Me entristece no volverte a ver, pero es entonces que recuerdo todo lo aprendido, sigo tus pasos, tus pasos gigante, y esperamos, tus hijos e hijas, seguir la senda del camino que nos has trazado, querido Comandante.
Para el momento en que te escribo estas líneas, amaneció la Caracas bolivariana lluviosa, nublada. Recuerdo que nos dijiste que los grandes acontecimientos de tu vida: Cuando viste la luz de la primera aurora en tu Sabaneta querida, el 28 de julio de 1954; aquel inolvidable cierre de tu ultima campaña, el 4 de octubre de 2012, con aquel “cordonazo” de San Francisco que te bendijo y nos bendijo, y aquella inolvidable y fatídica tarde del martes 5 de marzo de hace dos años, cuando nuestro hermano mayor, Nicolás Maduro, nos anunció aquella infausta noticia, sobre tu partida física hacia tu otra vida.
Al parecer, tu mismo elegiste irte en un día como hoy, porque pareciera que Mamá Rosa y la combativa Lina Ron fueron a buscarte. Nuestra añorada Lina, quien también partió a la eternidad como tú en una fecha similar a la tuya, pero se te anticipo por dos años. Pero no nos alcanzará la vida para agradecerte el amor que nos diste y la libertad que nos legaste, porque aunque le duela a la derecha nacional e internacional, la pitiyanqui y la imperial, tu eres el Libertador de la América Latinocaribeña del siglo 21.
Particularmente, estoy convencido que te nos fuiste demasiado pronto, que te quedaron muchísimas cosas por hacer, pero lo que tu dejaste sin hacer, nos toca a nosotros continuar tu obra y profundizarla. Y aunque cada vez me convenzo más sobre la posibilidad de tu asesinato, solo el tiempo confirmara o negara lo que muchos ya sabemos.
Como olvidar, jefe querido, aquel discurso del 15 de Septiembre de 2012, en San Fernando de Apure, cuando con aquel sentimiento, nos decías que seguirías echando el resto, eso era cuando la campaña electoral de ese 7 de octubre de 2012, en donde te elegimos una vez más nuestro Presidente, en donde te preparabas para asumir el nuevo reto y el nuevo período 2013-2019, y en donde le pedías a nuestro Padre Eterno y Creador, vida y salud, no solo para ti, sino para todos nosotros, pedías mucha más vida para darle vida a esta patria nueva que nos dejaste, a esta Venezuela nueva que hoy tenemos.
Como olvidar comandante eterno, como le pedías a nuestro Cristo Señor, salud y vida para dedicárnosla por completo a nosotros, a la Patria. Que desconsiderados fuimos, cuando nos expresabas tu último deseo en esa intervención: "Si fuera por mí, yo me bajaría de esta tarima, y me iría a caminar de nuevo, como en otros tiempos, las calles de San Fernando, las esquinas de San Fernando. Si fuera por mí, por mi mismo, les juro que después de caminar unas calles, después de acercarme a la orilla del río, y sentir el rugir del Apure inmortal, lo más seguro es que buscaría un carrito, y me iría rumbo a Biruaca, y después pasaría por Apurito, pasaría por El Samán, pasaría por Achaguas primero, después pasaría por Mantecal, y allá llegaría a la Y, a la encrucijada; si uno coge a la derecha, sabemos pues, salimos rumbo a Bruzual, pero no, yo no me iría para allá, yo cruzaría a la izquierda, y me iría para Elorza, me iría para el Arauca, de nuevo a recorrer esa sabana, que yo llevo en el alma."
"Hermanas, Hermanos, y llegaría hasta allá hasta el caño caribe, hasta las sabanas de alcornocal, y más allá, llegaría hasta el río Capanaparo, llegaría hasta carabalí, hasta barranco yopal, y más allá. Si me tocara, o mejor dicho, ya sé que me no me toca, si me hubiera tocado a mí, la suerte de Lorenzo Barquero, que se lo tragó la sabana, yo hubiese estado de acuerdo. Si alguien me hubiere preguntado a mí quiere usted o quieres tú el destino de Lorenzo Barquero, quedarte allá lejos, en el Cajón de Arauca Apureño, hasta que te seque el viento, y te vuelvas terrón, y te vuelvas tierra, y te vuelvas agua de esta sabana, y yo diría sí, sí y mil veces sí, porque amo a esta tierra, ¡Viva el Apure! ,¡Viva Venezuela!, ¡Viva la Patria!
"Yo le pido a Dios si sigue siendo tan generoso con nosotros, le pido a Dios, que me conceda el ultimo sueño, así lo he dicho, el último sueño mío es liberarme, pero que difícil ¿no?, que difícil, volver a ser libre pues, como el viento, aunque sea por unos días, por unos meses, por un año, y libre todo esto, después de haber hecho realidad el proyecto de la patria que soñamos, ojalá, volver a recorrer con un arpa, un cuatro, unas maracas, unos compañeros, unas compañeras, estas calles adoradas de San Fernando, estas sabanas de Apure, aquellas sabanas del Guárico, aquellas sabanas de Barinas, las sabanas de Venezuela, Dios si tu eres más generoso que generoso, te pido ese voto, o hago ese voto, sino fuera posible, de todos modos gracias dios mío, gracias pueblo mío, por esta vida, por esta lucha y por esta nueva etapa de la vida que comienza el 7 de octubre con la Batalla Perfecta y la Victoria Perfecta."
"Yo le pido a Dios si sigue siendo tan generoso con nosotros, le pido a Dios, que me conceda el ultimo sueño, así lo he dicho, el último sueño mío es liberarme, pero que difícil ¿no?, que difícil, volver a ser libre pues, como el viento, aunque sea por unos días, por unos meses, por un año, y libre todo esto, después de haber hecho realidad el proyecto de la patria que soñamos, ojalá, volver a recorrer con un arpa, un cuatro, unas maracas, unos compañeros, unas compañeras, estas calles adoradas de San Fernando, estas sabanas de Apure, aquellas sabanas del Guárico, aquellas sabanas de Barinas, las sabanas de Venezuela, Dios si tu eres más generoso que generoso, te pido ese voto, o hago ese voto, sino fuera posible, de todos modos gracias dios mío, gracias pueblo mío, por esta vida, por esta lucha y por esta nueva etapa de la vida que comienza el 7 de octubre con la Batalla Perfecta y la Victoria Perfecta."
Comandante Supremo, nuestro señor te liberó, muy a nuestro pesar, pero te liberó, tu nos cumpliste y por eso te amamos. De tus manos brotan lluvias de amor y de agua viva y por eso te amamos, y siempre te recordaremos. Ahora si podemos decir que compartiste el destino de Lorenzo Barquero, porque ahora eres terrón, tierra y agua de las sabanas de Venezuela y te volviste millones.
Nos ha tocado en estos dos años afrontar duros momentos: el duelo por tu partida, una campaña electoral en la que no hubiésemos querido nunca estar, las elecciones presidenciales sobrevenidas, la guerra económica, el desconocimiento de los resultados electorales del pasado 14 de abril de 2013, las guarimbas, 10 familias enlutadas, de los cuales lloran la muerte de dos niños vilmente asesinados por el odio y la sinrazón, más de 25 CDI incendiados, 3 casas del PSUV incendiadas, y no sè cuantas televisoras y emisoras comunitarias asediadas, pero, no solo hicimos a Nicolàs Maduro Presidente de la República, como fué tu últim voluntad, sino que hemos derrotado hasta ahora, los planes desestabilizadores y la andanada golpista. Y esperamos que nos sigas ayudando en esta batalla.
Pero no se me olvidará nunca Jefe Eterno, que hoy más que ayer, y hoy un poco menos que mañana, nos llama el amor, nos llama la paz, nos llama la patria y vamos ya, nos llama el calor de humanidad, nos llaman las voces que nos acompañan.
Sabemos que tu estarás con nosotros siempre, pase lo que pase y cueste lo que cueste, y que cumplirás lo que alguna vez nos dijiste, que lucharás con nosotros, que vivirás con nosotros y que vencerás con nosotros para seguir haciendo realidad el sueño del Socialismo en la patria de Bolívar.
Y nosotros te juramos Comandante Supremo, por nuestro honor, que no daremos descanso a nuestros brazos ni reposo a nuestras almas hasta que hayamos roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del imperialismo. Que seremos fieles y leales a tu legado de amor que nos dejaste porque eres nuestro amado líder, nuestro Presidente Eterno y siempre invicto, nuestro hermano y camarada Hugo Chávez Frías, y sobre todo juramos, que tendremos ¡independencia y patria socialista, que viviremos y que venceremos!
Y de mi parte, con este escrito, seguiré dando la batalla. Después de un alejamiento producto de una serie de compromisos, estamos en la escalada hacia el retorno, y en tus manos llevo tu llamarada, ardiendo en llama sagrada, en fuego sagrado.
¡Hasta la Victoria Siempre Comandante Supremo y Eterno!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!