La juventud académica en nuestro país se fortalece diariamente porque su mundo interno universitario cumple un papel primordial en el crecimiento social de la zona donde funciona una aldea universitaria. Misión Sucre es una convivencia cotidiana, una semilla que crece hacia un futuro tecnológico y académico donde se busca nuevas estrategias que desarrollar basadas en el conocimiento y la aplicación de múltiples tecnologías. Solamente para integrarse a estas aldeas educativas se necesita la voluntad del joven que desea progresar y activar sus estudios y, esta presto para la convalidación de nuevas ideas para la ideologización del Estado.
La idea central es formar una academia, pero, también formar hombres y mujeres que contribuyan a forjar nuestra ciudadanía. Estamos ante un amplio escenario de la oferta educativa y los centros de formación privada ofrecen cursos, diplomados, maestrías y doctorados que poseen un carácter más mercantil que académico, lo cual invita a la reflexión, profundización y conocimiento de los supervisores del Ministerio Popular para la Educación.
En todos los ámbitos, estamos ante el advenimiento de nuevas tecnologías y el sector educativo en Misión Sucre - Carabobo es el más acorralado, cuando hay coordinadores que se niegan a ofrecer las carreras telemáticas y de Comunicación Social. Obvian que nos encontramos en una sociedad global donde se encuentran pautados una serie de paradigmas de la información, conocimiento y aprendizaje permanente.
Más allá de los modelos pedagógicos y el Internet, existe otro factor importante asociado a los diseños curriculares, es el lenguaje articulador y epistemológico de cada usuario. Para esto, tiene que tener acceso a la producción informativa y, los docentes deben crear códigos que reflejen nuestra realidad educativa utilizando las experiencias cotidianas para construir e implicar nuevos conocimientos para levantar diversas estrategias didácticas que nos llevan a una ideología plena del conocimiento.
En efecto, nos encontramos ante un giro Copernicano que se vive en las sociedades actuales y la transición de la era postindustrial a este escenario global pautado por lo informacional, nos obliga y demanda a un nuevo sistema educativo que estaba adscrito a la Reforma del Estado y la nueva Ley Educativa, donde el movimiento opositor venezolano se niega por sus intereses creados al nuevo devenir del proceso enseñanza – aprendizaje. El sociólogo Sergio Vilar señala en unos de sus cuadernos de trabajo que la sociedad en que vivimos, especialmente sus centros de enseñanza se encuentran anclados en una vieja racionalidad, la que dimana la lógica Aristotélica, la de las divisiones metodológicas cartesianas y la del determinismo newtoniano. Más que una Reforma de la Enseñanza, es necesario una revolución del pensamiento en la elaboración de nuestras construcciones mentales y en su representación.
Hay que buscar la manera que la escuela responda a las exigencias de una nueva dimensión educativa, en el que cada educando tenga acceso a la información, procesarla, analizarla, evaluarla y producir nuevos conocimientos y éste conocimiento tenga una implicación social o laboral, más allá de las Leyes que dictamina la república. Ese trabajo lo estamos haciendo a través del asesoramiento de La Universidad Bolivariana Venezuela.
Filósofo.
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