El Apagón del Sistema Eléctrico pone nuevamente a sudar frio a la Gestión Gubernamental

Avanzar hacia la transformación de la gestión pública es vital, imperioso y urgente. Dicho proceso de transformación pasa necesariamente por tener mayor capacidad de respuesta en la prestación de los servicios públicos. Se requiere mayor celeridad, transparencia, participación y enfocarse en los resultados, es decir, se requiere mayor eficiencia y mejores servicios.

Lo ocurrido en la noche del 2 de diciembre, con el apagón del sistema eléctrico nacional, reportados en algo más de 10 ciudades del país, y en momentos en que el Presidente de la República se dirigía al país anunciando nuevas medidas en materia económica, y a las puertas del proceso electoral municipal, siembra duda y genera suspicacias.

Sin embargo, a diferencia del coro ya conocido del sabotaje e infiltración de la derecha y del “imperialismo yanqui”, esta reflexión la hago con el mayor sentido crítico, pero de forma responsable.

No es posible e inconcebible que después de 14 años de gobierno revolucionario, conociendo de anteojo los planes y manuales de sabotaje que se intentan en contra del proceso revolucionario, diseñados en los centros de poder hegemónicos, y harto conocido que ya este tipo de situaciones se han presentado en varias oportunidades, nuevamente vuelva a ocurrir. Y sobre todo en la coyuntura política en la que estamos envueltos.

El sistema eléctrico volvió a fallar, y desmoraliza enormemente en los sectores revolucionarios, progresistas, inclusive en aquellos sectores que no nos acompañan, pero que están viendo como el gobierno del presidente Maduro viene haciendo esfuerzos para desenmascarar a algunos sector económicos y comerciales que han venido actuando en contra del país, y por ende en contra de ellos mismos, que suceda como en efecto ocurrió, otra falla del sistema eléctrico nacional.

Hoy nuevamente, el Ministro de Energía Eléctrica, señala a primeras horas de la mañana del día 3 de diciembre, que la falla “fue provocada”, y que estima que las autoridades investiguen los hechos. El presidente Maduro, alerta al pueblo de acciones conspiradoras.

Finalmente, me planteo dos hipótesis ante tales hechos, la primera es que el sistema eléctrico nuevamente fue objeto de sabotaje, en medio de una guerra contra la burguesía, y ante tal escenario, debo plantear que seguimos equivocándonos, seguimos fallando, porque ya es de más conocido y reiterado que dicho sabotaje se ha presentado en otras oportunidades. Queda entonces, la reflexión que los mecanismos de control no sirven, las autoridades y personal que está al frente de las operaciones y de supervisión del área estratégica del sistema eléctrico nacional, no tienen la capacidad, ni tienen ningún control alguno sobre el mismo.

La segunda hipótesis, es que ya no es un sabotaje del sistema eléctrico, sino de verdad ya pasa uno a pensar que el sistema no funciona, sus equipos son obsoletos, no existe inversión real en adquisición, mantenimiento y reparación del sistema, no tenemos la gente capaz, eficiente y con el verdadero conocimiento técnico y gerencial para estar al frente del mismo. Por tanto, los recursos invertidos, se han despilfarrado y la corrupción sigue campante, como ocurre en otros sectores.

Finalmente, si son las dos hipótesis juntas, peor el escenario. Y de allí, entonces volver a insistir en que el Alto Gobierno deberá de una vez y por todas, revisar profundamente el desempeño de la gestión gubernamental. Deberá establecer mecanismos y estructuras de verdad eficientes y no complacientes ni clientelares para generar una nueva cultura del servicio público, que pasa realmente por tener cuadros administrativos, políticos y directivos que tengan capacidad de gestión, gerencial. Y para ello, es indudable que se establezca una sinergia entre los actores políticos, con los actores académicos y científicos, que promuevan una institución del alto nivel, adscrita directamente al Despacho de la Presidencia, para que forme, capacite y prepare a dichos cuadros. Una verdadera estructura de formación de cuadros para la gestión pública. Ojo, no es una escuela del partido político, no es mera formación política e ideológica, es la necesidad de buscar el equilibrio entre lo político e ideológico, con el elemento técnico y profesional.

Necesitamos urgentemente, dar respuesta rápida, efectiva y flexible a las demandas ciudadanas. La gestión y la toma de decisiones requiere de apoyo de cuados capaces de hacerlo, con el apoyo de modernas tecnologías, que permitan simplificar e innovar en las unidades de trabajo, con una mirada distinta de la gestión, con capacidad de revisar y actuar en función de escenarios reales, valorando los distintos actores involucrados para la formulación y diseño de políticas públicas coherentes, y por si fuera poco, con la capacidad de hacer seguimiento y control de los procesos y resultados. Pero también, estableciendo mecanismos de evaluación vitales para conocer los impactos generados.

En fin, los esfuerzos en el discurso, en la voluntad demostrada por el Presidente para hacer las cosas bien, enmarcados en la “Misión Eficiencia o Nada” debe ir acompañada de una verdadera preparación y capacitación para ello. Seguir rotando a los mismos de siempre, para ponerlos al frente de las instituciones y de las nuevas creadas, es seguir avanzando en la mediocridad y descrédito de la gestión gubernamental.

El enemigo, a mi juicio, no está tanto en la acera del frente, existe, es importante, pero es torpe. El enemigo está dentro del proceso, es la inoperancia, la ineficiencia, la falta de actuar responsablemente, la falta de generar y elevar las potencialidades de cuadros políticos y administrativos que están preparados pero que no tienen padrinos políticos.

Las elecciones municipales del 8 de diciembre, nos darán una proyección política del camino que hemos venido desarrollando, sobre todo después de la muerte del máximo líder, y por tanto, el resultado, fuese cual fuese, debe darnos la orientación política para hacer los cambios y transformaciones necesarias. Considero que el discurso político de inclusión e igualdad social ya no es prevaleciente, no porque no sea conveniente, sino porque está profundamente arraigado en la sociedad venezolana, gracias al presidente Hugo Chávez. La sociedad espera un discurso y actuación en consecuencia, que demuestre definitivamente Eficiencia y Calidad de la Gestión Gubernamental.



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José Rafael Mendoza Márquez

Politólogo Venezolano. (Universidad de los Andes) Magister en Administración Pública (Instituto Universitario Ortega y Gasset - Madrid). Especialista en Análisis y Evaluación de Políticas y Servicios Públicos (Instituto Goberna - Madrid). Doctorando en Gobierno y Administración (IUOG-Madrid). Docente e Investigador Universitario (Escuela Nacional de Administración y Hacienda Pública; Escuela Venezolana de Planificación y Universidad Bolivariana de Venezuela). Analista y Consultor Político.
Blog: http://observatoriopoliticovenezolano.blogspot.com/

 josermendoza@hotmail.com

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