En el actual proceso de cambios, la incapacidad para deslastrarse de vicios y costumbres conceptuales del pasado, se refleja en las actitudes que hemos observado en algunos, para acoplarse dentro de la nueva realidad política que se ha venido adelantando dentro de la discusión de los fundamentos del Socialismo del Siglo XXI, explicitados en la estrategia política, que el principal dirigente de la revolución, ha puesto en la mesa de discusión del proceso: Profundización de la revolución dentro de las 7 líneas estratégicas, los 5 Motores de la Nueva Etapa Revolucionaria y la creación del Partido Único, para homogeneizar el pensamiento político ideológico, estimulando el sentimiento colectivo y revolucionario.
Se ha podido observar, en el transcurso del proceso, la dificultad que tienen muchos para dejar de lado viejos conceptos. La visión del nuevo socialismo a la venezolana pasa siempre por adaptarlo a sus interpretaciones de antiguos conceptos ideológicos, sin percatarse que estamos ante la gestación de algo inédito, sin precedentes en la historia política revolucionaria de cualquier tiempo, y que para su consecución no debemos copiar, pero si tener en cuenta, de los procesos que nos han precedido, lo mejor y lo peor de ellos, agregando el factor venezolano plasmado en el bolivarianismo.
También encontramos, dentro de la confrontación ideológica, que ésta no sólo no se da en la oposición, también se manifiesta, de una manera perniciosa, en un sector derechista de la izquierda, camuflados con el color rojo, tratando de anular, o simplemente distraer, la lucha contra la corrupción, el burocratismo y el clientelismo, manipulando para ello, desde sus posiciones de dirigentes populares.
Y ahora, como confirmación de esa percepción que tenemos de la resistencia que estos seudo dirigentes vienen oponiendo a los cambios políticos y a la consolidación ideológica popular dentro del Proceso, se acelera dentro de algunos partidos que lo acompañan, una ofensiva directa contra la línea de flotación del nuevo plan estratégico revolucionario.
Sin pretender pecar de intolerante, ni vetar propuestas diferentes a las expuestas por Chávez, quiero denunciar que detrás de las manifestaciones destempladas de algunos dirigentes, Ismael García y Didalco Bolívar entre ellos, hay algo más que una simple diferencia de conceptos, los cuales debieron haber sido expuestos en el seno de sus partidos con su militantes, que son los verdaderos protagonistas y en ejercicio de la democracia revolucionaria, haciéndolos llegar, posteriormente, a los factores correspondientes dentro del Proceso, entre ellos al conductor y principal adalid del proceso, Hugo Chávez.
No cabe duda que las posturas honestas de los movimientos populares, contrasta con la de estos partidos cuyos dirigentes pretenden seguir eligiendo a dedo a los cogollos, en contraposición directa a transferir la toma de decisiones al pueblo que reclama su protagonismo.
A aquellos usufructuarios del poder popular, insertos en el reformismo y que estimulan el chavismo sin Chávez para conservar sus privilegios, hay que decirles que la Revolución Venezolana avanzará por el camino fijado por su máximo líder, arrollando a su paso a corruptos, burócratas y clientelistas, con la inestimable ayuda de las comunidades organizadas. No lo duden aquellos que pretendan menoscabar el poder popular, interfiriendo la capacitación ideológica de éste para su salto a la toma de decisiones, se quedarán en el camino, y les pasarán por encima legiones de pueblo hecho solidaridad, amor y sacrificio. Con Chávez todo, sin Chávez nada.
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