Por fin, después de muchos pasitos pa´lante y pasitos pa´tras, puedo anunciar a los interesados la aparición de mi libro Abril, golpe adentro.
Será bautizado el próximo miércoles 11 de noviembre en la sala José Félix Ribas del complejo cultural Teresa Carreño, a las 6:00 pm, y tres días después, el sábado 14, estará siendo presentado en la antigua sede de la Galería de Arte Nacional, en el parque Los Caobos, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Venezuela.
Para el acto del Teresa han confirmado su participación musical Cecilia Todd, Alí Alejandro Primera y el grupo Terra Canto, que dirige Néstor Viloria. Un honor que les agradezco infinitamente.
Ya antes había escrito El terrorista de los Bush (Caracas, 2005), junto con Alexis Rosas, sobre las andanzas del terrorista cubano-venezolano Luis Posada Carriles, experiencia sin la cual difícilmente me habría decidido a esta nueva aventura impresa.
Pero escribir un libro a solas es como ser padre soltero. Entraña riesgos y avatares que se me antojan similares a los de parir y criar un hijo más nadie al lado con el mismo sentimiento de entrega y responsabilidad por la criatura.
Castigo del cuerpo
Dice mi editor, Giulio Santosuosso, que el trabajo de los editores es arrancar los originales de las manos a los autores. No es una exageración pedagógica, al menos en cuanto a la presión sobre quien escribe. El editor, en realidad, también es de gran ayuda en la concepción y organización de los capítulos y en la selección fotográfica, entre otros aspectos que algunos podrán subestimar como “carpintería”, pero que son tan exigentes como fabricar una cocina empotrada. Él es una suerte un compadre que, sin esperar al agua bautismal, apadrina al muchachito en gestación y se preocupa por su salud y bienestar casi tanto como su papá biológico. No sé cómo serán los demás, pero así se portaron Giulio y Carlos Parra, su socio en Editorial Galac (www.editorialgalac.com).
Para este libro cometí el error de hablar demasiado de él antes de tenerlo impreso. Cuando ya lo tenía prácticamente cerrado, asistí a algunos programas de televisión donde comenté sobre su temática y parte de su contenido. Aquí mismo tuve el atrevimiento de publicar como anticipo el resumen de uno de los capítulos.
Esto provocó una espontánea oleada de llamadas telefónicas, cartas, fotografías, correos electrónicos y videos que gente común y corriente me hizo llegar con la esperanza de que fuesen incluidos o citados en el libro. Una verdadera mina documental que, para desespero de Giulio y Carlos, me tentó a postergar el envío de los originales a imprenta mientras organizaba y procesaba el oro contenido en aquel cúmulo de documentos.
Un testigo lo cuenta todo
El título original del libro era La delación, pero luego me convencí de que éste sólo aludía a uno de los aspectos contenidos en la obra.
Se trata de la declaración rendida ante el fiscal Danilo Anderson por el médico Rafael Arreaza Padilla, primo segundo de Pedro Carmona y nombrado por éste como su “ministro” de Salud. Esa declaración sirvió de base para que Anderson, dos meses antes de morir en atentado explosivo en 2004, citara a la Fiscalía a dueños y directivos de medios privados que según Arreaza acordaron con Carmona el “silencio informativo” aplicado en abril de 2002.
Fragmentos del acta levantada por Anderson con esa declaración acompañan al lector en su recorrido narrativo por el golpe de abril. En un pasaje del libro aparece una declaración de Alberto Federico Ravell, director de Globovisión, quejándose de que Rafael Arreaza fue quien “delató” a los participantes de la citada reunión.
¿Quién propuso y quiénes escogieron a Carmona como “presidente” todopoderoso, en lugar de una Junta de Gobierno? ¿Cómo se decidió la disolución de los poderes públicos? ¿Quiénes redactaron el decreto? ¿Cómo fueron las presiones desde Fuerte Tiuna sobre Miraflores para que Hugo Chávez renunciara? ¿Por qué el general Lucas Rincón anunció al país la renuncia presidencial, “la cual aceptó”? ¿Carmona fue llamado a Fuerte Tiuna antes o después de ese anuncio? ¿Quién lo convenció de disolver la Asamblea Nacional? ¿Cómo se decidió la política de “cero chavismo en pantalla” aplicada por los medios privados durante el golpe? ¿Qué pasó con los hombres capturados el 11 de abril como presuntos “francotiradores”? ¿Cómo apareció el video de Otto Neustaldt, ex corresponsal de CNN, donde éste revela que el pronunciamiento de los golpistas ocurrió antes de que cayera el primer muerto?
Estas son algunas de las preguntas hallan respuesta en las páginas del libro.
Sus páginas van dedicadas especialmente a Jesús Romero Anselmi, Jorge Recio y Miriam Caripe, así como a la memoria de mi cuñado Hernán Mata Rodolfo, del padre Juan Vives Suriá y de doña Rosa María de Tortoza. El prólogo es de Carlos Subero.
Con seguridad queda por ahí mucha información dispersa, aún no divulgada, sobre los hechos ocurridos aquí hace casi 8 años. Bienvenida sea. Quedará para una segunda edición.
ernestocorreo@yahoo.es