Definitivamente, el comportamiento de la derecha apátrida es igual en todo el globo terráqueo; allá en Perú, el presidentico neoliberal, siguiendo órdenes de las transnacionales norteamericanas, las grandes beneficiarias del Tratado de Libre Comercio suscrito entre Perú y EEUU, se ha empeñado en acabar con los nativos, así llaman en ese protectorado norteamericano, a los aborígenes que en una cifra cercana a los 400 mil aún sobreviven en las selvas amazónicas. Pues bien, la orden es exterminar a los habitantes originarios de la Amazonía peruana, a los fines que las transnacionales puedan disponer, libremente, de estos territorios verdes, lo que equivaldría a su privatización. Ante este genocidio, no podemos ser indiferentes, nuestra voz libertaria, debemos hacerla retumbar en este continente que levanta la espada de Bolívar. Que la Corte Penal Internacional encarcele y enjuicie al criminal presidente Alan García!!! Ruptura de relaciones con ese gobierno violador de los Derechos Humanos!!!
Por estos lados, la derecha apátrida enquistada en las universidades públicas, valga decir, propiedad de todos y todas las venezolanas, pretende hacer y deshacer con los bienes públicos, pareciera ser, que ha llegado la hora en que el pueblo venezolano comience a meter la lupa en esas instituciones que, siendo de su propiedad, sus administradores las manejan como si fueran sus haciendas. Es el caso, que nos motiva escribir estas líneas, de la Universidad Central de Venezuela; apenas hace unos días, en que estudiantes de esa casa de estudios realizaban una huelga de hambre, exigiéndoles a sus autoridades reponer el presupuesto que destina el pueblo venezolano, para el buen funcionamiento del comedor universitario, la respuesta no pudo ser más agresiva, similar a la de su par peruano, bombas lacrimógenas y plomo cerrado, desalojo a la fuerza; por supuesto, como siempre, allí estuvieron las cámaras de Globotoyovisión. Y aún, insisten en acusar a los jóvenes revolucionarios de violentos, bien cínicos que son. A quién engañan?
Pues bien, cuando se habla de estrechez de recursos y reducción presupuestaria, las autoridades de esa universidad, levantan la bandera que ha provocado toda esa crisis económica internacional: las privatizaciones. Sin duda alguna, en contracorriente a la tendencia internacional que ha reforzado lo público sobre lo privado, la prevalencia del Estado sobre el mercado, retrotraer a la universidad la estrategia privatizadora del pasado, causante de toda esta crisis en que se halla inmersa el sistema capitalista internacional, no hace más que evidenciar la incapacidad gerencial de las actuales autoridades de la casa vencida por la sombra.
Pero, qué pretenden privatizar las autoridades de la casa vencida por la sombra?
Pues, nada más y nada menos que su DIVISIÓN DE EDICIONES DE LA BIBLIOTECA CENTRAL, UCV, valga decir, su cuerpo de publicaciones, su Fondo Editorial cuya misión no es otra que: “enriquecer la intelectualidad del mundo y afianzar el prestigio del sello editorial (EBUC), editando y difundiendo el conocimiento universal a través de obras importantes, de calidad y rigor científico que respondan a las inquietudes académicas y culturales de la comunidad universitaria y del ámbito de toda la sociedad…”, y el equipo de hombres y mujeres que integran esa División ha venido desarrollando por algo más de 49 años, desde su fundación en 1958, por el Rector Rafael Di Prisco, ha reaccionado con vehemencia en su defensa. Quién no tiene en su biblioteca personal libros editados por esta estratégica división, artillería del pensamiento ucevista, los libros de Aquiles Nazoa, Darcy Ribeiro, Maza Zabala, y siga usted contando, cuya adquisición pudo ser posible dado lo económico de sus precios y, que hoy en día, de ser privatizado este Fondo Editorial, seguramente, los libros editados por EBUC no estarían al alcance del estudiantado y pueblo en general. Nos preguntamos, ingenuamente, no estará algún grupo transnacional tras este botín, el grupo Prisa por nombrar alguno…
La privatización, pretende realizarse de la manera como el neoliberalismo la ha empujado siempre, quebrando el servicio, hoy los trabajadores y trabajadoras de esa División universitaria son sometidos a: “Las instalaciones físicas son inhumanas, los empleados trabajan en espacios físicos impropios, que violan todos los estándares nacionales e internacionales de higiene y seguridad industrial, existen numerosos informes de los bomberos universitarios sobre el peligro que se corre con el sistema de ventilación el cual es insalubre, pues no se cambian regularmente los filtros del aire acondicionado, ni se limpian los ductos. En lo que respecta al personal, no ha existido de parte de las autoridades políticas de estímulo ni adiestramiento, no se reponen los cargos y el proceso de reclasificación es extremadamente lento y penoso, sino casi nulo. Esta situación de abandono físico y laboral, ha creado lógicamente una reacción de impotencia y desapego con el trabajo, que afecta la efectividad del mismo y productividad de la División…”, según informe que nos han hecho llegar quienes allí laboran.
La Asamblea Nacional, como representante del pueblo venezolano, debe interpelar a las autoridades universitarias sobre el destino de estos bienes, propiedad de todos y todas las venezolanas, al tratarse de bienes públicos; la máxima representación del Poder Popular debe involucrarse e indagar que pretenden hacer con los activos nacionales los administradores circunstanciales de la UCV, a ellos hacemos nuestro llamado de alerta y atención. Igualmente, a los sindicatos verdaderos: SINATRAUCV y SUTRAUCV a jugar un papel más activo en defensa de la Universidad Autónoma, Democrática y Popular en consonancia con una País en transición al Socialismo…
henryesc@yahoo.es
