Escribo esta nota en momentos en los cuales se producen hechos que pudieran enmarcar la lucha política en Venezuela luego que este golpe suave pase.
Por una parte, el candente debate en la AN con un Diosdado Cabello conminando a largarse del hemiciclo a aquellos que no reconocieran al Presidente Maduro, el anuncio del Consejo Legislativo del estado Miranda, de declarar el abandono del cargo por parte del Pichón de Carmona, si no reasume sus responsabilidades como Gobernador, la contundente medida adoptada por el presidente Maduro, de evitar que la marcha convocada por el engendro del imperio, para el día miércoles llegara a Caracas, de modo de resguardar la vida de los marchantes opositores ante la amenaza de que se estuviera preparando un nuevo Puente Llaguno, el anuncio del Gobierno español de que reconoce al Gobierno electo y a su Presidente, lo que en verdad no debería importarnos mucho, pero que en vista de que ese país es el laboratorio de la guerra mediática contra Venezuela, cobra importancia debido a que pone a los diarios ABC y la Nación en una situación en la cual asumen una postura contraria al mismo Gobierno que defienden. Y por último, el anuncio del experimento de líder,de suspender la marcha hacia el CNE en Caracas, se revelan como signos de un aparente amainar de la tormenta.
A todo esto, se une la presentación de un conjunto de disparates definidos como “pruebas “ del fraude. Y al mejor estilo de Ramos Allup, la advertencia de que el viernes llevaría esas supuestas "pruebas" al CNE. De esta manera, se dibuja un escenario donde cabe un análisis que trate de explicar las marchas y contramarchas del candidato perdedor:
El golpe en efecto se puso en marcha, los empresarios venezolanos se mantuvieron cautelosos y atentos frente a su desarrollo, sin inmiscuirse más allá de lo conveniente esperando un escenario favorable para acelerarlo. PERO la marcha de los acontecimientos en la calle, la reciedumbre y serenidad con que el Gobierno ha asumido la defensa de la paz, la reacción lenta, pero constante de Gobiernos de derecha como México, Chile, Colombia, Corea del Sur y España, las posiciones asumidas por Brasil, Rusia y China, la declaración de la UNASUR y la imposibilidad de EEUU de arremeter militarmente, como quisieran, de manera inmediata y abierta, a sabiendas de que Venezuela tiene ahora aliados armados hasta los dientes y que el propio centro Carter avaló los comicios y resaltó su transparencia, evitan que se reedite el Abril de 2002.
Mención aparte en este análisis merecen los medios de comunicación privados que, de nuevo, han protagonizado el golpe, sólo que su fracaso, esta vez, radica en que no cuentan con los dinosaurios militares a quien poner a representar la misma obra de hace once años. Ellos siguen instigando, sólo que ahora le hablan a un sector igual de radical, pero disminuido en moral, tras largas jornadas de derrotas.
Cabe preguntarse entonces ¿Hemos vencido? Le respuesta es definitivamente no. Y así será si repetimos la actitud que asumimos luego de los hechos de Abril de 2002, es decir, no llevar a la cárcel a quienes se han mostrado de nuevo dispuestos a matar nuestra Revolución (Borges dixit). Ahí estarán, si lo permitimos, El NAzional, El Universal, Venevisión, Televén, Globoterror, como madrigueras donde se incubarán los huevos de la serpiente.
YA ES HORA DE ACABAR tanto con la serpiente, como con las oscuras madrigueras donde se incuban sus huevos…
jorge.ochoa004@gmail.com
EDUCADOR