Docencia amena

211 años de la Batalla de Bárbula y muerte de Atanasio Girardot

Se cumplen 211 años de la Batalla de Bárbula, ocurrida el 30 de septiembre de 1813 en las montañas al norte del pueblo de Naguanagua, actual municipio del estado Carabobo.  

Esta acción heroica formó parte de las movilizaciones y reconquista del territorio venezolano  perdido durante la Primera República tras la capitulación de Miranda en 1812 y que el Libertador Simón Bolívar con un ejército particular junto a hombres neogranadinos (hoy colombianos) denominó Campaña Admirable. En esta fecha memorable el ejército republicano venció a las tropas realistas.

Por cada aniversario de la Batalla de Bárbula nos toque presenciar, dicha fecha trae consigo la brisa envolvente del episodio heroico más significativo que a temprana edad pueda impactar como parte de nuestra historia republicana. Ubicarse a tantos metros sobre el nivel del mar para rememorar la hazaña de Bárbula es trascender las más hondas emociones del suelo patrio. De por sí la gesta no solo acaricia el orgullo carabobeño sino también el rostro de la América Hispana a plenitud. Se trata de la pérdida en combate del Coronel Atanasio Girardot, oficial neogranadino y quien siendo muy chico nos tocó tempranamente oír y conocer gracias a nuestro padre, sobre la semilla que representó aquel soldado al caer en patria ajena a la suya. Posteriormente de diferentes fuentes bibliográficas tocó saber cómo terminó su papel dentro de esa confrontación para que hoy, una estatua apreciada a lo lejos, nos diga hasta dónde somos capaces de luchar y defender la patria.

Para el año 2013, dentro del ciclo bicentenario, tan solo podemos recordar los actos cumplidos ante el monumento erigido sobre la colina que majestuosamente dista desde la autopista Valencia-Puerto Cabello. También fueron programados dignos homenajes llevados a cabo en planteles educativos. El Ejecutivo Nacional recordó mediante decreto el año Bicentenario de la Campaña Admirable y el conferimiento del título de Libertador a Bolívar en las ciudades de Mérida y Caracas pero el hecho noble de resaltar aun más la memoria del malogrado Girardot no fue apreciada como determinante en su justa dimensión. Es decir, traerlo a la vida por medio de su accionar, valentía y arrojo a la lucha antiimperial. Caso como éstos de poco estudio sobran a lo largo de estos difíciles años. Las razones son merecidamente analizables.

Una de esas manifestaciones y gran respeto hacia Atanasio Girardot es saber cómo se unió a las filas del Libertador Simón Bolívar. Es casi nulo lo que se maneja coloquialmente al respecto. Esa observación nos ha inquietado desde años. Incluso tuvimos a bien en 2010 realizar una serie de murales en un plantel educativo con rostros de héroes y heroínas de la gesta independentista tomando en cuenta, por supuesto, a Girardot, siendo ejemplo de sacrificio hacia las causas nobles. 

Para estas fechas se han conseguido aspectos claves de su vida y su inserción a la historia nuestra es tan manejable que cualquiera la podría digerir. Tras la poca confianza que de parte de los altos jefes neogranadinos daban a Bolívar, éste llega a La Grita convencido de reiniciar el proceso independentista. Para ello deja a Francisco de Paula Santander encargado de la guarnición de la frontera y escoge para los más altos mandos a 4 de sus oficiales. Dos neogranadinos y dos venezolanos: D´Elhuyar, Girardot, Rafael Urdaneta y José Félix Ribas. Mérida y Trujillo fueron las primeras pruebas para estos hombres, las cuales no dieron mayor resistencia.

Un dato importante es que la juventud neogranadina demostraba ánimos a favor de la lucha armada, cosa que no se conseguía en los pueblos andinos pues los más jóvenes se escondían y huían de la presencia del ejército republicano.

Así entonces empieza a destacarse aquel joven oficial neogranadino pues Bolívar recibe en Trujillo la noticia del triunfo de Girardot en Aguas de Obispo.

Al dividir las tropas en dos grandes alas Bolívar dio instrucciones a Ribas para seguir por los caminos hacia El Tocuyo y así evitar el avance del realista Oberto. El Libertador  se quedó con Urdaneta y Girardot en dirección a San Carlos.

Ribas triunfa en Los Horcones. Bolívar apresura el paso hacia Valencia y alcanza al oficial español Izquierdo en Taguanes el 31 de julio de 1813 infligiéndole una dura derrota en la que incluso perece.

Bolívar  sigue a Caracas para su liberación. Monteverde decide ejecutar maniobras fuera de la plaza de Puerto Cabello y ambos ejércitos chocan en Bárbula el 30 de septiembre. Quien está al frente de los realistas el Remigio Bobadilla. Los patriotas vencen pero Atanasio Girardot es alcanzado por una bala y cae envuelto por la bandera momentos antes de clavarla en señal de haber tomado el terreno.

De Girardot podemos decir se alistó a muy temprana edad a la causa armamentista  al igual que sus hermanos Pedro y Miguel. Fueron hijos del comerciante francés Juan Luis Girardot y la antioqueña doña María Josefa Díaz Hoyos.

Como dato final, Girardot se inició como teniente del batallón de infantería auxiliar de la guarnición de Santa Fe y después en 1810 en el Batallón de Voluntarios de las Guardias Nacionales a las órdenes del coronel Antonio Baraya. Su actuación al frente de la vanguardia patriota en la campaña del Sur de la Nueva Granada contra las tropas realistas del gobernador de Popayán, fue decisiva para el primer triunfo de las armas republicanas en la Batalla del Bajo Palacé el 28 de marzo de 1811.  Acá dejamos demostrado que todos esos honores post morten ordenados por el Libertador, al trasladar su corazón de Valencia a Caracas, no eran para cualquier joven oficial caído en combate.

 


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Brígido Daniel Torrealba


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