200 ideas para seguir transformando la educación venezolana (i)

Calidad de la Educación (II)

1. El oscuro rostro del fascismo
Leyendo “El Fuego”, Tomo I de Bruno Loth (2013), es posible aproximarnos a la guerra civil española, con las contradicciones propias de ese proceso entre anarquistas y marxistas: pero fundamentalmente queda develada la disyuntiva entre civilización y barbarie, humanismo versus destrucción que caracterizó a ese período de la lucha de clases. En medio de una hermosa historia del circo Bakunin, Ermo nos ilustra el combate de los Republicanos contra los sectores más conservadores de la sociedad española que muestran el surgir en Europa del fascismo.
El fascismo no es una denominación más de un agrupamiento político. Constituye la más feroz expresión de una visión política de la sociedad, que asumen la imposibilidad de convivir con el diverso. Lo distinto es visto como enemigo a destruir, a aniquilar. En Venezuela el fascismo ha dejado de ser una forma de denominar a los sectores más conservadores para mostrarnos la oscura cara de la más regresiva expresión del pensamiento político de la derecha. Varias decenas de muertos, caos, destrucción de vías públicas y monumentos, ataques a las instituciones educativas, médicas y que garantizan la alimentación de la población evidencian el profundo desprecio que sienten por el acceso de los pobres a estos servicios. Son sólo un puñado intentando imponer a la mayoría su visión totalitaria y unidimensional del mundo. Su accionar ha llegado a niveles de locura social. Recientemente decidieron atacar una institución educativa para niños especiales ubicada en el Barrio La Castra del estado Táchira, donde han decidido concentrar sus acciones vandálicas. Y allí, colgaron en las paredes y alrededores de la institución educativa, a donde acuden niños, roedores muertos de manera cruenta, atravesados por alambres como señal de advertencia, para quienes acuden al plantel. Para ellos las escuelas que atienden a los pobres deben estar cerradas o peor aún jamás debieron existir. Contra ese fenómeno lucha hoy la Revolución Bolivariana, acompañada con el protagonismo del pueblo para evitar perder las enormes conquistas sociales, políticas, éticas alcanzadas durante estos quince años. Que no se equivoquen los fascistas, la voluntad amorosa del pueblo y como diría Aquiles Nazoa, sus poderes creadores no permitirán que el fascismo se instale en Venezuela como una fuerza política con opción de poder.

2. Que es eso de calidad de la educación
La calidad de la educación no es un término neutro. Se convierte en polisémico de acuerdo a la perspectiva político ideológica que se tenga. Para el capitalismo globalizado la calidad educativa está asociada a los intereses del mercado (producción/consumo) y las posibilidades de adaptarse rápidamente a las prioridades que delinean el G8, el FMI y el Banco Mundial. Por ello su énfasis en las competencias adaptativas, aspecto que abordaremos en otro artículo.
Para los sectores socialmente comprometidos con los intereses de las mayorías, del trabajo y no del capital, la calidad de la educación está referida a la obligación que tiene el sistema educativo de alcanzar los objetivos y propósitos que cada sociedad le determina. Es decir, la calidad está asociada a que la educación sirva para lo que dice servir.
Mi colega y amiga Rosa María Masson apunta en cada charla y correo en los cuales intercambiamos opiniones al respecto, que cuando hablamos de calidad debemos tener claro el tipo de educación que deseamos preguntándonos qué enseño, qué formo y para qué.
Ahora bien, cuales son los instrumentos que tenemos para conocer este mandato social varían de acuerdo a cada momento histórico y correlación de fuerzas en la lucha de clases. En este momento en Venezuela, los objetivos del sistema educativo están claramente definidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV, 1999), la Ley Orgánica de Educación (LOE, 2009), la Agenda Alternativa Bolivariana (AAB, 1996) y el Plan de la Patria 2013-2016.
Veamos que plantean estos instrumentos jurídicos al respecto. La CRBV:
La educación es un derecho humano y un deber social fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria. El Estado la asumirá como función indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles y modalidades, y como instrumento del conocimiento científico, humanístico y tecnológico al servicio de la sociedad. La educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social consustanciados con los valores de la identidad nacional, y con una visión latinoamericana y universal. El Estado, con la participación de las familias y la sociedad, promoverá el proceso de educación ciudadana de acuerdo con los principios contenidos de esta Constitución y en la ley. (Art 102)

Toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones. La educación es obligatoria en todos sus niveles, desde el maternal hasta el nivel medio diversificado. La impartida en las instituciones del Estado es gratuita hasta el pregrado universitario. A tal fin, el Estado realizará una inversión prioritaria, de conformidad con las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas. El Estado creará y sostendrá instituciones y servicios suficientemente dotados para asegurar el acceso, permanencia y culminación en el sistema educativo. La ley garantizará igual atención a las personas con necesidades especiales o con discapacidad y a quienes se encuentren privados o privadas de su libertad o carezcan de condiciones básicas para su incorporación y permanencia en el sistema educativo. (Art 103)

La Agenda Alternativa Bolivariana (1996) plantea fundamentalmente la necesidad que tiene la sociedad venezolana de derrotar la exclusión educativa y alcanzar una educación que a la par sea humanamente liberadora y contribuya al desarrollo nacional.

Por su parte la LOE (2009) contempla:

La educación como derecho humano y deber social fundamental orientada al desarrollo del potencial creativo de cada ser humano en condiciones históricamente determinadas, constituye el eje central en la creación, transmisión y reproducción de las diversas manifestaciones y valores culturales, invenciones, expresiones, representaciones y características propias para apreciar, asumir y transformar la realidad. El Estado asume la educación como proceso esencial para promover, fortalecer y difundir los valores culturales de la venezolanidad. (Art 4)

Así mismo, el Plan de la Patria 2013-2016 asume la tarea del estado en la definitiva derrota de la exclusión educativa y la contribución del sistema educativo a la construcción de una sociedad igualitaria y justa.
En consecuencia, la calidad de la educación está referida al logro de estas premisas en el sistema educativo.


3. Las perspectivas de aproximación al nivel aula en la transformación de la calidad educativa
Como lo enuncie en el anterior artículo, son cinco los niveles de la calidad educativa. En esta oportunidad comenzaremos trabajar el primero de ellos, el del nivel aula. Es muy importante destacar que los análisis se realizarán desde la diversidad de perspectivas, a partir de las cuales el autor se aproxima al objeto de estudio: (a) como docente; (b) como ciudadano; (c) como revolucionario marxista; (d) como estudiante; (e) como representante y: (f) como funcionario vinculado a la toma de decisiones, nunca desde la neutralidad del observador pasivo. De manera transversal la visión de la pedagogía liberadora, emancipadora nos guía en el análisis.
El aula –desde el maternal hasta el postdoctorado- es el escenario donde se realizan la mayoría de los actos pedagógicos, constituyendo la representación por excelencia del aparato escolar. Y aquí es muy importante mencionar la diferencia entre educación en general y sistema escolar. Sin embargo, cuando hablamos de aula nos estamos refiriendo también a los escenarios donde se realiza la educación popular, más allá de los límites y las fronteras de la escuela. La educación popular, en consecuencia, es también susceptible de ser valorada al crisol de la calidad de la educación.
Para el docente el aula es el escenario donde conduce, cómo un director de orquesta, el proceso de enseñanza - aprendizaje con los instrumentos que le da su calidad humana, formación profesional, experiencia docente, guías, manuales y materiales de apoyo que emanan de los Ministerios de Educación, los libros, las guías, la multimedia, las TIC y la complejidad de saberes y conocimientos que interactúan en el aula, especialmente de los otros docentes, los representantes, estudiantes y la comunidad. Para el docente, el aula es el escenario de construcción de ciudadanía, de develación compartida del conocimiento. El mayor desafío del pedagogo emancipador está en romper con la lógica de dominación derivada del saber.
Para el ciudadano, el aula es la concreción del derecho a una educación de calidad que garantiza la democratización del saber. Para el ciudadano con plena conciencia y en una sociedad en revolución, en transformación, esta premisa está estrechamente vinculada a la defensa de la educación pública y gratuita que enseñe de la mejor manera con los mayores resultados posibles.
Para el revolucionario el aula es el espacio de resistencia cultural, donde se adquiere el conocimiento y el manejo autónomo de las ciencias que posibilitan la comprensión holística del mundo y la construcción de conciencia crítica. Cuando confluyen en el aula la perspectiva pedagógica y revolucionaria el humanismo liberador conduce los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Para el estudiante (…) es una buena pregunta. La visión del estudiante sobre el aula es la que más ha cambiado en las últimas décadas. Esto presenta un enorme desafío transgeneracional para la educación, los docentes y la propia sociedad. En otro artículo me extenderé al respecto, en esta oportunidad sólo me aproximare a él, en vuelo rasante. Para mi generación –que contaba con muy poca televisión, sin internet, celular, ni redes sociales- el aula era el espacio que nos permitía descubrir lo nuevo, conocer el sistema solar o las bacterias, saber de la independencia y de los faraones. La voz del maestro, la pizarra y los libros nos abrían un mundo. Para las nuevas generaciones la escuela es cada vez más un lugar aburrido, que va detrás del conocimiento. Autores como Zigmunt Bauman y Boaventura de Sousa lo vienen señalando con insistencia. Un ejemplo ilustrativo lo constituye la respuesta a dos preguntas ¿Cuál es la capital de Bolivia? ¿Cuál es el último planeta de nuestro sistema solar? Muchos responden erróneamente que La Paz y Plutón . El conocimiento en geografía y astronomía cambia día a día y nuestra educación no siempre lo hace a esta velocidad vertiginosa. El desafío es volver a convertir las aulas en un lugar donde los estudiantes tengan la certeza que descubrirán lo nuevo, eso también será otro tema de trabajo en futuros artículos, sobre la formación docente y la construcción de contenidos.
Para el padre y representante, el aula es el lugar donde lleva a sus hijos(as) para que aprendan a comprender el mundo, dominar la ciencia y ser mejores ciudadanos. Cuando una madre o un padre, lleva a su niño(a) a la escuela lo hace con la expectativa que aprenda al máximo, confiando en que en el aula, se domina como en ningún otro lugar, el arte de enseñar y aprender.
Para los decisores el aula es el escenario donde se concretan las aspiraciones sociales en materia de educación y los mandatos constitucionales y legales en este sentido. La conducción de la educación, es una gestión del cambio para aproximar estas dos variables, cuando ambas gozan de plena legitimidad.


4. Cuestiones preliminares
El aula es un escenario pedagógico por definición. Sin embargo, la pedagogía como confluencia de las ciencias de la educación o, ciencia educativa, está cada vez más ausente en las dinámicas del aula.
Desde el punto de vista marxista la pedagogía constituye la visión de totalidad de los procesos educativos contra la visión fragmentada de sus componentes por separado: planificación, currículo, didácticas, evaluación, gestión, etc.
El capitalismo tiene plena conciencia de ello, por ello siempre ha intentado romper esta visión integral de los procesos educativos expresado en la pedagogía. Lo ha intentado por varias vías, la primera de ellas, durante décadas, intentando asociar y limitar la pedagogía a la didáctica, posteriormente, a la planeación y desde la década de los sesenta del siglo pasado simplificando lo pedagógico a lo curricular.
La visión fragmentada de la pedagogía facilitó la viabilidad y concreción de las contrareformas que requería el capitalismo. Después de la culminación de la segunda guerra mundial, ante las presiones de las sociedades nacionales por cambios en sus sistemas educativos o las presiones de la banca internacional para transformar los sistemas educativos se impuso la “moda” de nombrar pomposas Comisiones Nacionales de currículo para tratar de atender estas demandas. Comisiones que concluían su trabajo con la propuesta de la adición de una o dos materias, la eliminación de otras y/o la reformulación de algunos contenidos; ò la eliminación de modalidades educativas como la educación técnica u otra operación con lugar de enunciación foráneo, sin que con ello significara en ninguno de los casos tocar la totalidad de los fenómenos del aula. Por supuesto, al capitalismo no le interesa la potencialidad totalizante de la pedagogía, porque en ese aspecto la pedagogía se convierte en socialmente subversiva.
Como las llamadas Comisiones Nacionales de currículo fueron útiles para viabilizar cambios y contrareformas sirviendo fundamentalmente de “caballo de troya” para golpear la educación pública y su calidad, favoreciendo el resurgimiento del mercantilismo educativo, se pasó a la moda de lo curricular como epicentro de lo pedagógico. Así, nos inundaron de textos que nos señalan que el currículo lo contiene todo y desaparecieron la pedagogía. Por supuesto cuando se concretaba en operación política los intereses del capital trasnacional, el currículo se convertía en simple técnica de formulación y administración de contenidos en el aula.
Esta operación fue complementada por otras dos iniciativas que apuntalaron los ataques a la educación pública a escala nacional y global, pasando en algunos casos como en Venezuela con mayor facilidad que en otros. La primera, la restructuración de la formación docente, disminuyendo y/o desapareciendo las didácticas y, la segunda, fragmentando la gestión de lo pedagógico en las estructuras de los Ministerios. En la IV República se crearon las direcciones de planificación, currículo, evaluación pero desapareció el departamento de didácticas, es decir de cómo se enseña. Así se fue destruyendo la educación pública para dar paso a la emergencia de la privatización y la mercantilización de la educación, al atacar el corazón de la calidad educativa.
Al extremo de este ataque se llegó cuando se popularizó la supuesta diferencia de “calidad” o “cualidad” entre el Licenciado en educación y el Pedagogo, propagándose la falsa idea que los licenciados eran superiores a los pedagogos, que además de ser un debate estratificante y clasista, perseguía desaparecer la pedagogía del hecho educativo.
Es urgente retomar La centralidad de lo pedagógico en el estudio, diseño, implementación, seguimiento y evaluación de las operaciones de transformación educativa y más aún asociadas la calidad educativa.

5. Componentes de la calidad en el nivel aula
Una vez que definimos el término y la teleología del sistema educativo, es necesario precisar cuáles son los campos y las categorías de análisis que nos permiten estudiar su cumplimiento y/o nivel de desarrollo. Podemos decir, a riesgo de hacer una simplificación exagerada que los campos son (a) Desarrollo biopsicosocial; (b)aprendizajes asociados al ser, comprender, conocer, hacer, emprender y crear; (c) la capacidad de relacionar, como continuo humano, lo particular con lo general y viceversa.
En cada uno de estos componentes se hace necesario valorar y estudiar cada uno de estos en el acto pedagógico expresado en el aula. Es decir, las definiciones, implementaciones y logros asociadas a estos propósitos desde la planeación educativa, las didácticas convergentes y especiales, el diseño curricular, la evaluación, el acompañamiento pedagógico, la supervisión y cada una de sus estrategias.
Además es necesario precisar los objetivos de grado escolar, etapa, ciclo y subsistema educativo. Por ejemplo que se quiere y aspira que aprenda el niño/adolescente/adulto en determinado grado y que le corresponde a cada uno de los elementos de la pedagogía en el aula en ese momento. Sólo si tenemos claro estos elementos y premisas, podemos asumir la ruta del estudio, diseño e implementación de sistemas agiles, sencillos y complejos de elevación de la calidad de la educación.

6. Los educadores preguntan ¿Cómo se hace?
Cuando reitero sobre la necesidad de involucrar en la reflexión el diseño y puesta en práctica de experiencias de reformas a los educadores con experiencia en el aula, no estoy mostrando con ello una desviación profesional ni un desprecio por las otras profesiones. Creo en la convergencia interdisciplinaria, pero en este esfuerzo los maestros(as) y profesores(as) con experiencia de aula deben ser un componente fundamental.

Una de las limitantes del éxito en cualquier operación de cambio deriva de la precaria capacidad de demostrar a los maestros(as) y profesores(as) en aula como se hace lo que se quiere como se concreta el cambio. No bastan las precisiones conceptuales y los discursos, si esto no van acompañados de demostraciones in situ de como se hace lo nuevo que se quiere implementar.

Finalmente subrayar la importancia de involucrar positivamente a todo el magisterio en la elevación de la calidad de la educación. Es imposible avanzar en esta dirección si no re-enamorarnos a los docentes para esta tarea.

Marzo, 2014.


(i) Este texto forma parte del libro que el autor está terminando denominado 200 IDEAS PARA SEGUIR TRANSFORMADO LA EDUCACION VENEZOLANA, en el cual se plantea una propuesta por cada uno de los días de actividades académicas que tiene el año escolar. La propuesta del autor es que se inicie una dinámica de diseño e implementación de iniciativas interdiarias de transformación educativa con equipos de seguimiento e implementación. 200 días para seguir transformando la educación en la ruta de garantizar una educación gratuita, popular y de calidad en el marco de la revolución Bolivariana
(ii) Docente e investigador. Presidente de la Sociedad Venezolana de Educación Comparada
(iii) La Constitución de Bolivia (2009) asigna el papel del capital nacional a Sucre.
(iv) Plutón fue degradado a planetoide pero en mucha aulas se le sigue enseñando como planeta.



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Luis Bonilla Molina

Docente- Investigador miembro del PEII Venezuela. Presidente de la Sociedad Venezolana de Educación Comparada (SVEC). Directivo de la Sociedad Iberoamericana de Educación Comparada (SIBEC). Miembro del Consejo Mundial de Sociedades de Educación Comparada, instancia consultiva de la UNESCO. Coordinador Internacional de la Red Global/Glocal por la calidad educativa. Autor de artículos en una veintena de páginas web a nivel internacional.

 luisbo@gmail.com      @Luis_Bonilla_M

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