Reflexionar sobre el qué hacer comunero ha generado un revuelo importante en el seno del movimiento popular. La gente está en búsqueda de nuevos referentes, está abriendo posibilidades para la construcción desde otros lugares, pues el dogma de ver una sóla posibilidad en el horizonte, una sola ruta, un solo camino, ha perdido sentido. El debate sobre la acción colectiva, desde el punto de vista teórico ha atravesado por diferentes momentos así lo expone Alberto Melucci en su texto Acción Colectiva, vida cotidiana y democracia, un Trabajo que nos permite hacer un recorrido conceptual desde las diferentes miradas con las que se ha observado el asunto de la movimentalidad social. A fin de cuentas, el ejercicio es práctico y teórico al mismo tiempo, debemos avanzar en la acción transformadora, debatiendo permanentemente sobre la teoría existente y la que podamos generar desde nuestro andar transformador. No descuidar ni lo uno ni lo otro, abre puertas, en definitiva, a nuevos horizontes en los que la gente empieza a palpar la emancipación desde el trabajo, el estudio y la organización social. Muchas son las formas que surgen, por ejemplo en el estado Miranda se vienen consolidando los Gobiernos comunitarios, desde el Ministerio de Comunas y Movimientos sociales, se viene impulsando la ofensiva comunal, para replantear el trabajo desde los territorios y los espacios de agregación, de igual manera, se viene trabajando en la Unión Comunera a escala nacional, sin dejar de lado la propuesta de la corriente histórica de las Comunidades al Mando, donde prevalece el espíritu de la comuna, más que la formalidad de la misma. son diferentes miradas, diferentes métodos, que persiguen un mismo fin, consolidar una nueva forma de organización societal desde la organización del pueblo, para avanzar en los autogobiernos comunales, haciendo un ejercicio de poder real en los territorios, solucionando problemas inmediatos a la gente que cohabita dichos espacios geográficos.
Melucci en el texto, que citábamos anteriormente, nos habla de la necesidad de producir nuevos referentes teóricos que den cuenta de las nuevas formas de lucha que se generan en el marco de la posibilidad de profundizar la democracia, avanzar en la abolición del capitalismo y superar toda forma de explotación, algunos piensan en la necesidad de caminar hacia el socialismo, otros argumentan que es necesario hacer un ejercicio hacia la transmodernidad, sin embargo, volviendo al asunto, el horizonte de lucha es el mismo. Construir otro modelo de sociedad, avanzar en la construcción del Estado Comunal, sin dejar de lado el debate que esta denominación genera. Melucci nos dice, que en un primer momento, las dos formas básicas con las que miramos los procesos sociales, tienen relación por un lado con el Marxismo-Leninismo, quienes desde una perspectiva han tenido siempre en cuenta al poder del Estado, cosa que nos parece importante, sin embargo ha existido una especie de reduccionismo en ese sentido, que no nos permite ir a las profundidades de un debate que tiene que ver con lo subjetivo. La otra escuela que tiene peso en estos análisis tiene que ver con la sociología norteamericana de carácter funcionalista, que estudia los comportamientos colectivos y las razones que lo motivan.
Ahora bien, los retos de nuestro tiempo yacen en la idea de que para avanzar, debemos des-dogmatizar las miradas, y abrir paso a nuevas perspectivas teóricas que den cuenta de nuestro tiempo y que le permitan a la gente desde su propio andar consolidar nuevas categorías, que permitan recomponer el tejido comunitario, y dar el salto definitivo hacia la descolonización del poder. En ese sentido, la gente, la militancia revolucionaria, no está cruzada de brazos a que el socialismo les caiga del cielo, están tejiendo redes, que sirvan para el intercambio de productos o de experiencias, la gente organizadamente está tomando espacios abandonados por las corporaciones estatales que fueron abandonadas, por burócratas indolentes, o para no ser tan injustos en el análisis, se han venido a pique por las condiciones económicas en las que se encuentra el país. Lo cierto, es que la gente no está dispuesta a permitir que dichos espacios retornen a los terratenientes de siempre, quienes nunca han invertido en la producción de su propio peculio, y quienes al mismo tiempo pretenden hacernos retornar a las épocas anteriores a Chávez.
En ese contexto, se hace la convocatoria de la Unión Comunera, luego de sendo trabajo de articulación nacional de un poco más de dos años, en los que se vienen celebrando encuentros para darle cuerpo a una propuesta que sirva para aglutinar fuerzas para el combate popular, por la tierra y la dignidad de las mayorías históricamente explotadas. De esta forma, los días 28 y 29 de Febrero del 2020, se dieron cita en el municipio Caracciolo Parra y Olmedo del Estado Bolivariano de Mérida, más de 70 voceros de diferentes expresiones del poder popular, entre las que contamos Comunas, Movimientos sociales y organizaciones socioproductivas, de los estados Táchira, Mérida, Trujillo y Zulia, todas enmarcadas dentro de la posibilidad de construcción del poder popular. Allí se debatió y se abrió otra posibilidad, de las muchas que se están gestando a escala nacional, para hacer del movimiento comunero, no una alternativa, sino una posibilidad para la construcción de nuevas relaciones sociales.
El día 28 de Febrero se dio la bienvenida a los y las participantes, con la explicación de la metodología de trabajo, se impartieron las orientaciones y se socializaron algunas ideas centrales de lo que ha venido siendo la construcción de la Unión Comunera a escala nacional. Posteriormente, en la jornada del 29 de Febrero, se desarrollaron 8 mesas de trabajo y debate, organizadas de la siguiente manera: En la mañana 4 mesas, en las que se discutieron temas relacionados, con 1) Los objetivos de la Unión Comunera; 2) Los Valores y la ética de dicha unión; 3) Todo lo relacionado con los elementos simbólicos relacionados con esta posibilidad que se viene gestando desde el movimiento popular, y 4) La orgánica que propicie las fortalezas necesarias para avanzar con pie firme en un gran movimiento legitimo y legitimante de otra propuesta organizativa revolucionaria. Luego de la plenaria, en horas de la tarde, organizamos 4 mesas más, en las que debatimos asuntos relacionados con: 1) Formación comunera; 2) Comunicación; 3) Producción; 4) Seguridad. Esta forma de organización, no es más que un método particular, evidentemente no pretende ser el único, pero sí busca ser genuino desde el andar organizativo, de distintas expresiones populares, que vienen haciendo ejercicios de poder real en los diferentes territorios. Otra forma de Gobernar es urgente, para una revolución que institucionalmente está haciendo aguas, no por incapacidad, sino por el echo de la que la vieja institucionalidad no puede darle respuesta a los nuevos cambios que la sociedad reclama, no se puede construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo decía el Che.
Mirar con detenimiento las diferentes escalas de planificación territorial, reconocer las formas de agregación comunal en los territorios, tomar en cuenta la participación sustantiva (en Términos de lo que plantea Diego Palma, relacionado con la toma de decisiones), y potenciar el perfil productivo es clave para avanzar en la organización comunal.
En palabras del equipo organizador del evento por la Unión comunera, textualmente se afirmó que: "no estamos para buscarnos más enemigos, pues nuestro enemigo histórico ya está definido, el imperialismo y sus lacayos, mucho menos propiciar divisiones a lo interno del movimiento comunero, esto no quiere decir que debe haber complacencia con la corrupción, el clientelismo y la traición expresada en la privatización y el retroceso histórico que representa el abandono de la senda transitada hacia la emancipación del pueblo, teniendo en sus manos los medios de producción necesarios para echar andar nuevas posibilidades societales". Se abren los caminos, y la Unión Comunera invita a participar y a construir nuevos senderos para la emancipación.
(Ver Video): https://www.youtube.com/watch?v=nuuSYUPPeOE
Parte de los resultados del encuentro, y de forma colectiva, producto de una cascada de ideas, se emitió un manifiesto, el cual compartimos para que sirva de lucero, que alumbre el sendero que transitamos al encuentro con el Alba.
Manifiesto sobre la Unión Comunera
Es una organización, una red, un espacio, una herramienta, un instrumento, una nueva forma de poder político. La Unión Comunera es la senda labrada. Es pan, palabra y utopía. Es la unión de las comunas para seguir adelante con la Revolución. El pueblo confederado, convencido a hacer frente al capitalismo y a luchar desde el proyecto chavista por la construcción del socialismo.
La Unión Comunera significa intercambio, articulación y empoderamiento de las experiencias locales, para construir el Estado Comunal que desmonte el Estado liberal burgués. Es un espacio de construcción de legitimidad, de una nueva identidad política, de un nuevo tejido social, solventando los problemas reales de la gente.
La Unión Comunera debe acabar con la corrupción y desplazar a la pequeña burguesía de la dirección de la Revolución. Debe ser un espacio que oxigene el poder popular desde abajo, que amplíe y consolide el poder comunal.
La Unión Comunera es la organización del pueblo que no se doblega ante el imperio y el reformismo.
¿Qué estamos dispuestos a aportar? Nuestro corazón, nuestro esfuerzo, nuestra producción, nuestro amor. Nuestra fuerza de querer luchar, en unidad y solidaridad. Sumaremos gente, sumaremos visiones y voces, porque la fuerza es la unión. Arriesgaremos la vida si es necesario. Pero lucharemos contra la traición, por la patria y por el socialismo.
¡Comuna o Nada!
Tomado de (para ver más): https://www.tatuytv.org/union-comunera-construir-para-disputar-la-hegemonia-chavista/
Referencias:
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Melucci, Alberto. Acción Colectiva, vida cotidiana y democracia. Colegio de México. 1999.
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Palma Diego. La participación y la construcción de ciudadanía. U.ARCIS, Departamento de Investigación, Universidad de Arte y Ciencias Sociales, Santiago de Chile, Chile. 199?. p. 48.
Disponible en la World Wide Web: http://168.96.200.17/ar/libros/chile/arcis/palma.rtf