Desmontar el viejo Estado autoritario

La revolución bolivariana no reemplazó inmediatamente el viejo Estado policial-autoritario heredado del pasado como hicieron otras revoluciones que, al conquistar el poder, desmoronaron todas las instituciones y aparatos de dominación de las viejas clases sociales.

El proceso bolivariano siguió otros caminos porque tuvo otro origen, porque tuvo otras características originales, peculiares, propias en el marco de las particularidades venezolanas y de este tiempo histórico.

El reemplazo del viejo Estado se inició con la elección de Chávez como Presidente de la República, Jefe de Estado y Comandante de la Fuerza Armada y siguió con la reunión de la Asamblea Nacional Constituyente. El resto de las otras instituciones no fueron modificadas o sólo lo fueron parcialmente.

El hecho de que en lo esencial se mantuviera la vieja estructura policial-autoritaria-antipopular fue la causa del golpe del 11 de abril 2002. La vieja esencia clasista en la Fuerza Armada, en el aparato policial, en la burocracia, en los aparatos empresariales y sindicales sirvió de apoyo al complot imperialista contra el Presidente Chávez.

Aún después de derrotado el golpe del 11 de abril 2002 se mantuvo el viejo poder judicial en manos de los antiguos factores de poder hasta el 2005. Igual ocurrió y hasta nuestros días con la vieja estructura de la institución empresarial, del viejo sindicalismo, de los medios fundamentales de comunicación, de la burocracia y de los cuerpos de policía. El desmontaje del viejo Estado al servicio de la contrarrevolución ha sido lento. Se podría decir que el nuevo Estado Revolucionario en nacimiento cohabita con el viejo Estado policial-autoritario-oligárquico. Eso explica muchas contradicciones y el retraso en la aplicación de decisiones tomadas por el Presidente Chávez.

Sin embargo, se han dado pasos importantes para desmontar el viejo aparato estatal. En el seno de la Fuerza Armada y en Pdvsa, igual que en otras instituciones, el pensamiento ideológico hoy, en lo fundamental, favorece al proceso revolucionario. Los cambios en la Fuerza Armada y en Pdvsa han jugado un importante papel para crear las bases de un nuevo Estado nacional-patriótico al servicio de los intereses venezolanos y del pueblo.

Nos atreveríamos a decir que con la formación de los Consejos Comunales podrían abrirse nuevos caminos para erradicar definitivamente el viejo Estado y edificar un verdadero poder revolucionario del pueblo. Es una perspectiva. Dependerá del curso de los acontecimientos y de la influencia de la victoria de Chávez en las elecciones de diciembre.


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Guillermo Garcia Ponce


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