Yo no sé si refería a nosotros Nicolás Maduro, a Aporrea y sus aporreadores, cuando le dijo en un mensaje express a Eduardo Samán que no cayera en provocaciones.
Aporrea siempre paga los platos rotos: Sus páginas publican el reclamo por la libertad de Julián Conrado, rompen el silencio que lo encarcela y despierta conciencias para su liberación. Hoy sale a defender a Eduardo Samán del gacetazo que le propinara el ministro Fleming al cortarle las alas y no permitirle escoger su equipo de gobierno y luego nuestro Presidente habla de provocadores. Aun no me queda claro, pero tengo la gran sospecha que es con nosotros.
Sí somos provocadores, en cualquier caso.
Provocadores leídos con malas caras por el alto gobierno. Provocadores que escribimos desde el bajo gobierno, que es quien debería ser el alto, es decir: el pueblo.
Seguramente, ojalá que no, volveremos a ser acusados de seudo intelectuales de izquierda provocadores y seremos entonces, nosotros los culpables por estar diciendo y escribiendo cosas que no se deben decir, por estar pidiendo y reclamando justicias que sacan roncha.
Ni seudos, ni intelectuales, de izquierda eso sí.
Nada.
No ha pasado nada en el caso de Julián Conrado y seguramente tampoco pasará más que el silencio con Samán. Uno prisionero en un calabozo y el otro cuya libertad de actuar también fue sometida ayer en la Gaceta Oficial. Nada. Aquí no pasa nada.
Pasa que el pueblo es sabio y paciente. Pasa que ese silencio, ignorar las cosas que aquí se escriben y se reclaman, que en muchos de los casos son lo que siente el pueblo se convierte en fuerza revolucionaria dentro de la revolución, pasa que la revolución es del pueblo y cada día el pueblo se apodera más de su revolución.
Pasa que deberían pasar cosas que no pasan. Pasa que deberían darnos respuesta sobre la detención de Julián Conrado quien injustamente sigue allá, preso en un cuarto. Pasa que deberían explicarnos ese gacetazo que le dieron a Eduardo Samán al quitarle el derecho de designar sus directores.
Raúl Bracho Julián.
Esta idea fue de la Chiche, aclaro. En un valiente escrito que hiciera la camarada Chiche Manaure nos bautizó a tod@s como Julián:
"Han pasado más de dos años. Víctor Jara Julián, Ali Primera Julián, Lilia Vera Julián, Centauro Julián, Sandino Primera Julián, Sol Primera Julián, Amaranta Julián, Ernesto Navarro Julián, Indira Carpio Julián, Luis Brito García Julián, José Vicente Julián, Gloria Martín Julián, Neibys Bracho Julián, Ali Manaure Julián, La Chiche Manaure Julián, Tamanaco de La Torre Julián, Raúl Bracho Julián, Virginia King Julián, Larissa Costas Julián, Carlitos y Leandro Julián, Eduardo Chacín Julián ... y un montonón de gente- Julián, continuamos presas y presos: invisibilizados !!!!!".
Julián Conrado: el canto que venció a la muerte: http://www.aporrea.org/ddhh/a170127.html
Como no voy a parar en mi lucha por la liberación de Julián Conrado y toda causa justa que deba defender, he tomado la decisión de asumir como apellido el nombre de Julián desde hoy en adelante, para que todas y todos sepan que no habrá un escrito que yo haga sin que en él se pida su libertad, para que se sepa que no nos callaremos hasta lograr su asilo y libertad.
Cuando la revolución pierde su movimiento de abajo hacia arriba y queda al designio del movimiento de arriba hacia abajo, hay que hacer la revolución dentro de la revolución.
¡Merecemos respuestas!
¡Chávez vive, la lucha sigue!
¡Libertad para Julián Conrado y mando para Samán!
