Los obreros, empleados, estudiantes y profesores que conformamos la Fuerza Bolivariana Universitaria de la Universidad de los Andes, queremos expresar nuestro pesar y repudio por la muerte de los estudiantes universitarios recientemente acaecidas en las ciudades de Maracaibo y Mérida, Julio Soto de LUZ (Presidente de la FCU) y Oscar Contreras de la ULA. Estos hechos violentos, uno de ellos por sicariato, aunque en circunstancias ajenas al quehacer universitario de estos estudiantes, enlutan numerosos hogares del país y dejan un profundo pesar en nuestra comunidad.
En este sentido, abogamos por que los organismos policiales, nacionales y regionales, hagan una exhaustiva y pronta investigación de ambos hechos y den con los autores materiales e intelectuales que cegaron la vida dichos estudiantes. No obstante, queremos expresar a la comunidad emeritense nuestro rechazo ante cualquier ola de violencia que pudiera ser generada por actores políticos dentro del ambiente universitario, tomando como bandera dichos asesinatos, sin esperar los resultados de las averiguaciones.
En efecto, ya hemos observado con muchísima preocupación como grupos estudiantiles plenamentes identificados con la oposición están incitando a actos violentos con la quema de dos vehículos en la ciudad de Mérida, uno de ellos perteneciente al sistema de recolección de desechos sólidos de la Alcaldía de Mérida. También queremos destacar que ambos crímenes ocurrieron en ciudades periféricas o relativamente cercanas al vecino país Colombia, donde producto del llamado “Plan Colombia” se han replegado hacia nuestra nación potenciales criminales como por ejemplo el recientemente capturado miembro del paramilitarismo colombiano, quien tenía su refugio en la ciudad de Maracaibo; motivo por el cual hacemos votos porque el Gobierno Nacional, a través de sus organismos de seguridad e inteligencia inicie las investigaciones necesarias.
La Fuerza Bolivariana Universitaria de la ULA, solicita la participación de nuestra Universidad, a través de sus facultades, escuelas y grupos de investigación, para el estudio de estos hechos violentos ocurridos en el país e invita a nuestra comunidad a la sindéresis a objeto de evitar que politiqueros de oficio e infiltrados conduzcan al sector estudiantil a generar más violencia y con ello más desgracias a las familias venezolanas.
Debe quedar claro, ante la sociedad merideña, que por nuestra convicción democrática y socialista haremos todos los esfuerzos a nuestro alcance para que dentro de nuestras aulas se mantenga la calma que tanto se necesita en momentos de emergencias como los que ahora se suscitan.
*Prof. ULA Táchira
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