La sociología de la educación tiene mucho que ver con el estudio de los procesos, las instituciones; y toda esa malla escolar que interactúa con la organización social. Cuando menciono lo "Social" pretendo encuadrarlo en el significante de la sociedad que impere para ese momento. Los procesos educativos, a mi manera de ver el asunto, no deben estar divorciados de los procesos sociales; es menester que vayan agarrados de la mano. Parafraseando a Emilio Willems, 1958 (Sociología de la educación, pág. 16) las reglas pedagógicas no son estáticas, más en nuestros días, (Descolonización de la educación) influyen en los procesos educativos, en las organizaciones; y por ende, en las estructuras sociales. Desde mi óptica, la organización social es fiel impulsadora en las doctrinas pedagógicas. Las políticas educativas por parte del Estado deberán ser las garantes en este entorno. En todas las constituciones del mundo se verán reflejadas como derecho positivo.
En este orden de ideas, para traer un caso ilustrado, quizá para abordar un poco lo anterior, para el año 1979, recuerdo, en el ejercicio activo de mis funciones de la carrera militar, para esa época, llegaba a los cuarteles un número considerable de reclutas que no sabían leer, ni escribir (Analfabetas). Eran jóvenes, muchos de ellos, reclutados forzosamente, que procedían de diferentes partes del país, en especial, de las regiones del interior. Esa realidad educacional, quizá era producto de la realidad social de la época. Los profesionales de guardia, recibíamos instrucciones para enseñar a aquellos discentes, hambrientos del conocimiento de sus primeras letras. Fueron tiempos cuando se diseñaban programas de alfabetización a nivel Nacional. De pronto, esto puede ser ignorado por las nuevas generaciones. Estos métodos de enseñanza se hallaban subsumidos en el ámbito de los aprendizajes y desaprendizajes del ser humano. En ese intervalo de la sociedad, aún la educación andaba en muletas, los enfermos eran la mayoría de los habitantes de la sociedad.
Ahora bien, de todo este ejemplo supracitado, puede decirse, que esa realidad de tantos reclutas legos, era producto de aquella sociedad, que por algún motivo, que no va al caso puntualizarlos, había descuidado o minimizado su intervención para lograr que las instituciones educativas (Escolares) estuvieran desarticuladas de la organización social, en cierta medida. Considero que, a pesar de que existía preocupación en la escolaridad de la población, por parte de los regímenes de turno, no lograban las metas establecidas en el área de estas competencias. Muchos indicadores de órdenes económicos, sociales, demográficos, estructurales, entre otros, pudieron ser los causantes de tales deficiencias en el plano educativo. Precisamente, es aquí, donde la sociología de la educación apuntala su dirección. Dirección que no debe perderse en el tiempo, por supuesto, que todas las sociedades no son iguales. Deberá adaptarse a sus modos de vida, costumbres e intereses diversos. Una sociedad por más progresista que sea, si no se preocupa por la educación de sus connacionales, siempre será una sociedad mediocre.
Ya para despedirnos, nos contenta decir que la Sociología de la Educación, nos aborda el estudio científico, mediante la observación. La educación como fenómeno social no debe quedar oculta, imperceptible, inoperante para los más vulnerables. Las estructuras sociales y toda la instrumentación propia de estas actividades, a través de las instituciones escolares, deberá ejercer la presión y la preocupación suficiente para que el proceso educativo sea una realidad objetiva; y que sus cláusulas no se queden en la demagogia, ni en la utopía. Actualmente, en este mundo globalizado, tecnológica y comunicacionalmente, debe tomarse en consideración las semejanzas y diferencias entre las mallas pedagógicas de cada pueblo, llámese Nación, Estado o País. En el caso venezolano, desde mi techo de conocimiento, observo que están asumiéndose todos los desafíos, metas y expectativas en el plano educativo. Sabemos que no es cosa fácil, dentro de este gran engranaje del pensamiento. Es un tema bastante contencioso y debatible. Que no se desvíe la realidad educacional de la realidad social.
¡Muchas gracias! Nos leeremos en la próxima producción.