¿Quién no ha sentido el tremendo mazazo en la espalda con el triunfo de la derecha fascista de la Asamblea Nacional con una mayoría absoluta de 115 diputados?
¿Quién no se sintió herido, frustrado, burlado cuando gente nuestra, de los que han recibido enormes beneficios sociales en esa implacable guerra contra la pobreza, la miseria, el hambre, miles de familias que recibieron desde una vivienda, una pensión el adulto mayor, computadoras canaimitas los niños de primaria y secundaria y Tablets los estudiantes universitarios, los miles de cupos universitarios y la creación de decenas de universidades y muchísimas conquistas más, por qué votaron por la derecha?
¿Era suficiente la obstinación de una cola, la dificultad para obtener el producto alimenticio, la carne, el pollo, los huevos; el champú, las pastillas anti conceptiva, la toalla sanitaria, el papel sanitario, para cambiar todo eso por la Patria y votar por los enemigos jurados de del pueblo y su Revolución?
¿Ese es el pueblo con el que se va a enfrentar una invasión de Colombia, de mercenarios o tropas yanquis, donde la guerra no va a ser sólo económica sino de armas, de bombas, de muertos a granel porque el imperio no nos perdona querer ser libres, soberanos y manejar nosotros nuestras riquezas?
Habría que aprender del pueblo cubano que durante 56 años ha sufrido vicisitudes de una magnitud que las dificultades que nos crea la guerra económica Mendoza/Polar, son un paseíto. Cuando se cayó la Unión Soviética y el campos socialista europeo Cuba quedó íngrima y sola, su economía en buena medida estaba amarrada a la del campo socialista y vinieron las enormes escaseces, la carestía, racionar al máximo los pocos alimentos que habían, un país aislado mundialmente, cercado por siempre, desde el triunfo revolucionario en 1959, por los Estados Unidos del Norte. ¡Ese pueblo si ha pasado necesidad, hambre y limitaciones, pero nunca se doblegó! ¿Se volteó el pueblo cubano contra el comandante Fidel Castro y la Revolución Cubana o se fue detrás de la contrarrevolución? ¡Nunca! Ese es un ejemplo de pueblo digno, con una conciencia de clase, de patria que no tienen nuestros compatriotas que sufragaron por la derecha.
Ahora, ¿es verdad que la derecha ganó con el voto chavista, decepcionado por la crisis, la corrupción en algunos niveles o la guerra económica?
Veamos las cifras, veamos cuánto subió la votación de la derecha y cuánto bajo el voto chavista. Eso nos permitirá aclarar algunas confusiones y poner en su exacto lugar la situación, salirle al paso a la matriz de opinión puesta a rodar por los laboratorios de guerra sucia fascistas (pj, unt, ad, vp, ubp…) para generar conflictos dentro del campo revolucionario.
El PSUV y sus aliados del PP tuvieron para las elecciones presidenciales del 14 de abril de 2013, una alta cifra de votos: 7.505.338.
La Mud y sus aliados tuvieron para esas mismas elecciones igualmente una alta cantidad de votos: 7.270.403. La ventaja socialista de votos sobre la derecha fue entonces de: 234.935. Estrecho margen que a la desesperada derecha que se jugó el todo por el todo a esa candidatura le dio por pedirle a sus seguidores que le dieran rienda suelta a arrechera.
Ese estrecho margen que le sacó de ventaja el Presidente Nicolás Maduro a su contrincante electoral el derechista Capriles Radonski, se ampliará ese mismo año en las elecciones municipales.
El PSUV obtendría en esas elecciones municipales 5.111.336, lo que equivaldría al 49,24%, mientras que su contrincante de la mud obtuvo 4.435.097, el 42.22 %. La ventaja del socialismo fue de 676.239.
Se puede apreciar que en las elecciones municipales el chavismo recuperó más de 676 mil votos y obtuvo una resonante victoria sobre sus adversarios de la derecha. Esos votos chavistas que no se expresaron en las elecciones presidenciales hubiesen permitido elevar el caudal electoral a la importante cifra de 8.181.577 votos. Esa cifra era más que suficiente para frenar la ansiedad y desesperación de Capriles y la mud, del imperialismo que financió la multimillonaria campaña de la derecha y se jugaron el resto en ese proceso electoral. Con esa cifra de votos chavistas el llamado a la violencia que hizo el perdedor Capriles no hubiese sido posible.
En las recientes elecciones parlamentarias del domingo 6 de diciembre de 2015, la votación del PSUV disminuyó nuevamente porque un alto porcentaje del chavismo cometió el error de abstenerse de ir a votar y esa desacertada y errónea decisión le abrió el camino a la derecha para alzarse con el triunfo electoral y adueñarse virtualmente de la Asamblea Nacional.
El PSUV obtuvo un total de 6.600.000 votos mientras que el fascismo obtuvo la cantidad de 7.200.000. Es decir una diferencia de apenas 660.000 votos
Si se compara la votación de la contrarrevolución con los votos obtenidos por ellos en las elecciones presidenciales que fue de 7.270.403, con los obtenidos en las elecciones legislativas, que fue de 7.200.00, es decir una pírrica diferencia de apenas 70.403 votos, lo que equivale a un crecimiento de apenas 5.13%.
¿Puede interpretarse que ese 5.13% que subió la derecha es chavista, se desplazó un sector light de la izquierda chavista hacia la derecha o fue un voto castigo contra el Gobierno por la crisis económica, los errores, las omisiones, la corrupción?
No olvidemos que una de las armas más poderosas utilizadas por la derecha fascista y el imperialismo norteamericano fue la guerra mediática, la manipulación psicológica, el intento de disociación psicótica. Muchos de esos sectores populares que votaron por la derecha pudiéramos catalogarlos de políticamente débiles, de una carencia de conciencia no digamos que de clase proletaria, obrera, campesina, sino ni siquiera de Patria. El ritornello de ‘no tenemos papel tualé pero tenemos patria’ puesta a rodar por la burguesía y esa podrida pequeña burguesía o clase media, resume esa carencia de ideología.
Los bachaqueros, ese lumpen venezolano y colombiano que se desató producto de la crisis que creó el ambicioso Lorenzo Mendoza/Polar, por las ambiciones que estimuló la extendida mentalidad capitalista, sector lamentablemente lleno de insensibilidad y que cruelmente castigan a gente igual que ellos vendiéndoles productos diez o más veces por encima de su valor. Sector que ya forma parte del circuito del capital de la deformada economía venezolana. Difícilmente esta masa –no tan grande y extensa como pudiera pensarse pero sí elevada y exaltada de rango por la canalla mediática– dejó de votar por la mud. En su pasticho ideológico ilusamente piensan que van a ser absorbidos por los empresarios que los utilizan en sus destructivos planes de tratar de derrocar a Maduro.
Pero ¿dónde quedaron esos dos millones de votos chavistas que no se consumaron sino que en insólita y torpe actitud se abstuvieron de votar por la Revolución?
En las catacumbas de las vacilaciones pequeños burguesas, en las dudas; moralistas sempiternos, en el ‘ser o no ser’ impenitente de los llorones y socialistas de cafetín, donde en asombrosa falta de visión política si bien no votaron por la derecha –hubieses sido el colmo de los colmos– se abstuvieron y con ello le propinaron una puñalada al proceso revolucionario. Esos fueron los votos que nos faltaron para ganarle nuevamente a la derecha. Esa peligrosa actitud le dio un poder que la misma derecha no imaginaba y el cual van a tratar de usar a fondo para destruir todo lo que avanzamos con Chávez y Maduro estos 17 años. No es mentira ni exageración esa frase extremista, del más puro fascismo, de: ‘vamos por ustedes chavistas’. Si no logramos conjurar con políticas inteligentes y la movilización de ese 43% de chavistas duros que votó el domingo, el peligro que estos compatriotas sacaron a flote es de tal magnitud que el Chile de Pinochet se va a quedar chiquito. (10/12/15) (humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola) (revistacaracola.com.ve)