La alharaca que han montado los medios con el desgraciado secuestro y ulterior triste asesinato de cuatro jóvenes, un industrial y un periodista, éste último no fue secuestrado sino ajusticiado, nos hace evocar una serie de hechos relacionados con esta cuestión: los secuestros siempre han existido, baste con recordar el “Rapto de Europa” inmoralizado por Rubens en un famoso cuadro que, de paso, se copió de otro similar de Tiziano. No menos famoso es el “Rapto de las Sabinas” también llevado al lienzo por un señor Poussin, ahí se relata en forma gráfica un hecho histórico de la Roma primitiva cuando Rómulo invita a los sabinos, vecinos de él, a una fiesta en la ciudad, como tenían una escasez tremenda de mujeres, Rómulo pronunció la famosa frase “Disparen primero y averigüen después” acabaron con los sabinos y se quedaron con las mujeres. Otro secuestro o rapto no menos famoso fue el de Helena, esposa del cornudo Menelao, hermano de Agamenón, igualmente adornado por una hermosa carama, en esa ocasión el secuestrador fue Paris, quien intervino en el problema de una manzana y tres diosas del Olimpo, donde salió favorecida Afrodita y ésta le concedió a Helena como premio por la trampa que hizo el tal Paris al ayudarla y, como todos recordarán, ese rapto trajo como consecuencia La Guerra de Troya. Así podemos enumerar una gran cantidad de secuestros comenzando por el hijo de Lindberg, que continúa más perdido que la oposición venezolana, seguido de los secuestros al estilo “vecino país”, podemos citar además el secuestro de futbolistas, ganaderos, políticos, de las libertades individuales que también han sido secuestradas por infinidad de gobernantes alrededor del mundo, etc.
Lo que llama poderosamente la atención en la problemática venezolana es el cariz político que se le quiere dar a lo ocurrido con los recientes secuestros; un ex gobernador de Carabobo, en artículo publicado en El Carabobeño uno o dos días antes del asesinato de los tres niños y el joven chofer, habló de que en Venezuela iba a correr sangre “dentro de poco” ¡Qué casualidad!...
Ahora voy de anécdotas: en febrero de 1898 el acorazado Maine anclado en el puerto de La Habana, explotó misteriosamente, el capitán y algunos oficiales se salvaron, también misteriosamente. Murieron 266 hombres de la Armada yanqui, de inmediato acusaron a España de ese crimen y se inició la guerra hispano-americana que terminó con la salida de los españoles de la isla de Cuba, años más tarde se demostró que el barco fue volado por los mismos yanquis. En 1933, para ser más precisos, el 27.02.1933, incendiaron el Reichstag, parlamento alemán, casualmente aparecieron en el sitio Adolf Hitler y Hermán Göring, vieron cerca al señor Van der Lubbe, agitador comunista y Göring declaró inmediatamente que el fuego fue iniciado por los comunistas. Se inició así “El juicio del incendio del Reichstag” detuvieron a tres búlgaros: Georgi Dimitrov, Vasil Tanev y Blagoi Popov, Dimitrov estaba a cargo de todas las operaciones del KOMINTERN en Europa occidental. El tiro les salió por la culata a Göring y su banda, Dimitrov, en el juicio, demostró que el incendio había sido ocasionado por los nazis con el único objeto de ilegalizar al partido comunista. Así podemos relatar infinidad de hechos ocasionados por los fascistas, léase CIA, con el fin de desestabilizar, producir caos, confundir a la opinión pública y meter la mano en ese barril sin fondo que los lleva a tratar de apropiarse del mundo a costa de lo que sea, son capaces de quemar El Vaticano con el Sumo Pontífice adentro, con tal de lograr sus propósitos… ¡Ojo pelao!...
PS Leo en la prensa que los colegios católicos guardarán luto por los niños secuestrados y asesinados, me parece muy bien…
La infinidad de niños, mujeres y ancianos que mueren a diario en Irak y Afganistán, asesinados por tropas yanquis y por el absurdo fundamentalismo religioso, los millones de niños que mueren de hambre anualmente en el planeta, los millones de enfermos de SIDA, tuberculosis, paludismo y las mil plagas de Egipto, que mueren sin asistencia médica, etc. ¿no son seres humanos merecedores aunque sea de una estampita de la virgen de Coromoto o de José Gregorio Hernández? O, en el caso de los niños musulmanes ¿no son aptos para un rezo cristiano o un minuto de silencio?