Como decía mi vieja: No hay derecho. No hay derecho que la excelente y justa iniciativa que tuvo nuestro presidente cuando promulgó el Decreto N° 7.401 el 30 de abril de 2010 que otorga pensiones especiales a los ciudadanos de la tercera edad haya terminado siendo una línea mas de negocio de gente inescrupulosa.
Esto es exasperante, incluso hasta el compatriota Mario Silva ofreció hacer llegar las denuncias al Presidente del IVSS y nada, ahora resulta que como la fecha final para realizar el trámite está cerca (31 de diciembre) la tarifa plana que cobra la mafia subió de 6 a 8 mil BF, según reportan desde Barquisimeto desesperadas victimas de los mafiosos y de la lentitud de los funcionarios del IVSS en iniciar o procesar el trámite conducente. Es exasperante. Actúan libremente, y en evidente connivencia, pero no les pasa nada.
Esto se parece al caso del guapo de barrio, todo el mundo sabe quién es, a quién ha robado, violado, lesionado o matado; todos presencian cómo actúa a plena luz del día con el mayor desparpajo. ¿Será que el tipo, como decía Rubén Blades, “tiene un primo en la policía” y por eso nunca le pasa nada?
De igual forma, y (disculpen pero la oración es larga) todo el mundo sabe que el sindicalista trafica con los cupos de empleo, que extorsiona a los dueños de empresas contratistas, que exhibe grosera e impunemente gruesas cadenas de oro, relojes costosos, ropa de marca, inmensas camionetotas; que hasta asiste a las convenciones colectivas que se discuten en hoteles 5 estrellas con 4 o 5 amantes buenototas; una por cada semana, que todo es producto de sus fechorías, que el tipo anda rodeado de malandros guardaespaldas que lo protegen, que no tiene como justificar legalmente tanta abundancia grosera, que los departamentos de seguridad de cada empresa afectada sólo recomiendan la denuncia a la Fiscalía en lugar de hacer su propia investigación, que el sindicalista le ha conseguido cupos de empleo temporal a familiares de fiscales, policías y hasta periodistas, que por ello utiliza la prensa, y la prensa se deja utilizar, para presionar a las empresas a favor de sus intereses, que la gente teme que la denuncia conduzca a la muerte, que el rol de los encargados de Relaciones Laborales de las empresas es mantener la paz laboral “legalizando” las peticiones del sindicalista y haciéndose de la vista gorda; que el poderoso es el sindicalista, y que por eso anda por ahí “con el tumbao que tienen los guapos al caminar” (Blades, hace tiempo) Todo el mundo lo sabe, hasta los inspectores del Ministerio de Trabajo, pero al tipo nunca le pasa nada.
¿Que pasa con el Presidente del IVSS? ¿Será que también se declara impotente para ponerle freno a esta práctica de cobrar ilegalmente por las pensiones de vejez? Nunca había visto tanta gente denunciando. Felizmente ahora hay más espacio para esto. Aporrea ha publicado ya varios artículos, incluso uno anterior mío, Mario Silva ha mencionado el tema, y hasta Globovision también. Pero, ¿Por qué será que no pasa nada?
¿Será que las pensiones de vejez están siendo controladas por guapos de barrios o sindicalistas, de esos a los que nunca les pasa nada?
¿Será que Rotondaro, Presidente del IVSS, nos va a dar una sorpresa y podremos por fin en este país cantar como Rubén “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”?
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