Las guarimbas-barricadas-violencia, adquieren dimensiones apocalípticas en la ciudad de Mérida, toda una tragedia creada por la oposición venezolana; seis (6) muertos, incluye un (1) guardia nacional, una camarada de nacionalidad Chilena, un trabajador de CANTV, una Motorizada, degollada producto de guayas puestas de extremo a extremo en la vía, entre otros, y más de 50 heridos, que incluyen más de una veintena de policías; han crucificado animales (perros, gatos) que vivos los han lanzado a las hogueras que ellos realizan con la basura, y un sin número indeterminado de instituciones y empresas públicas, y privadas destrozadas: Museo de Ciencias, Ministerio del Ambiente, Banco Bicentenario, Banco Venezuela, Centro Comercial Viaducto, Plaza Mayor, Alto Prado, Digitel, el Trolebús, los Semáforos, gran cantidad de arboles que han talado impunemente para la fabricación de barricadas, INPARQUES, las carreteras principales y demás vías están en condiciones paupérrimas, por la quema de cauchos y basuras en la vía, gran cantidad de postes del alumbrado público derrumbados, dejando a gran cantidad de compatriotas a oscuras, ocho (8) motos quemadas, dos (2) camiones de empresas privadas, dos (2) busetas. El panorama es desolador, y el dolor de miles de compatriotas retumba bien adentro, como un lamento incesante que clama justicia.
Y es que en este país en donde hemos sido robados por la cuarta república por espacio de muchas décadas, y que siguen planificando asesorados, por el imperio norteamericano para seguir robándonos. Tristemente siguen haciendo con los venezolanos lo que les da la gana, impunidad hasta decir basta, los más afectados siempre son los pobres, los desposeídos, los esdientados o mejor dicho los chavistas. La buena fe del espíritu de nuestro comandante Supremo, se quedó en el papel, porque la verdad –duélale a quien le duela– es que existen “revolucionarios” que se han convertidos en fortines de las mafias politiqueras, en donde lo único que cuenta es la burocracia y el apetito despreciable de ciertos “Chavistas”. A lo anterior se suma el hecho de que en las instituciones del estado venezolano, la mayoría de los cargos directivos son ejercidos por personas cuyo único mérito es tener una buena palanca o pertenecer a la oposición.
La debacle que afronta la ciudad de Mérida, con estas guarimbas, es comparable con las consecuencias de la devastación de una guerra. Semejante estropicio exigirá años de trabajo y esfuerzo económico. No podrá el Estado pagar los perjuicios materiales y morales a tanta gente, fruto de estos actos vandálicos realizados por delincuentes contratados y pagados por la oposición venezolana. La naturaleza es inclemente en muchos casos, pero, en el nuestro, más terrible que la furia de la Madre Tierra, son la desidia que ha ocasionado esta desgraciada y apátrida oposición fascista.
Las instituciones del estado venezolano encargadas de administrar Justicia ya han tomado algunas decisiones para castigar a estos señores, aunque, en mi criterio, hay personas que están detenidas, que no deben estar detenidas, como el camarada Kerwin Tolosa, a quien quieren culpar, de verter sustancias toxicas en la planta de potabilización de agua “Doctor Enrique Burgoin”, de la ciudad de Mérida. No sé con qué intención el CICPC, y otros quieren involucrar a este camarada, a sabiendas que se tiene conocimiento, con suficiente ilustración e información sobre los paramilitares que se encuentran haciendo vida en esta zona, y sin embargo, el camarada sigue detenido. Mientras los verdaderos culpables andan libres, el camarada Kerwin Tolosa, será llevado a la cárcel, siendo su único interés el de defender a los que no tienen voz. Lo que ha acontecido con el camarada Kerwin, no puede quedar en la impunidad y en ese cometido solicitamos la inmediata libertad del camarada, Kerwin Tolosa.
Patria Socialista o Muerte… VENCEREMOS.
Solo el pueblo salva al pueblo.
