¿Quién decide cuantos voceros se designarán por “batallón socialista”? Misterio. Si es un vocero, ya todo nace mal, si son varios, ¿Cuántos? Para 200 personas, una fórmula intermedia serían 5 voceros por batallón. Una proporción de 1/40. Pero, ¿Por qué no 10? “Algo huele mal en Dinamarca”. Y esto nace mal, porque nadie ha dicho como se realizará la asamblea que designará a los voceros, ni mucho menos, como los voceros en elecciones de segundo grado, escúchese bien, elecciones de segundo grado, designarán a los delegados del “Congreso Fundacional”. Con que mecánica electoral se designarán los voceros, a mano alzada, en elecciones secretas, con listas abiertas, cerradas, etc. El diablo baila entre los detalles. Nadie lo sabe. Misterio. Más inquietudes.
Lo de segundo grado muestra una desconfianza suprema por las elecciones directas: “es que se van a colear oportunistas”- dicen, pero… ¿Acaso no hay suficientes oportunistas en las Juntas Parroquiales, Alcaldías, Gobernaciones, Asamblea Nacional, etc, etc. ¿En que quedamos?¿El “partido más democrático de la historia venezolana”, pero sin democracia interna en la edificación?. La democracia interna debería ser valor-semilla de la organización revolucionaria, no una táctica para distraer ingenuos. ¿Qué es la democracia interna? La democracia revolucionaria, participativa y protagónica. ¿Y entonces?
¿Qué ocurre en los actuales momentos? Además de la carencia de información, y de informaciones que parecen dictados incuestionables, no hay un gran debate, gran movilización, gran efervescencia popular. Poco debate real, poca movilización, poca efervescencia. Pocos espacios de encuentro real entre comunidades organizadas, trabajadores y trabajadoras, estudiantes, colectivos, tendencias y corrientes para debatir el devenir de la forma/partido. Que los actuales dirigentes y funcionarios de alto rango del gobierno están “cocinando” fórmulas para ser delegados en el Congreso Fundacional es “vox populi”, lo cual significará que allí estarán las “mismas caras”. Y si están las “mismas caras” habrá decepciones, muchas decepciones. Alerta. En parte, por allí se explica la frialdad, y el entusiasmo moderado en las inscripciones. El pueblo bolivariano no es tonto, ni borrego. Cuidado, la psicología de masas genera efectos limitados y en política, el vanguardismo puede cometer errores si se coloca en contra o pretende sustituir al poder popular.
Ya se demarcan conflictos entre fracciones y esto debilita la unidad del pueblo bolivariano, en momentos donde hay amenazas reales a la revolución. Se repiten errores de lado y lado ya conocidos en el 2002. Una revolución a “troche y moche” genera una contra-revolución a “troche y moche”. No dejen todas sus apuestas a la fortuna, que como decía Maquiavelo, es ciertamente algo imprevisible. Cualquier politólogo de segundo semestre sabe que las debilidades y contradicciones internas de un grupo dirigente generan oportunidades para sus adversarios. Y el campo bolivariano muestra severas dislocaciones y contradicciones. Alerta, pues. El PSUV está naciendo torcido. Ojala pueda corregirse a tiempo, porque la contrarrevolución, como el diablo, está en los detalles.