
Ya está bueno, aquí se conspira abiertamente y no hay culpables, el miedo a reprimir, muchas veces infundado, promovido, difundido y avalado por falsas concepciones de algunos políticos de antaño que han estado en el gobierno, han hecho un mal increíble que ha conducido a la aberrante impunidad donde nos encontramos. Ojalá y aparezcan otros hombres diferentes para que la revolución no fracase y ojalá el presidente de la república tome en consideración estos aspectos.
Espero no arar en el mar.
alexriver870@hotmail.com