Hoy es un día medio soleado, el mar esta revuelto como otras veces ya ha estado.
La gente allá arriba en la capital se enferma en el trafico citadino que los identifica como caraqueños.
Más allá, la economía informal corriendo de la policía de Caracas que arroja sus manzanas y demás frutos al suelo por colocarse donde no deben.
Se convierte todo en un agite constante donde no hace falta animo, pues todos viven excitados allá arriba en la ciudad, donde se construye de noche y de día para demostrar a los medios que como Gobierno si se esta haciendo.
Más allá por todas las esquinas se encuentran funcionarios de la nueva policía nacional que nos detienen y nos dan los buenos días, ayudan a cruzar la calle a los ancianos y ya no le quitan dinero a quien viene sin casco, solo los multan y en ese momento me doy cuenta que las cosas vienen cambiando.
Más adelante vemos periodistas en guerra con otros periodistas, la competencia entre partidos de oposición donde todos aspiran la presidencia, la prensa privada que juega con la muerte como editorial veraz y oportuna con el pretexto de que el show debe continuar.
Por allá vemos al pueblo, caminan de un lado a otro, se meten en tiendas y salen de Ministerios esperanzados en que Chávez les de respuesta a sus problemas.
Porque en eso se ha transformado Chávez, en el solucionador de los problemas del pueblo, en la garantía de que esta revolución funciona y en el hombre por el que el pueblo se abarrota ciegamente, por que el lo hace cuando esta entre el pueblo.
Pero más arriba, en el Ministerio, existen compañeros que trabajan incansablemente por esta revolución, otros son una fachada y cuando el jefe se da la vuelta hablan pestes del proyecto que lideriza el comandante Hugo Chávez al mismo tiempo que exigen aumentos de sueldos, mejoras laborales y demás cosas por que el dinero no les alcanza para nada, se han olvidado que los honestos, los comprometidos no son tontos y saben que tienen créditos de carros, prestamos de caja de ahorro, adelantos de prestaciones y créditos de línea blanca que en cualquier empresa, publica o privada te descuentan porque es nuestras responsabilidad cancelar por lo que nos llevamos.
Mas allá de estas oficinas no dejan de faltar los protagonistas, algunos son jefes, otros tienen ínfulas de jefe, algunos otros hablan en nombre del equipo de trabajo y bien saben que solo esperan su liquidación, pues para ello trabajan, llevando y trayendo el chisme como noticia de ultima hora ante el jefe que no muy astuto se deja envolver y hacen disparar contra los inocentes.
Más allá esta el jefe que no rectifica, ese que es jefe y en su diccionario no está escrito la palabra arrepentimiento pero se hace llamar revolucionario, ese jefe que perdió el sentido común y los valores con los que empezó esta revolución, ese jefe déspota e inhumano ajeno a todos los valores de la revolución con que se identifica y además Chapea en nombre del presidente.
Más allá existen intelectuales, supuestamente al servicio del pueblo, existen filósofos y cultores populares, unos realmente humildes y siempre lo llevaran en su corazón y otros que siempre creerán que el pueblo cree en ellos, esos que nunca han tenido la razón.
Más Allá existe una oposición absurda, donde se rifan el coroto y donde juegan a la desestabilización de un país, que extrañamente aúpan por creer estar más cerca de la caída de Hugo Chávez, más allá esta el financiamiento constante y la ingerencia del departamento de estado en temas de competencia nacional, los saboteos eléctricos, alimentarios, telefónicos, muertes y saboteos comunicacionales que desde adentro se alimentan para que los canales privados tengan primero la noticia.
Más allá siguen los jefes que no quieren ver la realidad, más allá existen golpistas que firmaron el decreto Carmona y que hoy gracias al comunismo y totalitarismo en el que vivimos son promocionados en sus candidaturas en el canal de todos los venezolanos. Donde de igual manera hablan mal del estado y la ley respalda la libertad de expresión, esa que permite que el secretario de acción democrática ( AD) vocifere toda clase de atrocidades en contra del jefe del estado y no se le corrija o sancione por no presentar pruebas, entonces más allá existe una sinverguensura.
Asimismo pues están las cosas, más allá esta el 26 de septiembre, fecha crucial donde muchas cosas pueden cambiar, más allá existen muchos traidores que respalda la revolución y que no cambiaran hasta que nos liberemos de ellos.
Venezuela es una mantequilla, más allá de todo esto.
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